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Un pacto por el río Cesar

“No más control con bacterias, no más planta de aireación, no más pañitos de agua tibias para el río Cesar. Seguir invirtiendo recursos para maquillar el río es continuar su agonía. La solución es cambiar el sistema de tratamiento de aguas residuales”.

Aplaudí en su momento la medida de emergencia ambiental declarada por Corpocesar según Resolución N° 0170 del 9 de marzo de 2015, sin embargo, cuando empezaron a invertirse los recursos económicos aprovechando esa circunstancia en acciones que solo tenían vida por 6 meses como es el caso del proyecto: “Recuperación del río Cesar con biotecnología para la descontaminación mediante el sistema de bioaumentación, dosificando micro-organismos selectivamente adaptados, desde el alcantarillado sanitario de la ciudad y aspersión sobre las lagunas conformadas en los diferentes módulos en el sistema de tratamiento de Salguero”, consideré que eran pañitos de agua tibia para un problema de las dimensiones que tiene el río, y así fue, se minimizaron los olores por 6 meses con una inversión de $1.093 millones.

Después vino el proyecto: “La construcción de una Planta de Aireación” un sistema de aireación por cascada, utilizando la aireación del agua, se aumenta el oxígeno disuelto, para mejorar la capacidad de autodepuración del río y cuyo principal propósito era recuperar la vida del río Cesar, con una inversión de 2.600 millones, sin embargo, “la planta quedó insuficiente para tratar las aguas del rio cesar” 06.09.2018 el pilÓn.

En fin, la autoridad ambiental Corpocesar y Emdupar han desarrollado convenios en aras de salvar el río Cesar como fue el “Plan de Choque, para la descontaminación del río Cesar mediante el uso de bacterias” y “la Construcción de una Planta de Aireación para la descontaminación del río Cesar”, además, la corporación desarrollo la formulación del Plan de Ordenamiento del Recurso Hídrico del río Cesar, sanciones ambientales a entes territoriales, a empresas y a particulares; control del aprovechamiento con fines comerciales, construcción de estufas ecológicas, y exigencias de compensaciones ambientales, pero los resultados no son los mejores y el rio sigue siendo una cloaca.

Igualmente, nunca entendí como la cuenca hidrográfica del rio Cesar con tan altos niveles de degradación generados por vertimientos municipales no se incluyó entre las 10 cuencas hidrográficas priorizadas en el Programa “Saneamiento para Vertimientos” – SAVER en la administración Santos.

Hoy que el río Cesar es incapaz de soportar y tolerar la carga orgánica que actualmente se está vertiendo, que se ha superado la capacidad de sus funciones ecológicas de depurar y diluir esa cantidad de contaminante, veo una luz en el camino y es solicitar e invitar a nuestros paisanos que hacen parte del gabinete presidencial Dr., Luis Alberto Rodríguez y Jonathan Malagón, a nuestros nuevos gobernantes alcalde de Valledupar, gobernador del Cesar, director de Corpocesar y como invitado especial la Embajada de Alemania a la firma de un pacto, acuerdo o carta de intención, que cuente con la participación del presidente de la República, Iván Duque, para implementar una canasta ecológica y hacer una sola bolsa económica que garantice cambiar el sistema de tratamiento de aguas residuales como la solución del problema y eliminación de los impactos ambientales del río Cesar.

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Gustavo Segundo Arregoces Molinares: