Un hecho de trascendencia histórica se llevó a cabo ayer en el corregimiento de Tierra Grata, municipio de La Paz, en nuestro departamento del Cesar, de donde salieron dos container con las armas y las municiones que durante décadas sembraron miedo y dolor en la región.

Se fueron las armas y el simbolismo de este hecho representa un paso histórico para la reconciliación que debe darse entre los colombianos, entre los cesarenses. Son más de ocho millones de víctimas en todo el país, que en el Cesar representan un 40 % de su población (400 mil víctimas).

En La Paz ayer certificaron la entrega de las últimas 30 armas que tenían los exguerrilleros de las Farc, las que usaban para seguridad de la zona veredal. Ya no hay necesidad de que estén armados porque las Fuerzas Armadas activaron desde 2016 en 116 municipios, las estrategias plan ‘Victoria’ y plan ‘Comunidades Seguras y en Paz’ para  garantizar el control territorial e institucional de las zonas donde estuvieron las Farc.

Recordamos lo que dijo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas: “El desarme de las Farc termina. Las armas dejadas en manos de Naciones Unidas salen de las zonas veredales y termina la vida jurídica de esas áreas que sirvieron durante estos meses para albergar a las Farc en su proceso de agrupamiento, desarme, reincorporación y también en el diseño de la seguridad de las zonas para las comunidades que las recibieron”.

Esta nueva semana traerá nuevas noticias, nuevas dinámicas, se cerrará oficialmente una etapa, un capítulo de guerra para darle paso a un capítulo de paz, en el cual se necesita que actúen todos. Esta no es una novela con pocos protagonistas, es una historia que se debe escribir con la participación de todos: mujeres, niños, jóvenes, adultos mayores, hombres, afrodescendientes, indígenas, políticos, líderes, docentes, estudiantes, amas de casa, personas de ideologías diferentes, en esta nueva etapa caben todos.

La salida de las armas de la zona veredal Tierra Grata debe generar tranquilidad y debe ayudar a abrir un clima de respaldo, de participación, para dejar atrás la indiferencia con que muchos ciudadanos han mostrado hacia el proceso de paz. La oportunidad de empezar una etapa para Colombia se la deben dar todos los habitantes, claro está con la puesta en marcha de una oferta institucional que supere las expectativas, como hasta ahora lo viene haciendo el Gobierno Nacional, con aciertos y desaciertos, pero con la convicción que por ahí es el camino.

El próximo sábado 15 de agosto representa el final de más de 50 años de conflicto, desplazamiento, muertes y odio armado. En los municipios, corregimientos y veredas donde hubo zonas veredales quedará la Policía (más de 80 mil uniformados están listos para esa misión), para trabajar en temas de prevención y convivencia que antes no había, así como asuntos de investigación para el servicio de la justicia, proyectos de niñez y adolescencia, e incluso, turismo en algunas regiones.