Con tristeza grande nos ha tocado observar como cada día se incrementan los casos de abusos y violaciones sexuales contra nuestros niños.
De manera puntual, con mucho desconcierto encontramos, en una misma edición, en los registros noticiosos de EL PILÓN, de este viernes 22 de noviembre, tres casos ejemplarizantes de máxima degradación social: por un lado, un padre abusa de su hija de 9 años, por otra parte, un expolicía viola a una niña, a su sobrina menor de seis años; y como ñapa, se conoció la captura de un docente de un colegio del norte de Valledupar por presuntamente hacer tocamientos y manosear de manera indebida a una niña de prekinder.
Esta desconcertante situación que se presenta en nuestro medio inmediatamente nos traslada a ese texto bíblico que dice: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres”, el cual hace referencia a las personas claves para garantizar la idoneidad, pureza y transparencia frente a cualquier propósito propuesto.
Decimos que en los casos en comento se corrompió la sal porque precisamente un padre de familia, un docente y un policía son tres referentes muy representativos en ese proceso de formación de valores, enseñanza y garantías de protección de los derechos de la niñez, y demás miembros de la familia, en pro de la consecución de una sociedad equilibrada en términos de salud mental.
Tres referentes que distorsionaron su misión y que como ellos son muchos los casos que a diario se presentan en nuestra región y en todo el territorio nacional, cuyas causas y consecuencias han sido motivo de diversos análisis, de toma de decisiones, proyectos legislativos y hasta de promesas en campañas políticas, muy comunes en épocas electorales. Sin embargo, los índices de abusos a menores siguen en aumento.
Esta misma semana se conoció un informe en el que se señala que “entre enero y septiembre de 2024, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) realizó 16.797 exámenes médico legales por presunto delito sexual, de estos 14.694 fueron practicados a mujeres. El rango de edad donde mayormente se practicaron estos exámenes fue el de 10 a 14 años, seguido del grupo de 5 a 9 años. En Cartagena se practicaron 391 exámenes, en Valledupar 259, en Riohacha 66; del resto de municipios de La Guajira no se tiene información, pues solo registran ciudades capitales. En materia de violencia intrafamiliar el informe del INMLCF revela que entre enero y septiembre de 2024 se presentaron 47.757 casos de violencia intrafamiliar. De estos, 30.827 fueron por violencia de pareja, siendo 26.605 contra mujeres”.
Ese informe ratifica el alto grado de descomposición social, en especial el de abuso sexual infantil, pero qué se podría esperar cuando un padre de familia, un policía y un docente son los principales culpables en contraposición con el ideal del rol que deberían cumplir cada uno de ellos. Es muy lamentable, pero esa es la triste realidad y eso ha de exigir respuestas contundentes y acciones integrales frente a tantos problemas estructurales de nuestra sociedad. Ahí queda pendiente esa difícil tarea para todas las entidades y estamentos sociales comprometidos con el tema.