En hechos confusos ocurridos en la región de La Fría, Estado Apure, Venezuela, fue asesinado Luís Hernán Riola, de 23 años, oriundo del corregimiento de Barrancalebrija, jurisdicción del municipio de Aguachica.
De acuerdo con la información conocida por EL PILÓN, Luís Hernán Riola salió a comienzos de este año hacia Venezuela, con el fin de trabajar en un taller de mecánica automotriz en la población de La Fría y el fin de semana anterior, cuando su jefe estaba celebrando su cumpleaños, Riola se quedó cuidando el mencionado negocio de mecánica, con tan mala suerte que cuando su superior regresó, lo embistió con su carro y le provocó la muerte en forma instantánea.
Dicen testigos, que el muchacho de Aguachica estaba sentado en una mecedora cuando su jefe aceleró el vehículo e impactó la pared del taller, la que se vino al suelo y mató a Luís Hernán.
“Muchos ladrillos le cayeron a él en las piernas y otros en la parte frontal del carro que conducía su jefe; los ladrillos le fracturaron la cadera y le destrozaron el tórax”, comentó un amigo de la víctima.
Luego de este hecho, sus familiares en Aguachica comenzaron a hacer las diligencias necesarias para repatriar el cadáver, pero ninguna autoridad colombiana pudo ponerse de acuerdo con los organismos de seguridad de Venezuela para que los despojos mortales, fueran llevados a su población de origen.
Trámites en el vecino país y en Colombia, no permitieron que el cuerpo de Luís Hernán Ríola fuera llevado al cementerio de Barrancalebrija, donde sus familiares habían construido una improvisada tumba para que descansara en paz en la tierra que lo vio nacer.
Al final, según los familiares del muchacho, el cadáver del joven oriundo del sur del Cesar, fue sepultado en un rincón del cementerio de La Fría, Venezuela, a la espera de ser exhumado en los próximos días, a fin de poder traerlo a Colombia para sepultarlo dignamente.