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Columnista - 1 mayo, 2011

Unos allegros para Leandro Díaz

Parte I. Por: ARMINIO MESTRA OSORIO Especial para EL PILÓN. PRIMER ALLEGRO Leandro no tuvo esa gran estirpe musical, pero sí había músicos muy próximos a la familia; por ejemplo: José Luís Díaz, quien era el papá de su mamá fue un destacado acordeonero para su época. Josefa Díaz, su tía, quien se desenvolvía muy […]

Parte I.
Por: ARMINIO MESTRA OSORIO
Especial para EL PILÓN.

PRIMER ALLEGRO

Leandro no tuvo esa gran estirpe musical, pero sí había músicos muy próximos a la familia; por ejemplo: José Luís Díaz, quien era el papá de su mamá fue un destacado acordeonero para su época. Josefa Díaz, su tía, quien se desenvolvía muy bien en el canto,  le enseñó varias canciones y le dio muchas pautas para interpretar  rancheras y boleros. En muchas entrevistas concedidas, siempre ha manifestado que se “inclinó por los sonidos a los cinco años de edad y le ponía mucho cuidado a la música y que a los 10 años ya cantaba canciones”.

SEGUNDO ALLEGRO

“Dios no le puso ojos en la cara porque empleó demasiado tiempo, poniéndoselo en el alma”. Se le conoce, en el mundo artístico como el “hombre que ve con los ojos del alma”. Si usted lo quiere aceptar; es un verdadero vate, ciego como el poeta épico Homero y los canta- autores Arsenio Rodríguez, Ray Charles, Steve Wonder, José Feliciano, Andrea Bocelli.
Él se sobrepuso a su inconveniente de no poder ver y siguió el proceso que debe seguir todo ser humano para lograr la grandeza y notoriedad. Pudo organizar, armonizar y musicalizar sus pensamientos y los llevó a la cúspide con sus composiciones. Reivindica y alaba a la mujer, a sus amigos y a la madre naturaleza, que también es protagónica y es mordaz cuando su pensamiento le compone a la crítica social.

TERCER ALLEGRO

Muchos investigadores y periodistas, dedicados a auscultar el mundo de los maestros vallenatos, coinciden que a la edad de 17 años se inspiró y trajo al mundo su primera composición, esa canción se tituló “A mi no me consuela nadie”. También, opinan que otras de sus primeras creaciones fue “La Loba Ceniza” la que posteriormente fuera grabada por Abel Antonio Villa como la “Camaleona”:

“Una mujer que vive en la sierra
Llegó a su casa y la encuentro rabiosa
La encontré con mucha soberbia, señores.
Con la espuma en la boca (4) bis.
Seria de la misma rabia”.

El personaje de esta composición fue su vecina de los pajales Adelina Palmesano.

CUARTO ALLEGRO

Las canciones de Leandro José tienen una química muy especial; llevan impregnado su estilo muy particular, la vivencia, la imaginación, la creatividad y una memoria prodigiosa que todo lo que logra envolver lo vuelve un poema cantado. Sus composiciones surgen de las cosas que ha vivido, de sus propias situaciones, de las pequeñas cosas que se parecen a él; canciones líricas amorosas que han llegado a tocar las puertas del corazón, si es que en verdad este órgano es el motor del amor. En la entrevista que le concedió al mejor cronista de este país Alberto Salcedo Ramos, para el libro “Diez Juglares en su patio,” se lo dijo “Lo único que he hecho es ponerle música a mis sueños, a mis pensamientos, a mis angustias y a mis alegrías. O, mejor dicho, le puse música a mi vida”.

QUINTO ALLEGRO

Una genialidad a toda prueba: En el merengue “Los Tocaimeros” o la “Trampa”, grabada por Jorge Oñate y Colacho Mendoza, en el trabajo Titulado “Los Dos Amigos”, escribió un verso sobre cada uno de los personajes de la canción. Un merengue magistral, donde los protagonistas de la canción son los habitantes de Tocaimo.
Como todo un hombre lleno de virtudes, fue de pueblo en pueblo a cantar y a demostrar su talento y por cada canción interpretada le pagan 10 centavos, para aquellos tiempos alcanzaba para algo; hoy esa denominación desapareció y no alcanzaría para aliviar cualquiera penuria económica y si no alcanza el mínimo mucho menos los diez centavos que se ganaba el maestro.

SEXTO ALLEGRO

“La Diosa Coronada” canto realizado a una mujer que no le prestaba atención porque tenía otro enamorado. Cansado de esta situación, un día lanzó la expresión “esa mujer se cree una diosa coronada”; esa expresión la fue trabajando hasta que logró construir la primera estrofa:” Señores vengo a contarles// Hay nuevo encanto en la sabana// En adelanto van estos lugares// ya tienen su diosa coronada//. En el libro “Música y Maestros de Nuestra Tierra” del periodista Fausto Pérez Villarreal, se registra a la Diosa Coronada, como Josefa Guerra y, en la publicación del periódico” El Pilón” del día 29 de abril del 2005, aparece como Josefa Coronado.–Este artículo continúa.

Columnista
1 mayo, 2011

Unos allegros para Leandro Díaz

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Arminio Mestra Osorio

Parte I. Por: ARMINIO MESTRA OSORIO Especial para EL PILÓN. PRIMER ALLEGRO Leandro no tuvo esa gran estirpe musical, pero sí había músicos muy próximos a la familia; por ejemplo: José Luís Díaz, quien era el papá de su mamá fue un destacado acordeonero para su época. Josefa Díaz, su tía, quien se desenvolvía muy […]


Parte I.
Por: ARMINIO MESTRA OSORIO
Especial para EL PILÓN.

PRIMER ALLEGRO

Leandro no tuvo esa gran estirpe musical, pero sí había músicos muy próximos a la familia; por ejemplo: José Luís Díaz, quien era el papá de su mamá fue un destacado acordeonero para su época. Josefa Díaz, su tía, quien se desenvolvía muy bien en el canto,  le enseñó varias canciones y le dio muchas pautas para interpretar  rancheras y boleros. En muchas entrevistas concedidas, siempre ha manifestado que se “inclinó por los sonidos a los cinco años de edad y le ponía mucho cuidado a la música y que a los 10 años ya cantaba canciones”.

SEGUNDO ALLEGRO

“Dios no le puso ojos en la cara porque empleó demasiado tiempo, poniéndoselo en el alma”. Se le conoce, en el mundo artístico como el “hombre que ve con los ojos del alma”. Si usted lo quiere aceptar; es un verdadero vate, ciego como el poeta épico Homero y los canta- autores Arsenio Rodríguez, Ray Charles, Steve Wonder, José Feliciano, Andrea Bocelli.
Él se sobrepuso a su inconveniente de no poder ver y siguió el proceso que debe seguir todo ser humano para lograr la grandeza y notoriedad. Pudo organizar, armonizar y musicalizar sus pensamientos y los llevó a la cúspide con sus composiciones. Reivindica y alaba a la mujer, a sus amigos y a la madre naturaleza, que también es protagónica y es mordaz cuando su pensamiento le compone a la crítica social.

TERCER ALLEGRO

Muchos investigadores y periodistas, dedicados a auscultar el mundo de los maestros vallenatos, coinciden que a la edad de 17 años se inspiró y trajo al mundo su primera composición, esa canción se tituló “A mi no me consuela nadie”. También, opinan que otras de sus primeras creaciones fue “La Loba Ceniza” la que posteriormente fuera grabada por Abel Antonio Villa como la “Camaleona”:

“Una mujer que vive en la sierra
Llegó a su casa y la encuentro rabiosa
La encontré con mucha soberbia, señores.
Con la espuma en la boca (4) bis.
Seria de la misma rabia”.

El personaje de esta composición fue su vecina de los pajales Adelina Palmesano.

CUARTO ALLEGRO

Las canciones de Leandro José tienen una química muy especial; llevan impregnado su estilo muy particular, la vivencia, la imaginación, la creatividad y una memoria prodigiosa que todo lo que logra envolver lo vuelve un poema cantado. Sus composiciones surgen de las cosas que ha vivido, de sus propias situaciones, de las pequeñas cosas que se parecen a él; canciones líricas amorosas que han llegado a tocar las puertas del corazón, si es que en verdad este órgano es el motor del amor. En la entrevista que le concedió al mejor cronista de este país Alberto Salcedo Ramos, para el libro “Diez Juglares en su patio,” se lo dijo “Lo único que he hecho es ponerle música a mis sueños, a mis pensamientos, a mis angustias y a mis alegrías. O, mejor dicho, le puse música a mi vida”.

QUINTO ALLEGRO

Una genialidad a toda prueba: En el merengue “Los Tocaimeros” o la “Trampa”, grabada por Jorge Oñate y Colacho Mendoza, en el trabajo Titulado “Los Dos Amigos”, escribió un verso sobre cada uno de los personajes de la canción. Un merengue magistral, donde los protagonistas de la canción son los habitantes de Tocaimo.
Como todo un hombre lleno de virtudes, fue de pueblo en pueblo a cantar y a demostrar su talento y por cada canción interpretada le pagan 10 centavos, para aquellos tiempos alcanzaba para algo; hoy esa denominación desapareció y no alcanzaría para aliviar cualquiera penuria económica y si no alcanza el mínimo mucho menos los diez centavos que se ganaba el maestro.

SEXTO ALLEGRO

“La Diosa Coronada” canto realizado a una mujer que no le prestaba atención porque tenía otro enamorado. Cansado de esta situación, un día lanzó la expresión “esa mujer se cree una diosa coronada”; esa expresión la fue trabajando hasta que logró construir la primera estrofa:” Señores vengo a contarles// Hay nuevo encanto en la sabana// En adelanto van estos lugares// ya tienen su diosa coronada//. En el libro “Música y Maestros de Nuestra Tierra” del periodista Fausto Pérez Villarreal, se registra a la Diosa Coronada, como Josefa Guerra y, en la publicación del periódico” El Pilón” del día 29 de abril del 2005, aparece como Josefa Coronado.–Este artículo continúa.