Marcos Almendrales Torres y su familia apenas estaban afrontando la muerte de su padre, que en agosto del año pasado falleció de un infarto y ahora lloran la pérdida de Melisa Julieth Almendrales Torres, de 17 años, que pereció en la unidad de cuidados intensivos de la clínica Santa Isabel de Valledupar, donde fue ingresada luego de un accidente de tránsito.
La joven quien cursaba décimo de bachillerato murió a las 10:00 de la noche del martes. Esta nueva víctima de accidentes de tránsito, la noche del pasado viernes ocho de julio iba como parrillera en una motocicleta conducida por su hermano Marco Almendrales y en el kilómetro 10 que de Valledupar conduce hacia el corregimiento de La Mesa, se cayeron.
“Nosotros veníamos y de repente nos pasa un muchacho en una motocicleta en alta velocidad, pero él no llevaba el casco bien sujetado y se le cayó, al ver que el casco se cae, yo trato de esquivarlo y en ese movimiento mi hermana se sale de la moto y yo pierdo el control de la motocicleta. Ella quedó en el lugar y yo rodé como 15 metros. Ella no reaccionó, enseguida yo me la llevé sin pulso e inconsciente”, explicó Marcos Almendrales, quien resultó ileso del accidente y su hermana sufrió trauma craneoencefálico severo debido a que no llevaba puesto el casco.
“Después del accidente yo dejó la moto abandonada porque primordial era la vida de mi hermana, entonces la cargué y con el muchacho la llevamos en la moto hasta el hospital de los 450 Años, cinco minutos después la ambulancia la llevó a la Erasmo y luego a la clínica Santa Isabel porque no había UCI. Sufrió trauma craneoencefálico, los golpes fueron en la cabeza y como no hubo partidura, el cerebro se le inflamó y prácticamente tenía el cerebro desconectado del cuerpo, los médicos no daban esperanzas, solo estábamos aferrados a Dios porque en mi familia somos cristianos”, dijo Marcos.
Del motociclista al que se le cayó el casco, no se supo más de su paradero después de que llevó a la joven a un centro asistencial.
Por otro lado Marcos Almendrales indicó que viajaban desde La Mesa, donde residen, hacia Valledupar donde trabaja como peluquero en una barbería.
“Yo trabajo en Valledupar como peluquero y se me quedó el teléfono con el compañero con el que trabajo y me estaban llamando, yo iba ir solo pero ella me dice que quería acompañarme para no viajar solo, yo le digo que no se preocupara, pero de tanto insistirme me convenció y nos vinimos”, contó Marcos Almendrales.
Redacción EL PILÓN