A diez meses de tu adiós todavía no me hago a la idea de que ya no estás con nosotros, sigo adelante porque Dios me ha dado la fuerza necesaria para paliar el duelo, eso sí, me anima saberte en compañía de nuestro Padre Celestial, y de tu San Antonio, de quien fuiste devota toda tu vida, disfrutando de sus mansiones eternas, sin olvidarte ni por un instante de tus seres queridos por quienes nunca dejaste de pedir. 

Es la ley de la vida que los hijos entierren a sus padres, lamentablemente las graves alteraciones provocadas por la insensatez y la violencia han hecho pedazos este precepto. Espero que el Señor nos dé el discernimiento necesario para apaciguar los ánimos y podamos superar este difícil momento en la historia de Colombia. 

Nos dejaste, madre querida, el mejor ejemplo de cómo llevar una vida, conforme a los planes del Creador, pues fuiste una excelente hija, fiel esposa, abnegada madre, y amorosa abuela, siempre dispuesta a hacer lo necesario para la felicidad de todos tus seres queridos. 

El liderazgo que ejerciste dentro de la familia no tuvo igual, tenías la solución a todas las dificultades, mujer decidida, valiente y emprendedora, de las que no se andaban con rodeos para llamar las cosas por su nombre.

El vacío que nos dejas solo el amor y la misericordia del dueño de la vida, lo podrá llenar. Desde niña te apodaron ‘La nena Baute’, al punto que pocos conocieron tu nombre de pila; pero quizá el hecho por el que muchos de tus paisanos te recuerdan es porque fuiste la primera mujer en tirarte del puente de Hurtado.

En este mes felicito a todas las madres que han sido conscientes de la importancia de su rol en la sociedad, muchas de ellas jóvenes solteras que trabajan a brazo partido por sacar adelante a sus hijos, aquellas que a ejemplo de la Virgen María llevan un hogar donde reina el amor, la armonía y la paz de Cristo. 

A los hijos de esas abnegadas madres les pido que valoren el regalo que Dios les ha dado, que le expresen su amor a través de un detalle, de un beso así sea con un emoticón, hágala sentir que usted valora su esfuerzo y dedicación, pero manifiésteselo hoy mismo, puede que mañana… sea tarde.

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