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Columnista - 13 abril, 2019

Sombra al amo

Cuando se trata del poder, hacerle sombra al amo es quizá el peor error de todos los que se puedan cometer. No se engañe pensando que la vida ha cambiado mucho después de los días de Luis XIV o de los médicis. Quienes logran ocupar posiciones de poder en la vida son como las reinas […]

Cuando se trata del poder, hacerle sombra al amo es quizá el peor error de todos los que se puedan cometer. No se engañe pensando que la vida ha cambiado mucho después de los días de Luis XIV o de los médicis. Quienes logran ocupar posiciones de poder en la vida son como las reinas y los reyes: quieren sentirse seguros de superar a quienes los rodean en inteligencia, simpatía, ingenio y encanto. Creer que al hacer gala de sus dones y talentos usted va a ganar el afecto de su amo es un error fatal, aunque muy común. Su superior podría disimular aprecio, pero en la primera oportunidad que se le presente lo reemplazará con alguien menos inteligente, menos atractivo y amenazador.
El texto anterior hace parte de la primera Ley (Nunca le haga sombra a su amo) del Libro las 48 Leyes del Poder. Hace poco retomé la lectura de este libro autoría de Robert Green, del cual algunos estudiosos y analistas consideran que el autor hizo un reciclaje de los clásicos el Príncipe de Nicolás Maquiavelo o el Arte de la Guerra de Sun Tzu. Sin embargo, cada ley resulta atrapante y conlleva a observar, particularmente, muy de cerca la dinámica de la política colombiana.
La Ley “Nunca le haga sombra a su amo” la relacioné con un hecho reciente que involucró al exgobernador del departamento del Cesar, Luis Alberto Monsalvo. En una reunión política el exmandatario departamental expresó con total espesura intelectual que “el gobierno no es para planificar, el gobierno es para que se ejecute” continuó diciendo: “nosotros no vamos a planificar, nosotros vamos a llegar a ejecutar desde el primer día de gobierno”
Debo advertir que el video que rodó por las redes sociales es susceptible de edición, ustedes saben que están de moda las falsas verdades. Aunado no podemos desconocer el impacto del video en un año electoral. Sin embargo, no escuché reacciones que desvirtuaran los supuestos que expongo, aunque este tipo de situaciones pasan desapercibidas la mayoría de las veces. Las imágenes del video dejan en evidencia la actitud vasalla de los asistentes a la reunión, quienes aplaudieron convencidos el gazapo del exmandatario.
Coloquialmente la connotación de los ejercicios de la actividad política en el departamento del Cesar, narran que en ese sentido coexiste la analogía de una finca en la que los electores son capataces y los dirigentes políticos los amos. Pareciera que el pueblo que personifica los capataces, quiere seguir oprimido y cegado ante la realidad del zafarí de elefantes blancos, de las obras inconclusas estructuradas en el gobierno de Luis Alberto Monsalvo. Al contrario, los otros amos que procuran desplazar a su homónimo, aprovecharon la oportunidad y coadyuvaron con el momento de decadencia.
@LuchoDiaz12

Columnista
13 abril, 2019

Sombra al amo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Cuando se trata del poder, hacerle sombra al amo es quizá el peor error de todos los que se puedan cometer. No se engañe pensando que la vida ha cambiado mucho después de los días de Luis XIV o de los médicis. Quienes logran ocupar posiciones de poder en la vida son como las reinas […]


Cuando se trata del poder, hacerle sombra al amo es quizá el peor error de todos los que se puedan cometer. No se engañe pensando que la vida ha cambiado mucho después de los días de Luis XIV o de los médicis. Quienes logran ocupar posiciones de poder en la vida son como las reinas y los reyes: quieren sentirse seguros de superar a quienes los rodean en inteligencia, simpatía, ingenio y encanto. Creer que al hacer gala de sus dones y talentos usted va a ganar el afecto de su amo es un error fatal, aunque muy común. Su superior podría disimular aprecio, pero en la primera oportunidad que se le presente lo reemplazará con alguien menos inteligente, menos atractivo y amenazador.
El texto anterior hace parte de la primera Ley (Nunca le haga sombra a su amo) del Libro las 48 Leyes del Poder. Hace poco retomé la lectura de este libro autoría de Robert Green, del cual algunos estudiosos y analistas consideran que el autor hizo un reciclaje de los clásicos el Príncipe de Nicolás Maquiavelo o el Arte de la Guerra de Sun Tzu. Sin embargo, cada ley resulta atrapante y conlleva a observar, particularmente, muy de cerca la dinámica de la política colombiana.
La Ley “Nunca le haga sombra a su amo” la relacioné con un hecho reciente que involucró al exgobernador del departamento del Cesar, Luis Alberto Monsalvo. En una reunión política el exmandatario departamental expresó con total espesura intelectual que “el gobierno no es para planificar, el gobierno es para que se ejecute” continuó diciendo: “nosotros no vamos a planificar, nosotros vamos a llegar a ejecutar desde el primer día de gobierno”
Debo advertir que el video que rodó por las redes sociales es susceptible de edición, ustedes saben que están de moda las falsas verdades. Aunado no podemos desconocer el impacto del video en un año electoral. Sin embargo, no escuché reacciones que desvirtuaran los supuestos que expongo, aunque este tipo de situaciones pasan desapercibidas la mayoría de las veces. Las imágenes del video dejan en evidencia la actitud vasalla de los asistentes a la reunión, quienes aplaudieron convencidos el gazapo del exmandatario.
Coloquialmente la connotación de los ejercicios de la actividad política en el departamento del Cesar, narran que en ese sentido coexiste la analogía de una finca en la que los electores son capataces y los dirigentes políticos los amos. Pareciera que el pueblo que personifica los capataces, quiere seguir oprimido y cegado ante la realidad del zafarí de elefantes blancos, de las obras inconclusas estructuradas en el gobierno de Luis Alberto Monsalvo. Al contrario, los otros amos que procuran desplazar a su homónimo, aprovecharon la oportunidad y coadyuvaron con el momento de decadencia.
@LuchoDiaz12