Por Redacción Judicial / EL PILÓN
Jaime Granados, abogado de los familiares del dirigente político Efraín Ovalle (asesinado en febrero de 2012), pidió garantías de seguridad por el riesgo que corre en el proceso que adelanta la Fiscalía contra los presuntos autores del crimen, entre las que se encuentra el cantante vallenato Jorge Oñate.
El jurista manifestó que en poder de la Fiscalía hay varias interceptaciones de comunicaciones entre ellas la de Marcos Figueroa alias ‘Marquitos’ y otra persona detenida por el caso Oñate.
Según el abogado, las conversaciones comprometen a familiares del cantante vallenato, que esta semana rindió interrogatorio en la Fiscalía por la muerte de su primo Efraín Ovalle Oñate.
“Son varias las interceptaciones telefónicas en las que se hicieron algunas expresiones que podrían ser interpretadas como un riesgo para la seguridad de mi bufete”, informó Granados.
Además solicitó a las autoridades comprometerse con su seguridad y la de la familia de la víctima.
Antecedentes
En junio de 2013, 14 horas antes de ser llevado a testificar ante el Juzgado Único Penal Especializado del Circuito de Valledupar, John Carlos Landeros Linares, alias ‘Curumaní’, fue encontrado muerto dentro de su celda, en la torre ocho de la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar.
Para la Fiscalía 11 Especializada de Derechos Humanos y Derechos Internacional Humanitario, John Carlos Landeros Linares y su compañero de celda, ambos presuntos integrantes de la banda criminal ‘Los Urabeños’, son testigos claves para esclarecer el crimen de Efraín Ovalle, ocurrido el 25 de febrero de 2012.
El 16 de abril de 2013, en audiencia preparatoria de juicio contra los cuatro primeros capturados por el caso Ovalle, la Fiscalía dijo que contaba con otras declaraciones claves para esclarecer el caso Efraín Ovalle; la de Fernando Rafael Arroyo Genes, quien daba detalles del crimen del dirigente político; pero meses atrás, según el ente acusador, el testigo fue desaparecido.
Otro testigo era Richard Salazar Utria, quien fue asesinado de cuatro impactos de bala, el pasado mes de diciembre en el barrio La Esmeralda de Barranquilla.
“Son varias las interceptaciones telefónicas donde se hicieron algunas expresiones que podrían ser interpretadas como un riesgo para la seguridad de mi bufete”: Jaime Granados.