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Columnista - 26 julio, 2016

Tamalameque llama la atención de Asamblea del Cesar

Tamalameque es una de las poblaciones más antiguas de Colombia, pueblo mágico, poseedor de un inmenso valor cultural, historia, mitos y leyendas, pero también un municipio que ha padecido del abandono, olvido y desatención estatal por 472 años, lo que ha condenado a la población al atraso, pobreza y condiciones básicas insatisfechas. Por eso sus […]

Tamalameque es una de las poblaciones más antiguas de Colombia, pueblo mágico, poseedor de un inmenso valor cultural, historia, mitos y leyendas, pero también un municipio que ha padecido del abandono, olvido y desatención estatal por 472 años, lo que ha condenado a la población al atraso, pobreza y condiciones básicas insatisfechas.

Por eso sus habitantes, indignados y preocupados por la precaria situación que padecen, donde el agua no es apta para el consumo humano, la salud es paupérrima, el alcantarillado es deficiente, la educación tiene serias falencias y el ente territorial acarrea un grave déficit fiscal, deciden tocar puertas para que la dirigencia departamental posesione sus ojos en sus necesidades y problemática.

Ante desolador panorama, el Municipio encuentra en el diputado Manuel Mejía Payares un aliado, un doliente y amigo comprometido con su situación, quien mediante proposición plantea a la Asamblea Departamental realizar una sesión extraordinaria en Tamalameque para que se analice y busque solución a su problemática, contando con el apoyo y respaldo de todos los miembros de la duma.

Es así como el pasado 21 de julio se llevó a cabo esta sesión, donde se invitó al señor Gobernador, varios de sus secretarios, al director de Corpocesar, el alcalde del municipio, líderes y comunidad en general, para que unos conocieran la problemática, otros la expusieran y unidos buscaran mecanismos de solución que permitiera la construcción de un Tamalameque mejor.

La sesión extraordinaria fue un éxito, a pesar de algunos pequeños problemas logísticos y de organización, los habitantes del Municipio expusieron su inconformismo y necesidades, encontrando en los diputados recepción y compromiso para la búsqueda de soluciones, donde exigieron del gobierno departamental mayor atención y pronta solución a la problemática de Tamalameque.

Diputados como Manuel Mejía, Miguel Ángel Gutiérrez, Camilo Lacoutore, Eduardo Santos y José Mario Barriga exigieron mayor inversión y obras, de Aguas del Cesar la solución definitiva a la problemática del Acueducto, al Secretario de Infraestructura la terminación y entrega del parque estadio, la pavimentación de calles, a los encargados de la salud el saneamiento del hospital y la prestación de un eficiente y excelente servicio, entre otras.

Así mismo se logró la consecución de un vehículo y dos motocicletas para la seguridad del municipio, la contratación de los diseños para la pavimentación de la vía la Rivera – Puerto Bocas, retomar la pavimentación de la carretera Brisas – Costilla, cupo para programas de vivienda, proyectos con el DNP, el compromiso de Corpocesar de viabilizar y contratar el destaponamiento de la quebrada La Floresta, además de gestionar la gasificación de corregimientos y la dotación del hospital local, estos tres últimos a la espera de la presentación de los proyectos por parte de la alcaldía.

Enhorabuena la Asamblea volteó sus ojos hacía Tamalameque, porque la historia reclamaba que se dignificara al municipio ante el abandono que ha tenido, se comenzará a pagar la deuda política y social con esta comunidad, por eso ahora se hace necesario el cumplimiento, seguimiento y acompañamiento de lo pactado, para garantizar el mejoramiento de la calidad de vida de los Tamalamequeros.

El lunar del evento fue el desplante del Gobernador a Tamalameque y su gente con su no asistencia, desde campaña el doctor Ovalle olvidó la ruta que conduce al Municipio, por eso sus habitantes parodiando la canción de Piero, ‘Los americanos’, le dijeron a los diputados si ven al gobernador Franco Ovalle por allá, le dan muchos, muchos saludos.

Por Diógenes Pino

 

Columnista
26 julio, 2016

Tamalameque llama la atención de Asamblea del Cesar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
El Pilón

Tamalameque es una de las poblaciones más antiguas de Colombia, pueblo mágico, poseedor de un inmenso valor cultural, historia, mitos y leyendas, pero también un municipio que ha padecido del abandono, olvido y desatención estatal por 472 años, lo que ha condenado a la población al atraso, pobreza y condiciones básicas insatisfechas. Por eso sus […]


Tamalameque es una de las poblaciones más antiguas de Colombia, pueblo mágico, poseedor de un inmenso valor cultural, historia, mitos y leyendas, pero también un municipio que ha padecido del abandono, olvido y desatención estatal por 472 años, lo que ha condenado a la población al atraso, pobreza y condiciones básicas insatisfechas.

Por eso sus habitantes, indignados y preocupados por la precaria situación que padecen, donde el agua no es apta para el consumo humano, la salud es paupérrima, el alcantarillado es deficiente, la educación tiene serias falencias y el ente territorial acarrea un grave déficit fiscal, deciden tocar puertas para que la dirigencia departamental posesione sus ojos en sus necesidades y problemática.

Ante desolador panorama, el Municipio encuentra en el diputado Manuel Mejía Payares un aliado, un doliente y amigo comprometido con su situación, quien mediante proposición plantea a la Asamblea Departamental realizar una sesión extraordinaria en Tamalameque para que se analice y busque solución a su problemática, contando con el apoyo y respaldo de todos los miembros de la duma.

Es así como el pasado 21 de julio se llevó a cabo esta sesión, donde se invitó al señor Gobernador, varios de sus secretarios, al director de Corpocesar, el alcalde del municipio, líderes y comunidad en general, para que unos conocieran la problemática, otros la expusieran y unidos buscaran mecanismos de solución que permitiera la construcción de un Tamalameque mejor.

La sesión extraordinaria fue un éxito, a pesar de algunos pequeños problemas logísticos y de organización, los habitantes del Municipio expusieron su inconformismo y necesidades, encontrando en los diputados recepción y compromiso para la búsqueda de soluciones, donde exigieron del gobierno departamental mayor atención y pronta solución a la problemática de Tamalameque.

Diputados como Manuel Mejía, Miguel Ángel Gutiérrez, Camilo Lacoutore, Eduardo Santos y José Mario Barriga exigieron mayor inversión y obras, de Aguas del Cesar la solución definitiva a la problemática del Acueducto, al Secretario de Infraestructura la terminación y entrega del parque estadio, la pavimentación de calles, a los encargados de la salud el saneamiento del hospital y la prestación de un eficiente y excelente servicio, entre otras.

Así mismo se logró la consecución de un vehículo y dos motocicletas para la seguridad del municipio, la contratación de los diseños para la pavimentación de la vía la Rivera – Puerto Bocas, retomar la pavimentación de la carretera Brisas – Costilla, cupo para programas de vivienda, proyectos con el DNP, el compromiso de Corpocesar de viabilizar y contratar el destaponamiento de la quebrada La Floresta, además de gestionar la gasificación de corregimientos y la dotación del hospital local, estos tres últimos a la espera de la presentación de los proyectos por parte de la alcaldía.

Enhorabuena la Asamblea volteó sus ojos hacía Tamalameque, porque la historia reclamaba que se dignificara al municipio ante el abandono que ha tenido, se comenzará a pagar la deuda política y social con esta comunidad, por eso ahora se hace necesario el cumplimiento, seguimiento y acompañamiento de lo pactado, para garantizar el mejoramiento de la calidad de vida de los Tamalamequeros.

El lunar del evento fue el desplante del Gobernador a Tamalameque y su gente con su no asistencia, desde campaña el doctor Ovalle olvidó la ruta que conduce al Municipio, por eso sus habitantes parodiando la canción de Piero, ‘Los americanos’, le dijeron a los diputados si ven al gobernador Franco Ovalle por allá, le dan muchos, muchos saludos.

Por Diógenes Pino