Para la mañana del 11 de abril quedó programada la audiencia preparatoria para dar inicio al juicio de los cuatro policías, investigados por presuntos actos irregulares dentro de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía, en Valledupar.
Así quedó establecido este martes luego de que uno de los abogados de la defensa pidiera un tiempo prudente para analizar el descubrimiento de los elementos materiales probatorios que realizó la Fiscalía Dos Especializada.
En esta etapa del proceso se espera conocer las pruebas que debatirán en el juicio de los policías Sergio Antonio Mendoza Chiquillo, Edwin Calderón Vargas, Ellelvis Luis Alarcón Rivera, conocido como ‘El Guajiro’ y José Vicente Guerra Márquez, señalados de permitir sexo, alcohol, prostitución y hasta tortura cuando eran custodios de la URI.
QUIEREN SER JUZGADOS POR LA JUSTICIA MILITAR
No obstante, el abogado Luis Fernando Bayona Rojas, quien representa los intereses de dos procesados, indicó que ha hecho la solicitud al juzgado penal militar de Valledupar para que se pronuncie si podría tomar el caso.
“Para que me den un pronunciamiento sobre eso porque entiendo que no hay un trámite específico y solo está determinado en virtud a que haya dos entidades judiciales solicitando o denegando el conocimiento”, explicó Bayona.
Pero en respuesta el juez segundo penal especializado, Leonel Romero, advirtió al abogado que él tenía competencia para llevar el proceso.
“Este despacho no está en ninguna disyuntiva frente a ese tema para aclarar, tenemos claro que la jurisdicción corresponde a este juzgado, a la ordinaria”, puntualizó Romero.
LA INVESTIGACIÓN
Así las cosas, los hechos que se debatirán en el juicio se debe a una investigación en la que la Fiscalía concluyó que los policías recibían dinero a cambio de permitirle a los reclusos desarrollar acciones prohibidas como obtener comodidades tales como alcohol, celulares, colchonetas, entre otras, y sostener relaciones sexuales entre ellos.
En ocasiones presuntamente la cita era con ciudadanos ajenos a la URI a quienes, supuestamente, los uniformados hacían ingresar haciéndolos pasar por abogados u otras personas, dado que eran prostitutas y las parejas sentimentales de los internos.
Además, según el ente, los uniformados realizaban fiestas con los privados de la libertad en las instalaciones de la URI, por lo que dejaban ingresar licor a cambio de exuberantes sumas de dinero. Por eso, en el mes de diciembre de 2020 los policías fueron detenidos en un operativo de la Fiscalía.
Sin embargo, se en ese entonces todos se declararon inocentes de los delitos de concierto para delinquir, concusión, cohecho propio y constreñimiento a la prostitución.