En algún momento, la serranía de Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta estuvieron inundadas de cultivos ilícitos de marihuana y coca. El clima y las condiciones del suelo eran las adecuadas para su cosecha. Pero los cultivos se redujeron al punto que el Cesar está a punto de ser declarado como un departamento libre de coca.

En otras condiciones, en Colombia se abrió la discusión sobre el cannabis medicinal. El potencial del país y del departamento del Cesar en este mercado es gracias a las condiciones climáticas. Según información del propio Gobierno, el cannabis podría ser el tercer sector más importante en exportación del país con cifras de 6.000 millones de dólares anuales en derivados para uso medicinal.

LA GUAJIRA Y MAGDALENA ADELANTADOS

En el país se han presentado 4.000 solicitudes para producir cannabis medicinal, sin embargo, el Cesar aún no es protagonista en el tema. En once departamentos de Colombia se han autorizado las diferentes licencias por el Gobierno Nacional, en las categorías de cannabis psicoactivo, no psicoactivo y semillas para siembra y fabricación de derivados, y 32 municipios de Colombia han emprendido el camino de la industria del cannabis.

Entre esos está La Guajira, Antioquia, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Huila, Magdalena, Meta, Santander, Tolima y Valle, pero no el Cesar. “Tenemos las condiciones agroclimáticas para hacerlo. El cannabis medicinal tiene una gran apertura y posibilidades de mercado, pero son inversiones muy altas, que requieren empresas de gran importancia”, explica el secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo. En el Cesar, lo más cercano en ese sentido, según el funcionario, es una alianza de la canadiense Pharmacielo con las comunidades arhuacas del departamento.

La empresa es una multinacional de Canadá que tiene una inversión en Colombia en una planta de manufactura de medicamentos a base de cannabis. También está la empresa CANNAVIDA, que invirtió en la adquisición de predios e instalación de invernaderos en Barichara, Santander, para el establecimiento de plantaciones de cannabis con uso medicinal.

MUNICIPIOS CON POTENCIALIDADES

Alrededor de 1.439.400 hectáreas conforman la frontera agrícola del Cesar. En el caso de este cultivo, las potencialidades se presentan en el sur del departamento por la alta pluviosidad en municipios como Sal Alberto, San Martín, Río de Oro, González; y por el norte del departamento, la mayor potencialidad para la siembra del cannabis medicinal estaría en los municipios ubicados en las estribaciones de la serranía de Perijá y la sierra Nevada de Santa Marta: Pueblo Bello, Manaure, El Copey, Codazzi, La Jagua y Becerril.

Sin embargo, antes de ingresar a esa industria, conocedores del campo recomiendan primero identificar las hectáreas aptas y los costos de la producción.

“Para eso hay que hacer un diagnóstico en la zona. Es un cultivo nuevo, se está queriendo incentivar como cultivo lícito. Además de conocer los territorios dónde se puede sembrar, se tendría que hacer un diagnóstico para ver qué tan viable y rentable es. En tiempos pasados en el Cesar se cultivó de manera ilícita y sin buenas practicas, pero hacerlo de forma medicinal tiene una fuerte reglamentación”, señaló el secretario de Agricultura de La Jagua de Ibirico, Diego Arias.

Según informes académicos, esa industria genera ingresos totales por US$99 millones en las 56 hectáreas que hay sembradas en Colombia. Por otro lado, el mercado mundial del cannabis, según Grand View Research, tiene un valor aproximado de 11 billones de dólares. En 2025, según la misma fuente, puede llegar a ser de 54 billones.

“A pesar de los buenos resultados, no debemos acelerarnos pero sí dar pasos firmes. Bajo unas condiciones técnicas necesita una inversión alta, estudios de mercado. Es un cultivo que técnicamente es desconocido para el Cesar que necesita de ayuda profesional”, agregó Arias.

Hasta el momento, el mayor avance en el Cesar es la presunción que se cumple con todas las condiciones agroclimáticas para sembrar y desarrollar la industria del cannabis.

POR: DEIVIS CARO DAZA/ EL PILÓN
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