Es indudable que, aunque parezca que sí, hemos estado hablando de turismo sin ahondar sobre el bilingüismo y la estrecha relación, diríamos, obligatoria, que debe haber entre ambos conceptos, o por lo menos el tema no ha sido olvidado pero tampoco es que sea el primer factor en la conversación.
Esta apreciación surge de una productiva charla con Carmen Muñoz, coordinadora del Departamento de Idiomas de la Fundación Universitaria del Área Andina, sede Valledupar, cuando intentábamos analizar los resultados de la medición que determina el dominio del idioma inglés, realizada por la firma Education First, que ubicó a Colombia en el puesto 17 de 19 países evaluados en Latinoamérica.
En este diálogo con la profesional Areandina, recordamos que el Consejo Privado de Competitividad define para cada uno de los territorios unos pilares que se suman para revisar cómo estamos en la materia. Uno de ellos es por supuesto la educación superior y formación para el trabajo.
Vale la pena insistir en que nuestro indicador (subnacional 2019) adoptó la metodología del Foro Económico Mundial: existe un camino lineal hacia el desarrollo, en el cual los países primero deben garantizar apropiadas condiciones básicas y, una vez resueltas estas, pueden enfocarse en asuntos con mayor grado de sofisticación.
De allí que, en medio de una desaforada discusión sobre nuestro potencial turístico, debemos poner de presente a factores como el bilingüismo, las TIC y la atención al usuario como condiciones básicas para explorar (explotar) este renglón de la economía.
Entonces, ¿cómo estamos en el manejo del inglés para atender a los turistas que llegan a Valledupar? Podría pensarse que nos adelantamos demasiado pero son noticias y noticias sobre extranjeros que llegan atraídos por la bulla de los acordeones cada abril, y ahora cada vez más gracias al turismo de todos los tipos que estamos promoviendo.
“Para asumir los retos de la globalización debemos tener una comunicación permanente con el mundo y esto lo vamos a lograr a través de, mínimo, el manejo de un segundo idioma”, expresó Carmen Muñoz al consultarle hacia dónde y cómo debemos avanzar en este capítulo de la competitividad.
Como el empleo, y podemos decir articulado con él, el bilingüismo requiere de una cohesión institucional.
Sector privado, público, la academia, los centros de pensamiento, los gremios deben empezar a conversar, ojalá en inglés, sobre la condición básica que representa el manejo de idiomas que nos permitan ejercer un turismo competitivo. Dicho sea de paso, partiendo de la educación básica y media, el bilingüismo debe ser una capacidad territorial, obviamente, en todo el conglomerado humano que atiende, sirve y orienta al turista
Consideramos que el concepto de ‘Sorpresa Caribe’ fue novedoso hace décadas en Valledupar, con condiciones distintas de desarrollo. Hoy, con deficiencias en tecnologías de la información y las comunicaciones, aunque con turismo creciente, podríamos decir que vamos en camino de ser nuevamente ‘Sorpresa Caribe’, but, not yet.