Designada Fiscal Delegada en Cundinamarca
Luego de ocho años de ejercicio como Juez Segundo Penal del Circuito de Valledupar, Gloria Mariño Quiñones renunció a su cargo, como un hecho más dentro de esa carrera imparable que emprendió hace 22 años en la Rama Judicial y de la que confiesa que no quiere desviarse; renunció para aceptar la designación que le hicieron como Fiscal Delegada ante el Tribunal del Distrito de Cundinamarca.
En menos de 15 días, Mariño Quiñones cambiará el rol de juez, en el que le correspondía tomar las decisiones, luego de analizar lo expuesto por las partes intervinientes, defensa y Fiscalía, y condenar o absolver al imputado. “Es una misión difícil y un tanto riesgosa, debido a que en nuestras manos está resolver la situación jurídica de una persona. Determinación que afecta a una familia, una sociedad que a veces no entiende la función del juez”, precisó.
En esta parte, resaltó el papel de los medios de comunicación, a los cuales les reconoció que, gracias a ellos, la comunidad se entera de cómo funciona el sistema judicial. “Con la difusión, los medios enteran a las personas de que las decisiones están soportadas en pruebas e investigaciones dentro de un marco de derechos”.
Su nuevo cargo, dependiendo del área asignada, (ley 600 0 906) le dará competencia para investigar a jueces y fiscales: “parto del hecho que la rama está integrada por personas probas y dedicadas”, aunque no desconoce que nunca falta quien quiera salirse de la ‘raya’, “estos son escasos”, replicó.
De su experiencia acumulada hasta ahora, afirma que para desempeñarse en este tipo de cargos donde se administra justicia, se deben tener unos criterios bien definidos que permitan adoptar decisiones que no se presten a confusión. Dijo también, que no se debe ceder ante la intromisión de agentes extraños, entre los que señaló las recomendaciones e intimidaciones. “Lo anterior, sumado a una excelente preparación, valores y sentido de pertenencia”.
Gloria Mariño Quiñones, egresada de la facultad de derecho de la Universidad San Tomás de Bucaramanga, salió de su tierra natal, Gamarra, luego de culminar su bachillerato y regresó como profesional a ocupar importantes cargos como Alcaldesa de esa población durante los años, 1985 y 1986 (por decreto, Personera, Tesorera y Asesora Jurídica.
Pero su temple, estaba hecha para cosas grandes, y buscó abrirse caminos; fue así como en el año 1991, luego de superar calificaciones en un concurso para la Rama Judicial, fue nombrada como Juez de Distrito Aduanero en Valledupar: “esta jurisdicción se eliminó y pasé al Juzgado Sexto Penal de Valledupar”.
En su hoja de vida también se cuentan sus 10 años como Juez Segundo Promiscuo Municipal de Aguachica.
Pero Gloria Mariño ante todo es mujer, por lo que afirma que aprendió a combinar las leyes y las normas con la crianza de su hijo y el amor por su esposo. “El apoyo de mi familia ha sido fundamental para mi evolución como profesional y no puedo desconocer la eficiencia de mi equipo de trabajo, sin ellos no hubiera podido lograr mis triunfos. Puedo decir que llevo 22 años de un feliz matrimonio y de carrera profesional”, aseguró.
En este punto, también resaltó que el hecho de ser mujer no ha sido obstáculo para su carrera: “debo resaltarle al Consejo de la Judicatura, la transparencia y objetividad que le han dado al concurso”.
El amor de esta mujer por su carrera es contagioso, a tal punto, que su hijo de 13 años ya muestra su interés por tomar el camino de las leyes, al igual que sus sobrinos, quienes la ven como el mejor ejemplo. “Es que después de Dios sigue administrar justicia. Es una de las misiones más loables que se le encomiendan a un ser humano”, exaltó Mariño.
“Esta es una de las profesiones más hermosa que existe por su función social”, asegura, de paso aprovecha para enviar un mensaje al semillero de abogados: “esta profesión es de honestidad, de responsabilidad y de transparencia”, y recomienda tener presente que son los mediadores en los conflictos sociales.
En cuanto al riesgo de administrar justicia, afirma que, “existen eventualidades, pero con un buen manejo se superan”. Igualmente, señala que en su caso particular sólo ha tenido un problema que superó gracias a las autoridades y al soporte de su familia.
Entre risas, Gloria Mariño afirma que después de esto, aspirará al cargo de magistrada de la Corte Suprema de la Sala Penal.