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Sin categoría - 15 mayo, 2025

Sigue crisis humanitaria por Monte Sión: kankuamos denuncian confinamiento de niños y adultos mayores

De acuerdo con el pueblo kankuamo, desde el pasado 28 de abril las personas confinadas no han podido acceder a servicios médicos urgentes.

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La puja indígena por la posesión del predio Monte Sión, ubicado vía Sabana Crepo, zona rural de Valledupar, se sigue agravando al persistir el presunto confinamiento de 36 kankuamos, entre ellos niños y niñas de la comunidad Minakemena, del resguardo Los Laureles,  por parte de un grupo de arhuacos que impiden su salida de esa zona. 

Así lo dio a conocer  la OIK, Autoridades del Pueblo Indígena Kankuamo, a través de un comunicado a la opinión pública en el que aseguró que en la visita de verificación realizada por la Alcaldía Municipal a Minakamena, se constató que 36 kankuamos, entre ellos 16 niños, se les ha impedido desplazarse fuera del resguardo, no han podido acceder a servicios básicos de salud y está en riesgo su seguridad alimentaria. 

“El control de vías, el bloqueo al ingreso de insumos básicos y la ocupación de territorios colectivos son hechos graves que constituyen violaciones a nuestros derechos y a las garantías constitucionales. La visita corrobora que persiste una clara vulneración de los derechos fundamentales y colectivos del pueblo Kankuamo”, puntualiza el comunicado. 

En ese sentido, le solicitan a la Alcaldía de Valledupar, a la Gobernación del Cesar y a la Fuerza Pública, que “cumplan con su deber constitucional” de garantizar la vida, integridad y permanencia del pueblo Kankuamo en su territorio. Acotando así que la situación se agrava cada día más y que las personas “privadas de sus derechos” están próximas a cumplir 20 días de confinamiento en condiciones mínimas de dignidad. 

“Acuerdos de papel” 

El pasado lunes, 12 de mayo, en Valledupar, se realizó un Consejo de Seguridad Extraordinario en el que estuvieron presentes los cabildos gobernadores de los pueblos arhuaco y kankuamo, Zarwawiko Torres Torres y Jaime Luis Arias,  para buscar una solución a este conflicto. La reunión, que parecía haber bajado las tensiones entre ambos pueblos, resultó ser un “acuerdo de papel” que quedó en evidencia en la visita realizada a Los Laureles. 

“Ponemos en evidencia la falta de buena fe por parte del sector agresor del pueblo Arhuaco, cuyas declaraciones en el Consejo de Seguridad son contrarias a la realidad verificada hoy en terreno. Esta contradicción compromete gravemente la confianza en el proceso de diálogo”, argumentó el pueblo kankuamo. 

Esta comunidad precisó que la destrucción por parte de un grupo del pueblo arhuaco a la escuela La Estación, está afectando a 70 niños kankuamos que están sin acceso a la educación y en riesgo creciente de desnutrición debido a la pérdida de las cosechas y el bloqueo del ingreso de alimentos y medicinas.

Monte Sión 

Según la OIK, un sector del pueblo arhuaco desplazó a 56 familias kankuamas asentadas en Monte Sión. Estos núcleos familiares están conformados por cerca de 100 personas, entre ellos 56 niños que se encuentran en estado de vulnerabilidad y hacinados en la Casa Indígena de Valledupar. 

Por lo anterior, esta comunidad exige la restitución integral de los predios afectados por la incursión violenta de un grupo de arhuacos, incluyendo de manera indivisible el predio Monte Sión, “territorio ancestral” y propiedad colectiva legalmente titulada al Resguardo Indígena Kankuamo.

Asimismo, la adopción de manera inmediata de todas las medidas necesarias para remover a los arhuacos que “irregularmente” están haciendo presencia forzada y violenta en Minakamena. 

“Exigimos el retorno seguro, digno y con garantías de no repetición de las familias víctimas de desplazamiento forzado. El pueblo kankuamo no aceptará soluciones parciales, dilatorias o condicionadas. El retorno es un derecho, no una concesión. Monte Sión es nuestro, y defenderlo es un deber espiritual y legal”, argumentó la OIK.

Por Redacción EL PILÓN

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15 mayo, 2025

Sigue crisis humanitaria por Monte Sión: kankuamos denuncian confinamiento de niños y adultos mayores

De acuerdo con el pueblo kankuamo, desde el pasado 28 de abril las personas confinadas no han podido acceder a servicios médicos urgentes.


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La puja indígena por la posesión del predio Monte Sión, ubicado vía Sabana Crepo, zona rural de Valledupar, se sigue agravando al persistir el presunto confinamiento de 36 kankuamos, entre ellos niños y niñas de la comunidad Minakemena, del resguardo Los Laureles,  por parte de un grupo de arhuacos que impiden su salida de esa zona. 

Así lo dio a conocer  la OIK, Autoridades del Pueblo Indígena Kankuamo, a través de un comunicado a la opinión pública en el que aseguró que en la visita de verificación realizada por la Alcaldía Municipal a Minakamena, se constató que 36 kankuamos, entre ellos 16 niños, se les ha impedido desplazarse fuera del resguardo, no han podido acceder a servicios básicos de salud y está en riesgo su seguridad alimentaria. 

“El control de vías, el bloqueo al ingreso de insumos básicos y la ocupación de territorios colectivos son hechos graves que constituyen violaciones a nuestros derechos y a las garantías constitucionales. La visita corrobora que persiste una clara vulneración de los derechos fundamentales y colectivos del pueblo Kankuamo”, puntualiza el comunicado. 

En ese sentido, le solicitan a la Alcaldía de Valledupar, a la Gobernación del Cesar y a la Fuerza Pública, que “cumplan con su deber constitucional” de garantizar la vida, integridad y permanencia del pueblo Kankuamo en su territorio. Acotando así que la situación se agrava cada día más y que las personas “privadas de sus derechos” están próximas a cumplir 20 días de confinamiento en condiciones mínimas de dignidad. 

“Acuerdos de papel” 

El pasado lunes, 12 de mayo, en Valledupar, se realizó un Consejo de Seguridad Extraordinario en el que estuvieron presentes los cabildos gobernadores de los pueblos arhuaco y kankuamo, Zarwawiko Torres Torres y Jaime Luis Arias,  para buscar una solución a este conflicto. La reunión, que parecía haber bajado las tensiones entre ambos pueblos, resultó ser un “acuerdo de papel” que quedó en evidencia en la visita realizada a Los Laureles. 

“Ponemos en evidencia la falta de buena fe por parte del sector agresor del pueblo Arhuaco, cuyas declaraciones en el Consejo de Seguridad son contrarias a la realidad verificada hoy en terreno. Esta contradicción compromete gravemente la confianza en el proceso de diálogo”, argumentó el pueblo kankuamo. 

Esta comunidad precisó que la destrucción por parte de un grupo del pueblo arhuaco a la escuela La Estación, está afectando a 70 niños kankuamos que están sin acceso a la educación y en riesgo creciente de desnutrición debido a la pérdida de las cosechas y el bloqueo del ingreso de alimentos y medicinas.

Monte Sión 

Según la OIK, un sector del pueblo arhuaco desplazó a 56 familias kankuamas asentadas en Monte Sión. Estos núcleos familiares están conformados por cerca de 100 personas, entre ellos 56 niños que se encuentran en estado de vulnerabilidad y hacinados en la Casa Indígena de Valledupar. 

Por lo anterior, esta comunidad exige la restitución integral de los predios afectados por la incursión violenta de un grupo de arhuacos, incluyendo de manera indivisible el predio Monte Sión, “territorio ancestral” y propiedad colectiva legalmente titulada al Resguardo Indígena Kankuamo.

Asimismo, la adopción de manera inmediata de todas las medidas necesarias para remover a los arhuacos que “irregularmente” están haciendo presencia forzada y violenta en Minakamena. 

“Exigimos el retorno seguro, digno y con garantías de no repetición de las familias víctimas de desplazamiento forzado. El pueblo kankuamo no aceptará soluciones parciales, dilatorias o condicionadas. El retorno es un derecho, no una concesión. Monte Sión es nuestro, y defenderlo es un deber espiritual y legal”, argumentó la OIK.

Por Redacción EL PILÓN