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Editorial - 5 mayo, 2022

Voz de alerta en La Jagua de Ibirico

Una gran preocupación reina en el municipio de La Jagua de Ibirico, centro del departamento del Cesar, debido a los recientes casos de suicidios en jóvenes de esa población...

Una gran preocupación reina en el municipio de La Jagua de Ibirico, centro del departamento del Cesar, debido a los recientes casos de suicidios en jóvenes de esa población.

En lo que va de este año 2022 ya son tres los casos lamentables en los que jóvenes de esa localidad tomaron la fatal decisión de quitarse la vida, algo grave está pasando y no es cualquier cosa, es un asunto muy serio.

El mismo alcalde de La Jagua de Ibirico, Ovelio Jiménez, calificó la situación como de alarmante, al punto que citó de carácter extraordinario a un comité de salud mental en el que participaron rectores de los colegios, secretarios de gobierno, educación y de gestión social. Además de personal del hospital municipal, miembros de las distintas iglesias, de los consejos municipales de juventudes, profesionales del área de salud mental, entre otros.

El diagnóstico de La Jagua de Ibirico no es el mejor, es el desencadenamiento de una serie de factores adversos para el bienestar de esa comunidad, pero que ya se ha ido generalizando en todo el corredor minero.
No es un tema nuevo, es un proceso cíclico que inicio hace unos años desde el momento mismo del declive de la actividad minera en esa zona del departamento.

Lo de La Jagua de Ibirico es una voz de alerta para muchas comunidades del Cesar, no es solo el tema económico y la falta de oportunidades laborales, es algo más complejo que se empolló con el furor de la bonanza minera, donde no hubo el control del componente social que ello implicaba. Lo triste es que ahora se acabaron los grandes negocios económicos y quedaron enormes problemas de tipo humano.

La idea es actuar con toda la energía y empeño y hemos llegado a una importante conclusión y sobre todo vamos a empezar a promocionar y defender la vida, porque los jóvenes y todas las familias del municipio están siendo atacadas por el enemigo y tenemos que evitar que esto siga tomando más fuerza y por eso estamos actuando”, fue el mensaje desesperado del alcalde Jiménez.

El mandatario pidió acompañamiento de toda la institucionalidad y también de todos los padres de familia. En eso tiene razón el alcalde, no es una responsabilidad solo del gobierno, sino que es un compromiso de todos en general.

Está claro que no son suficientes las acciones de gobierno, se requiere un plan integral de defensa a la vida. Por fortuna, al parecer ya en La Jagua está definida una hoja de ruta diseñada por un comité interdisciplinario para actuar y crear una línea de atención primaria para casos específicos donde hay unas alertas de jóvenes con algunos indicios de llegar a tomar decisiones como las ya conocidas. Se habla de un plan de contingencia para hacerle seguimiento a la situación y evitar nuevos casos trágicos.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, define el suicidio como un problema de salud pública importante, pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. “Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades. Cada año, más de 700.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos”, reveló la OMS.

Este importante organismo ha demostrado que los suicidios son prevenibles, pero si se desarrollan intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y en las señales que siempre envían las personas que recurren a esa fatal decisión.
Las alarmas están encendidas, es cuestión de prestarles atención.

Editorial
5 mayo, 2022

Voz de alerta en La Jagua de Ibirico

Una gran preocupación reina en el municipio de La Jagua de Ibirico, centro del departamento del Cesar, debido a los recientes casos de suicidios en jóvenes de esa población...


Una gran preocupación reina en el municipio de La Jagua de Ibirico, centro del departamento del Cesar, debido a los recientes casos de suicidios en jóvenes de esa población.

En lo que va de este año 2022 ya son tres los casos lamentables en los que jóvenes de esa localidad tomaron la fatal decisión de quitarse la vida, algo grave está pasando y no es cualquier cosa, es un asunto muy serio.

El mismo alcalde de La Jagua de Ibirico, Ovelio Jiménez, calificó la situación como de alarmante, al punto que citó de carácter extraordinario a un comité de salud mental en el que participaron rectores de los colegios, secretarios de gobierno, educación y de gestión social. Además de personal del hospital municipal, miembros de las distintas iglesias, de los consejos municipales de juventudes, profesionales del área de salud mental, entre otros.

El diagnóstico de La Jagua de Ibirico no es el mejor, es el desencadenamiento de una serie de factores adversos para el bienestar de esa comunidad, pero que ya se ha ido generalizando en todo el corredor minero.
No es un tema nuevo, es un proceso cíclico que inicio hace unos años desde el momento mismo del declive de la actividad minera en esa zona del departamento.

Lo de La Jagua de Ibirico es una voz de alerta para muchas comunidades del Cesar, no es solo el tema económico y la falta de oportunidades laborales, es algo más complejo que se empolló con el furor de la bonanza minera, donde no hubo el control del componente social que ello implicaba. Lo triste es que ahora se acabaron los grandes negocios económicos y quedaron enormes problemas de tipo humano.

La idea es actuar con toda la energía y empeño y hemos llegado a una importante conclusión y sobre todo vamos a empezar a promocionar y defender la vida, porque los jóvenes y todas las familias del municipio están siendo atacadas por el enemigo y tenemos que evitar que esto siga tomando más fuerza y por eso estamos actuando”, fue el mensaje desesperado del alcalde Jiménez.

El mandatario pidió acompañamiento de toda la institucionalidad y también de todos los padres de familia. En eso tiene razón el alcalde, no es una responsabilidad solo del gobierno, sino que es un compromiso de todos en general.

Está claro que no son suficientes las acciones de gobierno, se requiere un plan integral de defensa a la vida. Por fortuna, al parecer ya en La Jagua está definida una hoja de ruta diseñada por un comité interdisciplinario para actuar y crear una línea de atención primaria para casos específicos donde hay unas alertas de jóvenes con algunos indicios de llegar a tomar decisiones como las ya conocidas. Se habla de un plan de contingencia para hacerle seguimiento a la situación y evitar nuevos casos trágicos.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, define el suicidio como un problema de salud pública importante, pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. “Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades. Cada año, más de 700.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos”, reveló la OMS.

Este importante organismo ha demostrado que los suicidios son prevenibles, pero si se desarrollan intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y en las señales que siempre envían las personas que recurren a esa fatal decisión.
Las alarmas están encendidas, es cuestión de prestarles atención.