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Columnista - 23 marzo, 2019

Un demócrata a carta cabal: Carlos Ossa Escobar

La compleja historia del país algunas veces se refleja en la vida de los dirigentes de la política y los gremios privados, en situaciones paradójicas y curiosas, desde el punto de vista político y social. Ese fue el caso de Carlos Ossa Escobar, quien partió a la eternidad. Ossa Escobar, economista y político, nació en […]

La compleja historia del país algunas veces se refleja en la vida de los dirigentes de la política y los gremios privados, en situaciones paradójicas y curiosas, desde el punto de vista político y social. Ese fue el caso de Carlos Ossa Escobar, quien partió a la eternidad.

Ossa Escobar, economista y político, nació en Manizales (Caldas), pero pasó su juventud entre Sevilla y Cartago (Valle), por lo cual algunos que lo conocimos en su vida pública pensábamos que era valluno. Estudió economía en la Universidad de los Andes, luego realizó una Maestría en Economía Agrícola en la U. Católica de Chile y Administración en la U. de Harvard.

Muy joven llegó a la Presidencia de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). Desde allí pasó a la Gerencia del Instituto Colombiano de Reforma Agraria (INCORA), entidad desde la cual se convirtió en UN convencido defensor de la democratización de la tierra y de una visión social y moderna del sector rural. Por esa época, gobierno de Virgilio Barco, lo conocí cuando me invitó al Guamo (Tolima), a una reunión nacional de gerentes del Incora. Barco lo respaldó en esa política, que llegó a afectar al mismo Ministro de Desarrollo de Barco, Carlos Arturo Marulanda, a quien “incoró”, como se decía, sin importarle que fuera el ahijado del mismísimo Presidente Barco.

Luego, pasó a ser consejero de Paz de la administración Barco, y desde allí impulsó los procesos de negociación con las FARC, el M-19 y otros grupos. El proceso con el M-19 siguió en el gobierno de César Gaviria, y culminó con la amnistía a este grupo y la Asamblea Nacional Constituyente. En reconocimiento a eso el M-19 lo invitó a hacer parte de sus listas a ese organismo.

Fue un liberal de filosofía y de partido, como pocos subsisten hoy. En representación de ese partido, hoy en crisis, fue candidato a la Alcaldía de Bogotá, con el apoyo de Luis Carlos Galán y Ernesto Samper Pizano. Pero la división, con Juan Martín Caicedo Ferrer, favoreció el triunfo del conservador Andrés Pastrana Arango. Fue concejal de Bogotá, también.

Posteriormente llegó a la Junta Directiva del Banco de la República, la nueva autoridad monetaria, creada por la Asamblea Nacional Constituyente. Posteriormente, fue elegido Contralor General de la República, entidad desde la cual realizó una labor técnica y rigurosa, en materia de control a los recursos y bienes del estado, fortaleció publicaciones como Economía Colombiana, entre otras, y le dio nuevos bríos a esa entidad que venía en crisis, luego de la gestión de David Turbay y Francisco “Quico” Becerra. Luego fue Rector de la Universidad Distrital de Bogotá y de la Universidad Autónoma. Liberal, progresista y amigo de la paz, ese fue Carlos Ossa.

Con Ossa E. se va otro economista liberal y demócrata. Como lo fueron, también, Luis Bernardo Florez, quien fuera Vice-contralor General, y Jesús Antonio Bejarano, investigador y docente, asesinado siendo presidente de la SAC, cuando salía de dictar sus clases en la U. Nacional.

Adiós a Carlos Páez Bonilla

Falleció esta semana en Valledupar, un gran señor, amigo de mi familia y vecino, Carlos Páez Bonilla. Comerciante y ganadero, el señor Carlos, como le decíamos todos, fue un gran ciudadano, vecino de El Pilón, acá en la calle 14, que vino desde su Fusagasugá del alma a hacer empresa a Valledupar, hace décadas. Nos deja una gran persona. Sentidas condolencias de mi familia a su señora Carmenza de Páez, a sus hijos Carlos, mi tocayo del alma, y a Lucho. Igual a sus nietos y demás familiares y amigos. Adiós al amigo de todos los tiempos: Carlos Páez B. Paz en su tumba.

Columnista
23 marzo, 2019

Un demócrata a carta cabal: Carlos Ossa Escobar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Alberto Maestre

La compleja historia del país algunas veces se refleja en la vida de los dirigentes de la política y los gremios privados, en situaciones paradójicas y curiosas, desde el punto de vista político y social. Ese fue el caso de Carlos Ossa Escobar, quien partió a la eternidad. Ossa Escobar, economista y político, nació en […]


La compleja historia del país algunas veces se refleja en la vida de los dirigentes de la política y los gremios privados, en situaciones paradójicas y curiosas, desde el punto de vista político y social. Ese fue el caso de Carlos Ossa Escobar, quien partió a la eternidad.

Ossa Escobar, economista y político, nació en Manizales (Caldas), pero pasó su juventud entre Sevilla y Cartago (Valle), por lo cual algunos que lo conocimos en su vida pública pensábamos que era valluno. Estudió economía en la Universidad de los Andes, luego realizó una Maestría en Economía Agrícola en la U. Católica de Chile y Administración en la U. de Harvard.

Muy joven llegó a la Presidencia de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). Desde allí pasó a la Gerencia del Instituto Colombiano de Reforma Agraria (INCORA), entidad desde la cual se convirtió en UN convencido defensor de la democratización de la tierra y de una visión social y moderna del sector rural. Por esa época, gobierno de Virgilio Barco, lo conocí cuando me invitó al Guamo (Tolima), a una reunión nacional de gerentes del Incora. Barco lo respaldó en esa política, que llegó a afectar al mismo Ministro de Desarrollo de Barco, Carlos Arturo Marulanda, a quien “incoró”, como se decía, sin importarle que fuera el ahijado del mismísimo Presidente Barco.

Luego, pasó a ser consejero de Paz de la administración Barco, y desde allí impulsó los procesos de negociación con las FARC, el M-19 y otros grupos. El proceso con el M-19 siguió en el gobierno de César Gaviria, y culminó con la amnistía a este grupo y la Asamblea Nacional Constituyente. En reconocimiento a eso el M-19 lo invitó a hacer parte de sus listas a ese organismo.

Fue un liberal de filosofía y de partido, como pocos subsisten hoy. En representación de ese partido, hoy en crisis, fue candidato a la Alcaldía de Bogotá, con el apoyo de Luis Carlos Galán y Ernesto Samper Pizano. Pero la división, con Juan Martín Caicedo Ferrer, favoreció el triunfo del conservador Andrés Pastrana Arango. Fue concejal de Bogotá, también.

Posteriormente llegó a la Junta Directiva del Banco de la República, la nueva autoridad monetaria, creada por la Asamblea Nacional Constituyente. Posteriormente, fue elegido Contralor General de la República, entidad desde la cual realizó una labor técnica y rigurosa, en materia de control a los recursos y bienes del estado, fortaleció publicaciones como Economía Colombiana, entre otras, y le dio nuevos bríos a esa entidad que venía en crisis, luego de la gestión de David Turbay y Francisco “Quico” Becerra. Luego fue Rector de la Universidad Distrital de Bogotá y de la Universidad Autónoma. Liberal, progresista y amigo de la paz, ese fue Carlos Ossa.

Con Ossa E. se va otro economista liberal y demócrata. Como lo fueron, también, Luis Bernardo Florez, quien fuera Vice-contralor General, y Jesús Antonio Bejarano, investigador y docente, asesinado siendo presidente de la SAC, cuando salía de dictar sus clases en la U. Nacional.

Adiós a Carlos Páez Bonilla

Falleció esta semana en Valledupar, un gran señor, amigo de mi familia y vecino, Carlos Páez Bonilla. Comerciante y ganadero, el señor Carlos, como le decíamos todos, fue un gran ciudadano, vecino de El Pilón, acá en la calle 14, que vino desde su Fusagasugá del alma a hacer empresa a Valledupar, hace décadas. Nos deja una gran persona. Sentidas condolencias de mi familia a su señora Carmenza de Páez, a sus hijos Carlos, mi tocayo del alma, y a Lucho. Igual a sus nietos y demás familiares y amigos. Adiós al amigo de todos los tiempos: Carlos Páez B. Paz en su tumba.