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Editorial - 17 febrero, 2020

Una portada de malos recuerdos

El pasado sábado, 16 de febrero, la portada del diario EL PILÓN fue una tractomula incinerada, atravesada en la vía que comunica a los municipios de Pelaya y Pailitas, en el corregimiento de El Burro. Se trató de uno de varios hechos terroristas del ELN en el marco del ‘paro armado’ que anunciaron y cumplieron […]

El pasado sábado, 16 de febrero, la portada del diario EL PILÓN fue una tractomula incinerada, atravesada en la vía que comunica a los municipios de Pelaya y Pailitas, en el corregimiento de El Burro. Se trató de uno de varios hechos terroristas del ELN en el marco del ‘paro armado’ que anunciaron y cumplieron entre el 14 y 17 de febrero, es decir, hasta la mañana de hoy.

Aún ayer había cierre preventivo de la Troncal de Oriente, a la altura del casco urbano de Curumani, aunque con una vía alterna para los transportadores, con visibles precauciones y presencia del Ejército Nacional y la Policía Nacional.

Aunque con seis policías heridos, pérdidas aún no cuantificadas por el comercio, vehículos incinerados, y otros ítems de un balance que esperamos, debemos destacar que la Fuerza Pública hizo en enorme esfuerzo que vemos recompensado con vidas salvadas, y otros buenos resultados que no podrán medirse, pues infortunadamente solo podemos medir los negativos. El agradecimiento de todo el pueblo del Cesar y La Guajira para policías y militares es un hecho.

Sin embargo, fue lamentable para este diario ver en portada una imagen que pretendemos sea parte de la historia negra. Una tractomula incinerada, que daba cuenta de que el ELN estaba apretando su accionar delictivo en el marco de una tarea, para ellos simbólica, pero para los ciudadanos caótica.
Muchas portadas de ese corte habían quedado atrás. Hacen parte de capítulos violentos que vivió el Cesar. Muchos de esto aciagos momentos dejaron víctimas, pérdidas humanas y materiales que no se podrán recuperar.

Es importante trabajar de tal manera que esto no ocurra. El diálogo es el camino, es el momento de la conversación, estamos en la época en que la paz se asoma como una realidad, con el compromiso de todos. Debemos aprovechar, en todo caso, para señalar que es preocupante ese corredor desde Curumaní y que generalmente involucra a Pelaya, Pailitas y otros municipios del sur de Cesar. En innegable que allí se concentra el accionar más fuerte de la guerrilla del ELN y sus aliados. Lamentablemente debemos decir que es posible que haya civiles apoyando acciones delictivas en el marco de una guerra que debe acabar y pasar a una instancia de paz.
Hasta el cierre de esta edición no hay víctimas mortales del ‘paro armado. Hasta donde sabemos, ni de un bando ni del otro, y consideramos que eso es un cierre menor lamentable a este asunto.

Destacada la visita del general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército Nacional, a las instalaciones de monitoreo del Departamento de Policía Cesar, con el objetivo de dar un espaldarazo a las fuerzas policiales, comandadas por el coronel Jesús De los Reyes Valencia, y dejar un mensaje de hermandad entre las dos instituciones. El resultado, en el balance positivo que se pueda entregar, es tal vez una consecuencia de ese trabajo conjunto.

Editorial
17 febrero, 2020

Una portada de malos recuerdos

El pasado sábado, 16 de febrero, la portada del diario EL PILÓN fue una tractomula incinerada, atravesada en la vía que comunica a los municipios de Pelaya y Pailitas, en el corregimiento de El Burro. Se trató de uno de varios hechos terroristas del ELN en el marco del ‘paro armado’ que anunciaron y cumplieron […]


El pasado sábado, 16 de febrero, la portada del diario EL PILÓN fue una tractomula incinerada, atravesada en la vía que comunica a los municipios de Pelaya y Pailitas, en el corregimiento de El Burro. Se trató de uno de varios hechos terroristas del ELN en el marco del ‘paro armado’ que anunciaron y cumplieron entre el 14 y 17 de febrero, es decir, hasta la mañana de hoy.

Aún ayer había cierre preventivo de la Troncal de Oriente, a la altura del casco urbano de Curumani, aunque con una vía alterna para los transportadores, con visibles precauciones y presencia del Ejército Nacional y la Policía Nacional.

Aunque con seis policías heridos, pérdidas aún no cuantificadas por el comercio, vehículos incinerados, y otros ítems de un balance que esperamos, debemos destacar que la Fuerza Pública hizo en enorme esfuerzo que vemos recompensado con vidas salvadas, y otros buenos resultados que no podrán medirse, pues infortunadamente solo podemos medir los negativos. El agradecimiento de todo el pueblo del Cesar y La Guajira para policías y militares es un hecho.

Sin embargo, fue lamentable para este diario ver en portada una imagen que pretendemos sea parte de la historia negra. Una tractomula incinerada, que daba cuenta de que el ELN estaba apretando su accionar delictivo en el marco de una tarea, para ellos simbólica, pero para los ciudadanos caótica.
Muchas portadas de ese corte habían quedado atrás. Hacen parte de capítulos violentos que vivió el Cesar. Muchos de esto aciagos momentos dejaron víctimas, pérdidas humanas y materiales que no se podrán recuperar.

Es importante trabajar de tal manera que esto no ocurra. El diálogo es el camino, es el momento de la conversación, estamos en la época en que la paz se asoma como una realidad, con el compromiso de todos. Debemos aprovechar, en todo caso, para señalar que es preocupante ese corredor desde Curumaní y que generalmente involucra a Pelaya, Pailitas y otros municipios del sur de Cesar. En innegable que allí se concentra el accionar más fuerte de la guerrilla del ELN y sus aliados. Lamentablemente debemos decir que es posible que haya civiles apoyando acciones delictivas en el marco de una guerra que debe acabar y pasar a una instancia de paz.
Hasta el cierre de esta edición no hay víctimas mortales del ‘paro armado. Hasta donde sabemos, ni de un bando ni del otro, y consideramos que eso es un cierre menor lamentable a este asunto.

Destacada la visita del general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército Nacional, a las instalaciones de monitoreo del Departamento de Policía Cesar, con el objetivo de dar un espaldarazo a las fuerzas policiales, comandadas por el coronel Jesús De los Reyes Valencia, y dejar un mensaje de hermandad entre las dos instituciones. El resultado, en el balance positivo que se pueda entregar, es tal vez una consecuencia de ese trabajo conjunto.