El 21 de noviembre de 1994 partió del mundo terrenal el gran acordeonero Juan Humberto Rois, compañero y formula musical por muchos años del también fallecido cantante de música vallenata Diomedes Díaz.
No solo sus familiares recuerdan al gran hombre y músico, su colega Iván Zuleta recordó al maestro ‘Juancho’ con un vídeo que publicó en sus redes sociales en donde relató cómo recibió la noticia de la muerte, pero también cómo vivió la felicidad y la emoción 7 días después del deceso de Rois.
“Un día como hoy en 1994 partió de este mundo el gran Juancho Rois, y 7 días después comienza mi carrera musical profesionalmente al lado de Diomedes Díaz. Recuerdo que vivíamos en el barrio Los Músicos en Valledupar y a las 5:00 a.m. mi papá me levantó y llorando me dijo: ‘Se mató Juancho Rois en Venezuela. Me senté en una escalera de la casa y después que asimile todo dije: ‘Lástima que yo estoy tan pelao’ para grabar con Diomedes o si no iba a su casa a buscarlo”.
Por designios de Dios, la vida lo sorprendió y pasó de la tristeza a la felicidad. “Pasaron más o menos 7 días y fue Diomedes quien me buscó a mí. Recibí una llamada de un primo, Toño Vergara Zuleta, QEPD (sic), y me dijo ‘te felicito’ le pregunté: ‘¿Por qué? Me respondió: ‘Eres el acordeonero de Diomedes’. Le dije: ‘A mí no me han dicho nada’, y me colocó a Diomedes hablando en una emisora de Bogotá cuando dijo: ‘Mi acordeonero es Iván Zuleta’”.
Y agregó: “Lo hizo sin haber hablado conmigo, marqué al teléfono fijo de su casa y respondió Diomedes de Jesús, era un niño, me pasó a Diomedes y me dijo: ‘Primo, estaba hablando de usted, lo espero a las 2:00 p.m. en punto en mi casa, le llegué a la 1:30 p.m., se dio la unión y ahí nace la historia más vigente que habita en el corazón de un pueblo. Desde entonces lo único que he recibido es amor, respeto y admiración de un público que amo y me ama”, contó el acordeonero, quien logró grabar álbumes como ‘Mi biografía’, ‘Un canto celestial’, ‘Volver a vivir’, entre otros.
“Ustedes son mi segunda gran familia y el día que falten los mensajes hermosos cargados de cariño que me colocan en cada publicación de esta cuenta, ese día conoceré de cerca la tristeza. Que nunca me falte el amor de Dios y de mis seguidores, los amo mucho, gracias por tanto. Perdónenme por retirarme un tiempo, pero ahora lo que resta de mi vida será para tocarles mi acordeón y cantarles mis versos. Se les quiere”, terminó de contar el acordeonero.