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Columnista - 7 agosto, 2020

Tomemos conciencia de apoyo a la vida

En esta columna pedagógica por la defensa ambiental, hoy enviamos como reflexión el siguiente mensaje: Nosotros la mayoría de los ciudadanos del mundo libres o no, consideramos o creemos que nunca existió un momento de la historia en que un cambio de dirección fuera tan necesario como ahora que estamos viviendo tantas pandemias juntas (Sindemia). […]

En esta columna pedagógica por la defensa ambiental, hoy enviamos como reflexión el siguiente mensaje:

Nosotros la mayoría de los ciudadanos del mundo libres o no, consideramos o creemos que nunca existió un momento de la historia en que un cambio de dirección fuera tan necesario como ahora que estamos viviendo tantas pandemias juntas (Sindemia).  

No podemos cerrar nuestros ojos ante la continua degradación del medio ambiente a nivel mundial. El actual proceso de desarrollo, en el Norte y en el Sur, en el Este y el Oeste, es decir, en todas partes, se enfrenta a los mismos peligros y constituye la causa fundamental de la degradación del medio ambiente. 

Con la actual situación y todas las dificultades que enfrentamos los pueblos del mundo, con esperanza consideramos debe emerger un nuevo tipo de desarrollo humano y ambiental, no creemos equivocarnos que ello constituye la máxima responsabilidad de nuestra generación, esto conlleva a aceptar el desafío y trabajar juntos solidariamente para asegurar el futuro, porque tenemos que cambiar para seguir viviendo.

Debemos ser conscientes de la siguiente situación que mencionamos: Las tierras de cultivos y de pastoreo se encuentran en creciente presión en todas partes, amenazan la productividad agrícola; las selvas particularmente las tropicales, están disminuyendo rápidamente en extensión; la calidad del aire desmejorando en todas partes; la calidad de las aguas interiores sigue desmejorándose tanto que la disponibilidad de agua potable no alcanza para satisfacer los requerimientos mínimos; los asentamientos humanos continúan extendiéndose sobre tierras agrícolas de primera calidad, al tiempo que el paisaje y las áreas urbanas continúan deteriorándose; la diversidad biológica continúa declinando a un ritmo desconocido en la historia debido a la destrucción de su hábitat natural.

Ante lo anteriormente expuesto, no cabe dudas que la violencia creciente contra el medio ambiente y la degradación del ambiente, tal como lo anotáramos en nuestro libro, “La otra Violencia”, han llevado inevitablemente a una mayor inseguridad, a una mayor pobreza en medio de una relativa abundancia y de un aumento de la violencia contra la propia humanidad.

Para concluir este escrito, consideramos que debemos hablar de la creación de una alternativa que representa un importante desafío intelectual y político, es decir, el de elaborar y articular un nuevo tipo de desarrollo. No se puede seguir defendiendo al desarrollo como el simple incremento del consumo y productivo de bienes materiales y servicios. Se lo debe definir en cambio como un proceso que permite a los individuos comunidades y gobierno al rescate de sus derechos y sus capacidades para decidir su propio futuro.  

La libertad para elegir el estilo de vida personal de acuerdo con la cultura los valores tradicionales y las necesidades sociales es esencial.  Más allá de estos horizontes inmediatos, existen problemas urgentes letales como la modificación del clima.

Columnista
7 agosto, 2020

Tomemos conciencia de apoyo a la vida

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

En esta columna pedagógica por la defensa ambiental, hoy enviamos como reflexión el siguiente mensaje: Nosotros la mayoría de los ciudadanos del mundo libres o no, consideramos o creemos que nunca existió un momento de la historia en que un cambio de dirección fuera tan necesario como ahora que estamos viviendo tantas pandemias juntas (Sindemia). […]


En esta columna pedagógica por la defensa ambiental, hoy enviamos como reflexión el siguiente mensaje:

Nosotros la mayoría de los ciudadanos del mundo libres o no, consideramos o creemos que nunca existió un momento de la historia en que un cambio de dirección fuera tan necesario como ahora que estamos viviendo tantas pandemias juntas (Sindemia).  

No podemos cerrar nuestros ojos ante la continua degradación del medio ambiente a nivel mundial. El actual proceso de desarrollo, en el Norte y en el Sur, en el Este y el Oeste, es decir, en todas partes, se enfrenta a los mismos peligros y constituye la causa fundamental de la degradación del medio ambiente. 

Con la actual situación y todas las dificultades que enfrentamos los pueblos del mundo, con esperanza consideramos debe emerger un nuevo tipo de desarrollo humano y ambiental, no creemos equivocarnos que ello constituye la máxima responsabilidad de nuestra generación, esto conlleva a aceptar el desafío y trabajar juntos solidariamente para asegurar el futuro, porque tenemos que cambiar para seguir viviendo.

Debemos ser conscientes de la siguiente situación que mencionamos: Las tierras de cultivos y de pastoreo se encuentran en creciente presión en todas partes, amenazan la productividad agrícola; las selvas particularmente las tropicales, están disminuyendo rápidamente en extensión; la calidad del aire desmejorando en todas partes; la calidad de las aguas interiores sigue desmejorándose tanto que la disponibilidad de agua potable no alcanza para satisfacer los requerimientos mínimos; los asentamientos humanos continúan extendiéndose sobre tierras agrícolas de primera calidad, al tiempo que el paisaje y las áreas urbanas continúan deteriorándose; la diversidad biológica continúa declinando a un ritmo desconocido en la historia debido a la destrucción de su hábitat natural.

Ante lo anteriormente expuesto, no cabe dudas que la violencia creciente contra el medio ambiente y la degradación del ambiente, tal como lo anotáramos en nuestro libro, “La otra Violencia”, han llevado inevitablemente a una mayor inseguridad, a una mayor pobreza en medio de una relativa abundancia y de un aumento de la violencia contra la propia humanidad.

Para concluir este escrito, consideramos que debemos hablar de la creación de una alternativa que representa un importante desafío intelectual y político, es decir, el de elaborar y articular un nuevo tipo de desarrollo. No se puede seguir defendiendo al desarrollo como el simple incremento del consumo y productivo de bienes materiales y servicios. Se lo debe definir en cambio como un proceso que permite a los individuos comunidades y gobierno al rescate de sus derechos y sus capacidades para decidir su propio futuro.  

La libertad para elegir el estilo de vida personal de acuerdo con la cultura los valores tradicionales y las necesidades sociales es esencial.  Más allá de estos horizontes inmediatos, existen problemas urgentes letales como la modificación del clima.