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Especial - 1 abril, 2019

Seis gráficas para entender el problema y las alternativas al desempleo de Valledupar ¡Curso (gratis) para candidatos!

CESORE, Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, es una organización que, desde la sociedad civil, sin ánimo de lucro, ni color político, ni partidista, tiene la misión de ayudar a construir ciudadanía y velar porque las políticas públicas cumplan su cometido, tanto en Valledupar cómo en el Cesar. Este informe contó con el apoyo técnico […]

Foto: Archivo.
Foto: Archivo.

CESORE, Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, es una organización que, desde la sociedad civil, sin ánimo de lucro, ni color político, ni partidista, tiene la misión de ayudar a construir ciudadanía y velar porque las políticas públicas cumplan su cometido, tanto en Valledupar cómo en el Cesar. Este informe contó con el apoyo técnico del Proyecto Mercado Laboral del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. PNUD, manteniendo CESORE total responsabilidad por su contenido.

Desde el mes de febrero del 2007, hace 12 años- cuando se empezó a medir por el Dane la tasa de desempleo en Valledupar, esta ciudad no presentaba una cifra tan elevada, cómo la del mes pasado, 16.4 %, lo que equivale a 33.000 personas sufriendo ese flagelo junto con sus familias, unas 120.000 personas. Lo que preocupa es que la tendencia no se quiebra, sino que el desempleo aumenta y tampoco se visualiza ningún programa de choque. El desempleo conlleva a la pobreza, y es caldo para que florezca la inseguridad, el pandillismo y otras lacras sociales. Por eso CESORE, con el apoyo del Proyecto de Mercado Laboral: Productividad y Competitividad para el Desarrollo del Programa de las Naciones Unidas PNUD, realiza esta contribución para entender la problemática, pero también para hacer unas propuestas de acción.

  1. EL DESEMPLEO ES DE LARGO ALIENTO

La primera consideración a tener en cuenta es que el desempleo viene aumentando en Valledupar desde hace varios años, más exactamente desde el 2015. Después de haber tenido un buen comportamiento al estar inclusive por debajo de la media nacional, cuando alcanzó un solo dígito. La primera conclusión de política pública es que el desempleo vallenato no se debe sólo a fenómenos coyunturales, cómo la crisis de la construcción o la migración venezolana. Ambos aportan al desempleo, pero no son los únicos responsables, ni siquiera los más importantes. El tema es estructural y de largo aliento. ¡Así que primera conclusión: no buscar el ahogado aguas arriba!

  1. EL DESEMPLEO TIENE ROSTRO DE MUJER

El desempleo de las mujeres es el doble que el de los hombres: 10.8 % frente a 19,3 %; en donde la tasa de ocupación para las mujeres es de 54,6 % y la de los hombres es de 69,9 % lo que muestra que hay menores oportunidades para las mujeres de conseguir empleo, y aun cuando están ocupadas las mujeres ganan 22,3 % menos ingresos salariales que los hombres en condiciones de trabajos, estudios y experiencia similares. En particular si son jóvenes y con poca educación, sus opciones son verdaderamente limitadas. Una manera de comenzar con pie derecho una política pública de empleo es apoyando este cierre de brechas.

  1. BACHILLERES A ESTUDIAR, PROFESIONALES A TRABAJAR

Esta gráfica evidencia dos problemas que tiene Valledupar en su estructura laboral. Por un lado, más del 50 % de los desempleados apenas son bachilleres. Podríamos pensar que muchos de ellos son jóvenes. Valledupar es la capital con el mayor número de NINIS en todo el país; el 27.5 %, aproximadamente 23.000 jóvenes, ni estudian, ni trabajan, ni se capacitan. Están en la ciudad esperando oportunidades que de no generarse se traducirán en frustraciones. El 53.3 % de los desempleados tiene como máximo cartón de bachiller, así que, por lo tanto, una recomendación de política es que muchos de esos jóvenes varones y mujeres deben seguir es estudiando. Sólo como bachilleres, será muy precario y mal pago el ingreso que recibirán. Para ellas y ellos, incentivos para estudiar, cupos en el Sena y en institutos tecnológicos y en universidades es lo que se necesita, con apoyo para que se mantengan estudiando. En la medida en que entren a estudiar, bajará la tasa de desempleo y estos jóvenes tendrán un mejor futuro laboral.

El segundo problema es el explicativo de gran parte del desempleo vallenato. La cantidad importante de técnicos y universitarios con cartón, pero sin empleo, porque el aparato productivo no tiene la capacidad para enrolarlos. El 44,5 % de los desempleados vallenatos están capacitados, pero no encuentran empleo. El aparato económico estancado es la causa principal, aunque posiblemente hay algo de desempleo friccional; el empresario busca trabajadores, pero no los encuentra, porque no hay un mecanismo efectivo de intermediación laboral. Pero en conclusión no hay inversiones, y por lo tanto se carece de un tejido empresarial sólido. La recomendación de política pública aquí, o como diría Leandro Diaz “la contra”, sería generar una serie de incentivos tributarios, económicos y laborales para atraer inversionistas. Buscarlos, hacerle el lobby, copatrocinar, cómo en su momento se hicieron con los centros comerciales que invirtieron en Valledupar. A los inversionistas les gustan las reglas claras y la transparencia en los trámites. Hay que reunirse con el reciente reformado Comité Intergremial y construir entre todos. Se requieren estructurar programas con la Cámara de Comercio, con potenciales agroinduatriales de la región, con el apoyo de recursos de las regalías y con la participación de la gobernación.

COMERCIO AL POR MENOR EL QUE MAS EMPLEO GENERA

El comercio al por menor es el sector de la economía que más empleo genera (20,3 %). Lo que es una constante normal para este tipo de ciudades, aproximadamente 34.140 empleados. Después está el sector de transporte, almacenamiento y comunicaciones que incluye el mototaxismo (10,9 %). Sabemos que en Valledupar la informalidad es del 59,0 % y que mucha de ella, incluido el mototaxismo, son ocupaciones precarias, no son empleo decente y en este caso tampoco es transporte seguro. Para el año 2017 el 22,6 % de los ocupados de Valledupar se encontraban en condición de pobreza monetaria. No basta solo con trabajar, hay que tener un ingreso remunerativo. Lo otro que hay que decir es que la tasa global de participación que tuvo un incremento moderado en el año 2017 se estabilizó en los últimos meses, significa que no es el exceso de personas buscando trabajo lo que está generando el alto desempleo, sino la escasez de oportunidades, como se corroboró en el punto anterior.

ALIMENTOS, COMERCIO AL POR MAYOR Y TEXTILES LOS QUE MÁS HAN CRECIDO. MINERÍA, HOTELERÍA Y CONSTRUCCIÓN LOS QUE MÁS HAN DESTRUIDO EMPLEO

Este es uno de los gráficos que debe ser de la mayor atención para los gobernantes. Aquí están los sectores que más generan empleo en Valledupar y los que más destruyen. Los que más empleo han generado en los últimos dos años son alimentos, o sea restaurantes, comercio al por mayor – básicamente grandes cadenas y centros comerciales-, y textiles, creeríamos nosotros que es la aparición de talleres y almacenes de moda en la ciudad. A estos tres hay que seguir apoyándolos. A éstos últimos facilitándoles, por ejemplo, su participación en ferias, comprándoles dotación oficial, capacitándolos.

Los sectores que más han destruido empleo en los últimos años son la minería, que no es muy intensivo en mano de obra, pero que sin embargo genera muchos empleos de calidad y depende más del ciclo mundial de precios del mineral, algo que se escapa a la órbita local. Pero a los sectores de hotelería y construcción, que entre los dos generan el 14,3 % de los empleos vallenatos, les ha ido muy mal, y sí pueden ser apoyados desde lo local, con políticas e incentivos regionales, al alcance de las autoridades municipales y departamentales. Son sectores pro-pobres, por generar empleo para personas de todas las características de educación, siendo intensivas en las de educación baja y media. Hay que combatir la para-hotelería y aumentar la seguridad, para que se fortalezca éste sector.

Para el sector construcción hay recuperar la Ruta del Sol 2 y 3. Bienvenida la iniciativa de la Cámara de Comercio de constituirse en doliente de dicho sector, hay que escuchar a los ingenieros y arquitectos de Valledupar y sus agremiaciones y hacer obras que vayan más allá de los renders que nos muestran. Como lo demostró el CSIR hay que abrir las oportunidades de contratación para las mypimes de ingenieros y arquitectos cesarenses, que definitivamente están siendo dejados por fuera de la contratación estatal.

REFLEXIONES FINALES

Es cierto que el desempleo está aumentando en el país. Sin embargo, la pregunta es por qué Valledupar lo está haciendo tan mal. Fue después de Quibdó la segunda ciudad en donde más creció el desempleo entre el 2017-2018 y tiene ciudades vecinas como Santa Marta y Barranquilla, que, también teniendo la influencia de la migración venezolana, lo hacen muchísimo mejor en el tema laboral. Arriba hay parte de la respuesta.
Hemos dejado para el final el posible aporte a la estructura económica del municipio de la llamada economía naranja, que aún no visibiliza y tiene gran potencial, si es que se toma en serio y deja de banalizarse, creyendo que esta es sólo un color y una prenda de vestir. Hay que hacer un mapeo de actividades “naranjas”, tomarlas en serio y apoyarlas. Desde CESORE, creemos que así tengan un nuevo rótulo son promisorias y necesarias para la ciudad.

Los desempleados sufren diariamente, se afecta el tejido y el capital social, se destruye el capital humano. Se está haciendo poco o lo que se está haciendo no está funcionando. Las cifras son tozudas. Hay que construir una política pública integral, público-privada, – incentivos, formación, alianzas, inversión, etc-, no esfuerzos esporádicos a veces bien intencionados, pero totalmente inútiles. Una vez más, se necesita liderazgo para atender esta situación.

Por CESORE con el apoyo del Proyecto de Mercado Laboral del PNUD.

Especial
1 abril, 2019

Seis gráficas para entender el problema y las alternativas al desempleo de Valledupar ¡Curso (gratis) para candidatos!

CESORE, Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, es una organización que, desde la sociedad civil, sin ánimo de lucro, ni color político, ni partidista, tiene la misión de ayudar a construir ciudadanía y velar porque las políticas públicas cumplan su cometido, tanto en Valledupar cómo en el Cesar. Este informe contó con el apoyo técnico […]


Foto: Archivo.
Foto: Archivo.

CESORE, Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, es una organización que, desde la sociedad civil, sin ánimo de lucro, ni color político, ni partidista, tiene la misión de ayudar a construir ciudadanía y velar porque las políticas públicas cumplan su cometido, tanto en Valledupar cómo en el Cesar. Este informe contó con el apoyo técnico del Proyecto Mercado Laboral del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. PNUD, manteniendo CESORE total responsabilidad por su contenido.

Desde el mes de febrero del 2007, hace 12 años- cuando se empezó a medir por el Dane la tasa de desempleo en Valledupar, esta ciudad no presentaba una cifra tan elevada, cómo la del mes pasado, 16.4 %, lo que equivale a 33.000 personas sufriendo ese flagelo junto con sus familias, unas 120.000 personas. Lo que preocupa es que la tendencia no se quiebra, sino que el desempleo aumenta y tampoco se visualiza ningún programa de choque. El desempleo conlleva a la pobreza, y es caldo para que florezca la inseguridad, el pandillismo y otras lacras sociales. Por eso CESORE, con el apoyo del Proyecto de Mercado Laboral: Productividad y Competitividad para el Desarrollo del Programa de las Naciones Unidas PNUD, realiza esta contribución para entender la problemática, pero también para hacer unas propuestas de acción.

  1. EL DESEMPLEO ES DE LARGO ALIENTO

La primera consideración a tener en cuenta es que el desempleo viene aumentando en Valledupar desde hace varios años, más exactamente desde el 2015. Después de haber tenido un buen comportamiento al estar inclusive por debajo de la media nacional, cuando alcanzó un solo dígito. La primera conclusión de política pública es que el desempleo vallenato no se debe sólo a fenómenos coyunturales, cómo la crisis de la construcción o la migración venezolana. Ambos aportan al desempleo, pero no son los únicos responsables, ni siquiera los más importantes. El tema es estructural y de largo aliento. ¡Así que primera conclusión: no buscar el ahogado aguas arriba!

  1. EL DESEMPLEO TIENE ROSTRO DE MUJER

El desempleo de las mujeres es el doble que el de los hombres: 10.8 % frente a 19,3 %; en donde la tasa de ocupación para las mujeres es de 54,6 % y la de los hombres es de 69,9 % lo que muestra que hay menores oportunidades para las mujeres de conseguir empleo, y aun cuando están ocupadas las mujeres ganan 22,3 % menos ingresos salariales que los hombres en condiciones de trabajos, estudios y experiencia similares. En particular si son jóvenes y con poca educación, sus opciones son verdaderamente limitadas. Una manera de comenzar con pie derecho una política pública de empleo es apoyando este cierre de brechas.

  1. BACHILLERES A ESTUDIAR, PROFESIONALES A TRABAJAR

Esta gráfica evidencia dos problemas que tiene Valledupar en su estructura laboral. Por un lado, más del 50 % de los desempleados apenas son bachilleres. Podríamos pensar que muchos de ellos son jóvenes. Valledupar es la capital con el mayor número de NINIS en todo el país; el 27.5 %, aproximadamente 23.000 jóvenes, ni estudian, ni trabajan, ni se capacitan. Están en la ciudad esperando oportunidades que de no generarse se traducirán en frustraciones. El 53.3 % de los desempleados tiene como máximo cartón de bachiller, así que, por lo tanto, una recomendación de política es que muchos de esos jóvenes varones y mujeres deben seguir es estudiando. Sólo como bachilleres, será muy precario y mal pago el ingreso que recibirán. Para ellas y ellos, incentivos para estudiar, cupos en el Sena y en institutos tecnológicos y en universidades es lo que se necesita, con apoyo para que se mantengan estudiando. En la medida en que entren a estudiar, bajará la tasa de desempleo y estos jóvenes tendrán un mejor futuro laboral.

El segundo problema es el explicativo de gran parte del desempleo vallenato. La cantidad importante de técnicos y universitarios con cartón, pero sin empleo, porque el aparato productivo no tiene la capacidad para enrolarlos. El 44,5 % de los desempleados vallenatos están capacitados, pero no encuentran empleo. El aparato económico estancado es la causa principal, aunque posiblemente hay algo de desempleo friccional; el empresario busca trabajadores, pero no los encuentra, porque no hay un mecanismo efectivo de intermediación laboral. Pero en conclusión no hay inversiones, y por lo tanto se carece de un tejido empresarial sólido. La recomendación de política pública aquí, o como diría Leandro Diaz “la contra”, sería generar una serie de incentivos tributarios, económicos y laborales para atraer inversionistas. Buscarlos, hacerle el lobby, copatrocinar, cómo en su momento se hicieron con los centros comerciales que invirtieron en Valledupar. A los inversionistas les gustan las reglas claras y la transparencia en los trámites. Hay que reunirse con el reciente reformado Comité Intergremial y construir entre todos. Se requieren estructurar programas con la Cámara de Comercio, con potenciales agroinduatriales de la región, con el apoyo de recursos de las regalías y con la participación de la gobernación.

COMERCIO AL POR MENOR EL QUE MAS EMPLEO GENERA

El comercio al por menor es el sector de la economía que más empleo genera (20,3 %). Lo que es una constante normal para este tipo de ciudades, aproximadamente 34.140 empleados. Después está el sector de transporte, almacenamiento y comunicaciones que incluye el mototaxismo (10,9 %). Sabemos que en Valledupar la informalidad es del 59,0 % y que mucha de ella, incluido el mototaxismo, son ocupaciones precarias, no son empleo decente y en este caso tampoco es transporte seguro. Para el año 2017 el 22,6 % de los ocupados de Valledupar se encontraban en condición de pobreza monetaria. No basta solo con trabajar, hay que tener un ingreso remunerativo. Lo otro que hay que decir es que la tasa global de participación que tuvo un incremento moderado en el año 2017 se estabilizó en los últimos meses, significa que no es el exceso de personas buscando trabajo lo que está generando el alto desempleo, sino la escasez de oportunidades, como se corroboró en el punto anterior.

ALIMENTOS, COMERCIO AL POR MAYOR Y TEXTILES LOS QUE MÁS HAN CRECIDO. MINERÍA, HOTELERÍA Y CONSTRUCCIÓN LOS QUE MÁS HAN DESTRUIDO EMPLEO

Este es uno de los gráficos que debe ser de la mayor atención para los gobernantes. Aquí están los sectores que más generan empleo en Valledupar y los que más destruyen. Los que más empleo han generado en los últimos dos años son alimentos, o sea restaurantes, comercio al por mayor – básicamente grandes cadenas y centros comerciales-, y textiles, creeríamos nosotros que es la aparición de talleres y almacenes de moda en la ciudad. A estos tres hay que seguir apoyándolos. A éstos últimos facilitándoles, por ejemplo, su participación en ferias, comprándoles dotación oficial, capacitándolos.

Los sectores que más han destruido empleo en los últimos años son la minería, que no es muy intensivo en mano de obra, pero que sin embargo genera muchos empleos de calidad y depende más del ciclo mundial de precios del mineral, algo que se escapa a la órbita local. Pero a los sectores de hotelería y construcción, que entre los dos generan el 14,3 % de los empleos vallenatos, les ha ido muy mal, y sí pueden ser apoyados desde lo local, con políticas e incentivos regionales, al alcance de las autoridades municipales y departamentales. Son sectores pro-pobres, por generar empleo para personas de todas las características de educación, siendo intensivas en las de educación baja y media. Hay que combatir la para-hotelería y aumentar la seguridad, para que se fortalezca éste sector.

Para el sector construcción hay recuperar la Ruta del Sol 2 y 3. Bienvenida la iniciativa de la Cámara de Comercio de constituirse en doliente de dicho sector, hay que escuchar a los ingenieros y arquitectos de Valledupar y sus agremiaciones y hacer obras que vayan más allá de los renders que nos muestran. Como lo demostró el CSIR hay que abrir las oportunidades de contratación para las mypimes de ingenieros y arquitectos cesarenses, que definitivamente están siendo dejados por fuera de la contratación estatal.

REFLEXIONES FINALES

Es cierto que el desempleo está aumentando en el país. Sin embargo, la pregunta es por qué Valledupar lo está haciendo tan mal. Fue después de Quibdó la segunda ciudad en donde más creció el desempleo entre el 2017-2018 y tiene ciudades vecinas como Santa Marta y Barranquilla, que, también teniendo la influencia de la migración venezolana, lo hacen muchísimo mejor en el tema laboral. Arriba hay parte de la respuesta.
Hemos dejado para el final el posible aporte a la estructura económica del municipio de la llamada economía naranja, que aún no visibiliza y tiene gran potencial, si es que se toma en serio y deja de banalizarse, creyendo que esta es sólo un color y una prenda de vestir. Hay que hacer un mapeo de actividades “naranjas”, tomarlas en serio y apoyarlas. Desde CESORE, creemos que así tengan un nuevo rótulo son promisorias y necesarias para la ciudad.

Los desempleados sufren diariamente, se afecta el tejido y el capital social, se destruye el capital humano. Se está haciendo poco o lo que se está haciendo no está funcionando. Las cifras son tozudas. Hay que construir una política pública integral, público-privada, – incentivos, formación, alianzas, inversión, etc-, no esfuerzos esporádicos a veces bien intencionados, pero totalmente inútiles. Una vez más, se necesita liderazgo para atender esta situación.

Por CESORE con el apoyo del Proyecto de Mercado Laboral del PNUD.