Cinco jóvenes infractores de la ley que estaban bajo protección del Centro de Formación Juvenil del Cesar, CFJ, antiguo CROMI (Centro de Rehabilitación y Observación al Menor Infractor a la Ley Penal) en Valledupar, burlaron la seguridad y huyeron la madrugada del sábado.

Los jóvenes al momento de la evasión se encontraban en la sala de televisión del centro, una unidad aparte, debido a la actual situación de hacinamiento que vive el CFJ y a las adecuaciones que se realizan en el mismo para dignificar sus condiciones. “Ellos aprovecharon ciertas debilidades de la estructura y abrieron camino hacia el techo”, afirmó Daniela Pumarejo, directora del CFJ.

El reporte inicial da cuenta que cinco internos dañaron los barrotes de unas ventanas con una segueta y salieron por el techo de la edificación.

Entre los jóvenes que se fugaron se encuentra Omar Yesid Gómez, de 19 años, por el delito de homicidio, aprendido cuando era menor de edad por su presunta participación en el homicidio del médico Ángel ‘El Kiry’ Maya, hermano del contralor general Edgardo Maya Villazón. También están prófugos dos menores de 17 años procesados por el delito de hurto y otro de la misma edad por el homicidio del funcionario del CTI de la Fiscalía, Sergio Medina Vergara, baleado por tratar de evitar un atraco el pasado 19 de agosto. Según las autoridades hay otro joven huyendo, mayor de edad, del cual no precisaron la identidad.

Hacinamiento

El Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes y los lineamientos del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar establecen que dentro de los Centros de Formación, adolescentes y mayores de edad no pueden compartir celdas. Sin embargo, debido al espacio con el que cuenta el Centro de Formación Juvenil de Valledupar, tres unidades (celdas), dicha orden no se cumple.

En el CFJ antes de la fuga, estaban en proceso de resocialización 36 adolescentes por diferentes delitos. De estos, 22 son menores entre los que hay solo una mujer adolescente y 14 ya son mayores de edad, una circunstancia que la actual directora del Centro, Daniela Pumarejo Medina, califica como delicada, debido que, con el fin de proteger los derechos de la menor es aislada de los varones, provocando un leve hacinamiento en los módulos masculinos, teniendo en cuenta que la infraestructura está diseñada para albergar a 30 menores; 10 infractores por módulo.

La Policía de Infancia y Adolescencia adelanta los operativos para lograr la aprehensión de estos jóvenes.

Por Jennifer Polo / EL PILÓN