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Editorial - 15 noviembre, 2018

Una agencia minera regional

El Cesar es el primer departamento minero de Colombia, la producción de Drummond, Prodeco y CNR es de inmenso volumen y tecnología en equipos, personal y métodos. Solo la primera ya ha producido al año más que el Cerrejón. La región Cesar y La Guajira son un distrito minero de los primeros 10 en el […]

El Cesar es el primer departamento minero de Colombia, la producción de Drummond, Prodeco y CNR es de inmenso volumen y tecnología en equipos, personal y métodos. Solo la primera ya ha producido al año más que el Cerrejón. La región Cesar y La Guajira son un distrito minero de los primeros 10 en el mundo occidental y el bienestar de su población es de interés nacional. Las regalías son significativas y con la proyectada Reforma se espera que las entidades productoras recuperen por parte del porcentaje esparcido antes como mermelada por toda la Nación. Esa economía genera encadenamientos y empleos de buen ingreso, que parecen ser insuficientes dados los entornos de pobreza; los impactos ambientales son desafiantes, pero se han acotado por mayor supervisión estatal, más control ciudadano, y mejores prácticas de las compañías.

Esa preponderancia ha llevado a que la entidad minera regulatoria haya sido regentada por gente de la región, como en el actual caso en que Silvana Habid preside la Agencia Nacional de Minería. Vara alta colocaron en el pasado Nelson Amaya, Enrique Daníes, Alfonso Saade o los exgobernadores Marinés Castro y Abraham Romero.

La entidad ha sido paquidérmica, muy regulatoria y poco atenta al interés del minero de hacer un negocio legal y perdurable. Exige formatos, lo formal y poco lo sustancial y no cumple a sí misma los lógicos plazos que sí le exige al minero. Bien haría en acoger el propósito del presidente Duque de simplificar los trámites; y de agenciar el desarrollo del territorio y la población mineros. La Agencia no ha liderado con vehemencia, asustada por una corriente populista contra el sector, los proyectos mineros y la promoción de las áreas estratégicas que se reservó el Estado para su promoción internacional. (Precisamos que dueños mayoritarios de EL PILÓN tienen intereses en el sector que regula la Agencia)

Bien haría la Agencia en liderar el desarrollo de la región para que la minería finita, temporal, deje bases de una economía sustentable; que lidere – hallando apoyo en el gobernador- esa inaplazable tarea. La doctora Habid tiene la capacidad, solo requiere cambiarle de partitura a su Agencia; el conocimiento, las credenciales académicas y la inteligencia, pero requiere voluntad con este territorio que la vio nacer, (que no sea cuña que más apriete que la del propio palo) que no se quede en las palabras, que sepa que su compromiso, por lo expuesto atrás, es uno fundamental con la nación.

Editorial
15 noviembre, 2018

Una agencia minera regional

El Cesar es el primer departamento minero de Colombia, la producción de Drummond, Prodeco y CNR es de inmenso volumen y tecnología en equipos, personal y métodos. Solo la primera ya ha producido al año más que el Cerrejón. La región Cesar y La Guajira son un distrito minero de los primeros 10 en el […]


El Cesar es el primer departamento minero de Colombia, la producción de Drummond, Prodeco y CNR es de inmenso volumen y tecnología en equipos, personal y métodos. Solo la primera ya ha producido al año más que el Cerrejón. La región Cesar y La Guajira son un distrito minero de los primeros 10 en el mundo occidental y el bienestar de su población es de interés nacional. Las regalías son significativas y con la proyectada Reforma se espera que las entidades productoras recuperen por parte del porcentaje esparcido antes como mermelada por toda la Nación. Esa economía genera encadenamientos y empleos de buen ingreso, que parecen ser insuficientes dados los entornos de pobreza; los impactos ambientales son desafiantes, pero se han acotado por mayor supervisión estatal, más control ciudadano, y mejores prácticas de las compañías.

Esa preponderancia ha llevado a que la entidad minera regulatoria haya sido regentada por gente de la región, como en el actual caso en que Silvana Habid preside la Agencia Nacional de Minería. Vara alta colocaron en el pasado Nelson Amaya, Enrique Daníes, Alfonso Saade o los exgobernadores Marinés Castro y Abraham Romero.

La entidad ha sido paquidérmica, muy regulatoria y poco atenta al interés del minero de hacer un negocio legal y perdurable. Exige formatos, lo formal y poco lo sustancial y no cumple a sí misma los lógicos plazos que sí le exige al minero. Bien haría en acoger el propósito del presidente Duque de simplificar los trámites; y de agenciar el desarrollo del territorio y la población mineros. La Agencia no ha liderado con vehemencia, asustada por una corriente populista contra el sector, los proyectos mineros y la promoción de las áreas estratégicas que se reservó el Estado para su promoción internacional. (Precisamos que dueños mayoritarios de EL PILÓN tienen intereses en el sector que regula la Agencia)

Bien haría la Agencia en liderar el desarrollo de la región para que la minería finita, temporal, deje bases de una economía sustentable; que lidere – hallando apoyo en el gobernador- esa inaplazable tarea. La doctora Habid tiene la capacidad, solo requiere cambiarle de partitura a su Agencia; el conocimiento, las credenciales académicas y la inteligencia, pero requiere voluntad con este territorio que la vio nacer, (que no sea cuña que más apriete que la del propio palo) que no se quede en las palabras, que sepa que su compromiso, por lo expuesto atrás, es uno fundamental con la nación.