Sin titubeos y con precisión responde cada pregunta. Y es esa seguridad, expresada en cada palabra y criterio, la contraseña del carácter de Hernán Felipe Araujo Ariza, ‘Pipe’, un joven de 26 años que quiere llegar al Concejo de Valledupar respaldado por el Partido Liberal con el número 12, para trabajar los cuatro años y “no los últimos seis meses para reelegirse, como está haciendo la mayoría de los concejales”.
El Pilón. ¿Quién es ‘Pipe’ Araujo?
Hernán Araujo. Soy Ingeniero Industrial, especialista en Formulación y Evaluación de Proyectos, columnista durante cinco años del diario El Pilón, he sido docente en la Udes en temas de emprendimiento y llevo dos años y medio de estar generando empleo en Valledupar.
EP. ¿Por qué a un joven económica y socialmente acomodado se le da por ocuparse de las necesidades de una comunidad?
PA. Uno de mis tíos siempre dice que lo que tenemos de ricos es el apellido. Provengo de un hogar en el que no ha faltado nada, pero tampoco ha sobrado. ¿Por qué aspiro? Porque me gustaría que mis hijos y nietos se criaran en Valledupar, una ciudad que nos ha dado tanto, y para que eso sea posible, para que mi ciudad sea mañana el mismo buen vividero que es hoy, es necesario y urgente que los jóvenes le aportemos algo.
EP. ¿Cuándo comenzó a gestarse su candidatura, que supone uno será el punto de partida de una carrera política?
PA. Más allá de que haya sido miembro del consejo estudiantil en el colegio y en la universidad, mi gusto por la política inició cuatro años atrás cuando recién egresado vine a participar en la campaña de un tío. Después acompañé el proyecto de Sergio Fajardo, y más adelante, con unos amigos, se planteó la posibilidad de participar directamente en una campaña; en marzo de este año comenzó a fraguarse la cosa y aquí estoy ahora, comprometido en mis aspiraciones al Concejo de Valledupar.
EP. ¿No le preocupa que en estos tiempos en que la gente reclama transformaciones y relevos, no lo respalde por hacer parte de una familia que de pronto cumplió su ciclo en política?
PA. Si usted revisa mis cuñas radiales encontrará que en ellas no habla ningún familiar ni otra persona. En ellas hablo yo. Siempre lo he dicho, uno escoge a los amigos, a los vecinos y a la novia, pero a la familia no. Vivo orgulloso de mi familia, pero no por apellidos o por mi parentesco con alguien. Aspiro al Concejo de Valledupar porque a mis 26 años tengo méritos para hacerlo y porque quiero hacer más dinámica a esa corporación. Me parece lamentable que un joven de mi edad tenga como único mérito o razón ser nieto o sobrino de alguien. Esa persona no tiene nada para mostrar, por eso ‘Pipe’ Araujo está ‘vendiendo’ una idea distinta, un concepto de capacidad, una visión de eficiencia. Esto no es de familia ni apellidos, sino de propuestas y convicciones.
EP. Cuando uno llega proponiendo transformación del Concejo genera reacciones de desafecto, ¿Cómo ha recibido las críticas?
PA. No tengo nada en contra de los actuales concejales, lo que he cuestionado son las prácticas de muchos de ellos. Mire, el Concejo de Valledupar hace tiempo dejó de ser propositivo y, además, está arrodillado ante el alcalde sólo por obtener beneficios personales. Se olvidó del bien general. Lo que estoy planteando es una nueva alternativa, pero es la gente la que debe decidir. Eso sí, no se puede aceptar que Valledupar tenga a la mayoría de sus concejales investigados por enriquecimiento ilícito. Ojalá todos sean inocentes, pero el cuestionamiento deja mucho que desear, además que estamos pasando pena ante otras ciudades. Eso es lo que quiero combatir.
EP. Los liberales no lo recibieron bien al comienzo, ¿ya bajó la temperatura o hizo caso omiso a las reacciones?
PA. Hice caso omiso. Lo que ocurrió es que cada vez que había una modificación siempre decían que era yo el culpable de que otros salieran de la lista, pero ahí hay varios que llegaron de paracaidistas, que no han tenido ningún vínculo con el liberalismo y que de igual forma están aspirando. Lo que sí le puedo asegurar es que provengo de una familia liberal, además cumplí con los procedimientos exigidos por el Partido Liberal.
EP. Dijo que el Concejo está arrodillado, ¿no teme que le toque hacer lo mismo en caso de que deba apoyar a la mayoría o al mismo alcalde?
PA. Llegaré a construir, no voy a ser piedra en el zapato de nadie; eso sí, voy a coadministrar. La diferencia estará en que no voy a definir mi criterio dependiendo de los porcentajes de un contrato ni de posiciones que terminen subyugando mi independencia. Uno puede negarse a aprobar un proyecto que resulte lesivo para la ciudad y eso voy a hacer.
EP. Llegó el momento de hablar de propuestas. ¿Qué incluyó en el catálogo de iniciativas?
Estoy trabajando en tres ejes temáticos. El primero es la imagen del Concejo, está deteriorada por los mismos concejales, quienes le cedieron el liderazgo al alcalde. Quiero recuperar el buen nombre de la corporación.
El otro punto es el empleo. Hace rato que un alcalde no enfrenta este tema de manera vehemente, por eso planteo que más allá de la capacitación debe haber un valor agregado. Las capacitaciones de la Alcaldía las está capitalizando una candidata al Concejo. De ahí en adelante no sirven para más nada. He propuesto que se haga un convenio con la gobernación o se constituya un ente de la administración municipal para que apoyen a los microempresarios con recursos de microcrédito y con bajos intereses.
Los parques de Valledupar son mi otra preocupación. Son 360 los que tenemos en Valledupar, entre ellos el que tiene un avión que es administrado por una persona que cobra entre 500 o 1000 pesos por el servicio de baño. Voy a impulsar el desarrollo de unidades productivas que sirvan de sustento a una familia vecina del sector, que sea la responsable de administrar el parque.
Y bueno, la seguridad y la educación no pueden estar por fuera de mi agenda.
EP. ¿Qué espera del próximo alcalde?
PA. El actual alcalde se rajó en seguridad, por eso espero que el próximo mandatario se interese por ese tema, que junto con empleo y educación son las debilidades de nuestra ciudad.