La Fiscalía General de la Nación profirió resolución de acusación en contra de Jaime Blanco Maya, en desarrollo de la investigación que se adelanta por el crimen de Hugo Manuel Guerra Cabrera, ex contratista de la empresa explotadora de carbón Drummond.
De acuerdo con la providencia del fiscal de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario a cargo del caso, el hoy acusado es presunto responsable del delito de homicidio agravado en calidad de determinador.
La víctima, Guerra Cabrera, prestaba el servicio de alimentación a los trabajadores de la mina Pribbenow de Drummond, ubicada en la Loma de Calentura, jurisdicción del municipio El Paso, Cesar.
Según lo establecido por los investigadores, el ex contratista desapareció el 8 de mayo de 2000, cuando se desplazaba por el área del municipio de Becerril (Cesar). Su cuerpo desmembrado y cubierto de cal fue hallado días después en una fosa en la finca La Chiquita, en jurisdicción de la citada población.
La muerte de Guerra Cabrera habría sido perpetrada por las autodefensas al mando de John Jairo Esquivel Cuadrado, alias ‘El Tigre’, condenado en este proceso a 40 años de prisión.
Cabe anotar que luego del crimen, Blanco Maya asumió el servicio de suministro de alimentos a los trabajadores de Drummond.
El caso de los sindicalistas
Jaime Blanco Maya, privado de la libertad en la cárcel La Picota de Bogotá, también es investigado por los homicidios de Valmore Locarno y Víctor Hugo Orcasita, directivos de Sintramienergética, acribillados por paramilitares comandados por Óscar José Ospino Pacheco, alias ‘Tolemaida’, en marzo de 2001 en jurisdicción de Bosconia (Cesar).
Presumiblemente, los sindicalistas fueron ultimados por liderar protestas en contra del servicio de alimentación ofrecido por el entonces contratista Blanco Maya, quien el pasado mes de febrero aceptó su responsabilidad en el crimen.
Los hechos ocurrieron el 12 de marzo de 2001 en el sitio conocido como ‘Casa de Zinc’, corregimiento Loma Colorada, jurisdicción del municipio de Bosconia, cuando un grupo de paramilitares interceptaron el bus en el que se movilizaban los dos líderes sindicales y otros trabajadores de la multinacional. Locarno y Orcasita fueron bajados del vehículo y asesinados con tiros de gracia.