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Entrevista - 5 abril, 2022

O se almacena agua en el río o queda seca Valledupar

Ya se terminó la fase uno del proyecto que busca construir el embalse, pero en el momento fue decretada una suspensión por 30 días hasta tanto se superen los inconvenientes.

EL PILÓN conversó con la gerente general de la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial, ENterritorio, Lina Barrera, y su equipo de trabajo, entre ellos el subgerente de estructuración de proyectos el ingeniero Julián Rueda,   para conocer la situación actual del proyectado embalse Los Besotes en Valledupar, un proyecto que contempla uso de agua potable para la poblacion, riego agrícola, potencial generación de energía y un importante atractivo turístico muy cerca de la capital departamental. 

El proyecto contempla tres etapas, y el contrato en curso incluye pre y factibilidad. Sólo se ha terminado la primera que corresponde a los estudios de prefactibilidad y se espera se superen todos los obstáculos para dar inicio a las otras dos etapas. La factibilidad y la última de estudios ambientales, licenciamiento social y ambiental y diseños finales de detalle.  

Entre tanto, se ha programado en próximas horas  una reunión entre las instancias del Gobierno Nacional y los gobiernos locales para analizar, entre otros, los inconvenientes que se presentan con las comunidades indígenas, quienes se oponen al proyecto.  

Zona donde sería construida la represa de Los Besotes.

¿Cómo va la ejecución de los cruciales estudios del embalse de Los Besotes? 

Es bueno precisar que este es un convenio interadministrativo que firmamos con el Departamento Nacional de Planeación y Enterritorio, el cual inició el 4 de agosto de 2021 y su fecha de terminación es el 20 de agosto de 2022, cuyo objeto es realizar la estructuración integral del proyecto mediante el desarrollo de estudios técnicos en dos etapas: la etapa de prefactibilidad y la de factibilidad, esto como iniciativa de desarrollo territorial.    

¿Qué incluye, qué resultados o productos se deberían esperar de los consultores? 

La etapa de prefactibilidad ya terminó, el contrato en estos momentos está suspendido por 30 días porque necesitamos resolver los inconvenientes surgidos con los pueblos indígenas por lo del sitio o lugar donde se desarrollaría el embalse multipropósito. Se requiere la autorización de las organizaciones indígenas para poder ingresar a esos territorios y ejecutar la segunda fase que es la de factibilidad. Allí necesitamos hacer unas pruebas, unas muestras, para continuar con esa segunda fase. Tenemos entendido que hay unas diferencias internas de gobierno indígenas, sobre la cual la Corte Constitucional viene tomando unas determinaciones, que podrían aclarar el panorama en ese frente y permitir mejor las deliberaciones. 

¿Qué se logró en esa primera etapa de prefactibilidad?

La prefactibilidad nos permitió hacer un diagnóstico actualizado de los estudios que ya se habían hecho en el pasado. Esta fase es la que se conoce como la fase uno del proyecto y con ella pudimos analizar los componentes técnicos, sociales, ambientales y financieros del proyecto para definir una alternativa del diseño que pase a la fase dos del proyecto. Es ahí donde se requiere entrar de manera definitiva al territorio para poder determinar las condiciones físicas reales del suelo, la topografía, entre otros. Entonces esa etapa de prefactibilidad lo que concluyó fue que los caudales que hoy tiene el río Guatapurí no va alcanzar para garantizar una demanda permanente y confiable para la ciudad, entonces eso obliga a almacenar agua y hacerles regulación a los caudales al río. Y el proyecto dado su carácter multi- propósito puede abastecer agua para la población principalmente, pero podría potencialmente usarse en el agro, en generación de energías y como importante atractivo turístico. 

¿Esa deficiencia del caudal del río Guatapurí en cuánto tiempo podría hacerse crítica y no garantizar el abastecimiento para la ciudad?

La proyección que nosotros tenemos, con base en unos pronósticos en términos poblacionales de la ciudad, estamos considerando que podría ser de unos 12 a 15 años.

¿Y en cuántos años podría quedar listo el proyecto del embalse de Los Besotes?

Tomando experiencias similares y exitosas, como el reciente embalse de Bucaramanga en el rio Tona, podemos llegar a un tiempo de ejecución, construcción propiamente dicha, cercano a los cuatro años. 36 o 48 meses después de todo el trámite de legalización del proyecto. Hay que decir que la fase más compleja es la planeación, financiación y contratación del proyecto, eso es fundamental para los tiempos de ejecución del mismo.

¿El proyecto Los Besotes es la única opción o hay otras alternativas como aguas subterráneas?

Precisamente esa etapa de prefactibilidad lo que buscó es definir el problema, la necesidad, y las mejores alternativas para garantizar la solución de un posible desabastecimiento de un producto hídrico para el futuro. Se miraron soluciones como las de las aguas subterráneas pero esa es una de las soluciones temporales y marginales frente a la conveniencia de una solución estructural, y dadas las condiciones sobre las que hoy se está planteando el caudal del río Guatapurí. 

Al analizar las alternativas se siguió el criterio de que ellas fueran costo-eficientes. En el caso de la alternativa hídrica de aguas profundas hay que incluir costos como los de bombeo, mantenimiento y operación del sistema. 

Por eso se está diseñando un proyecto integral que incluye todos los componentes como el ambiental, cultural y social que contemple todas las opciones a las que podría recurrirse. 

¿Más estudios? ¿Por qué, si se han adelantado estudios ahora se ejecutan estos?

Porque los estudios tienen más de 12 años de haberse ejecutado, las normas técnicas han cambiado y es necesario actualizarlos a la luz de esos nuevos requerimientos y las cosas hoy. Digamos para ilustrar solo un aspecto, que las normas sismoresistentes cambiaron en el año 2012. 

¿Y qué estudios seguirían?

Son fundamentales los ambientales, por ejemplo, el Estudio de Impacto Ambiental, la Consulta previa y los estudios de detalle fase III, pero sino terminamos la factibilidad no se puede ni financiar un proyecto ni precisar los impactos ambientales para poderlos mitigar, incluso no sería fácil la Consulta Previa que hay que adelantar con las comunidades étnicas.

 El tema ambiental es clave y sabemos que todo proyecto genera unos impactos, claro, una afectación, pero se trata de atenuarlos, mitigarlos. Y por supuesto hay que preservar y recuperar la cuenca de manera sostenida. 

Ahora, en el caso de los estudios de detalle se está contemplando que el contratista constructor los adelante, al inicio en la pre – construcción sin que se aumente el costo de la factibilidad. 

¿Como el modelo del metro de Bogotá? 

Exactamente. Justo uno de los consultores nuestros en este contrato trabajó en la estructuración del diseño del Metro (la consultoría de Besotes la ejecuta un consorcio conformado por Ingetec S.A.S y Proyectos Técnicos CPT S.A. ).

Y si hay una empresa de servicios públicos de agua en la ciudad, Emdupar, con debilidad financiera y operacional, ¿operaría el proyecto?

La mejor modalidad de operación y gestión del proyecto multi – propósito lo arrojarían los estudios; aún no se puede recomendar qué sea lo mejor.   

Río Guatapurí.

¿Cuál es el mensaje final sobre la viabilidad y posibilidad de que se ejecute el proyecto, es alentador o de preocupación?

Primero: que es una prioridad del presidente Duque que estos estudios se den en su etapa de factibilidad para que realmente la región no siga reclamando esa necesidad grande que tiene, Segundo: estamos trabajando articuladamente con los gobiernos locales y departamentales para sacar este proyecto adelante. Tercero: no desconocemos la importancia que tienen las comunidades indígenas de la región en la preservación del agua y el medio ambiente y que por eso queremos contar con el aval y del apoyo de ellos tanto para etapa de factibilidad como en las etapas de construcción y posconstrucción. Y cuarto: decirles que nada se va a hacer sin la concertación y sin el visto bueno del gobernador, el alcalde y de las autoridades indígenas, invitarlos a que nos permitan hacer por lo menos esta etapa de factibilidad para buscar esa alternativa conveniente para la solución de la problemática.

REDACCIÓN/ EL PILÓN

Entrevista
5 abril, 2022

O se almacena agua en el río o queda seca Valledupar

Ya se terminó la fase uno del proyecto que busca construir el embalse, pero en el momento fue decretada una suspensión por 30 días hasta tanto se superen los inconvenientes.


EL PILÓN conversó con la gerente general de la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial, ENterritorio, Lina Barrera, y su equipo de trabajo, entre ellos el subgerente de estructuración de proyectos el ingeniero Julián Rueda,   para conocer la situación actual del proyectado embalse Los Besotes en Valledupar, un proyecto que contempla uso de agua potable para la poblacion, riego agrícola, potencial generación de energía y un importante atractivo turístico muy cerca de la capital departamental. 

El proyecto contempla tres etapas, y el contrato en curso incluye pre y factibilidad. Sólo se ha terminado la primera que corresponde a los estudios de prefactibilidad y se espera se superen todos los obstáculos para dar inicio a las otras dos etapas. La factibilidad y la última de estudios ambientales, licenciamiento social y ambiental y diseños finales de detalle.  

Entre tanto, se ha programado en próximas horas  una reunión entre las instancias del Gobierno Nacional y los gobiernos locales para analizar, entre otros, los inconvenientes que se presentan con las comunidades indígenas, quienes se oponen al proyecto.  

Zona donde sería construida la represa de Los Besotes.

¿Cómo va la ejecución de los cruciales estudios del embalse de Los Besotes? 

Es bueno precisar que este es un convenio interadministrativo que firmamos con el Departamento Nacional de Planeación y Enterritorio, el cual inició el 4 de agosto de 2021 y su fecha de terminación es el 20 de agosto de 2022, cuyo objeto es realizar la estructuración integral del proyecto mediante el desarrollo de estudios técnicos en dos etapas: la etapa de prefactibilidad y la de factibilidad, esto como iniciativa de desarrollo territorial.    

¿Qué incluye, qué resultados o productos se deberían esperar de los consultores? 

La etapa de prefactibilidad ya terminó, el contrato en estos momentos está suspendido por 30 días porque necesitamos resolver los inconvenientes surgidos con los pueblos indígenas por lo del sitio o lugar donde se desarrollaría el embalse multipropósito. Se requiere la autorización de las organizaciones indígenas para poder ingresar a esos territorios y ejecutar la segunda fase que es la de factibilidad. Allí necesitamos hacer unas pruebas, unas muestras, para continuar con esa segunda fase. Tenemos entendido que hay unas diferencias internas de gobierno indígenas, sobre la cual la Corte Constitucional viene tomando unas determinaciones, que podrían aclarar el panorama en ese frente y permitir mejor las deliberaciones. 

¿Qué se logró en esa primera etapa de prefactibilidad?

La prefactibilidad nos permitió hacer un diagnóstico actualizado de los estudios que ya se habían hecho en el pasado. Esta fase es la que se conoce como la fase uno del proyecto y con ella pudimos analizar los componentes técnicos, sociales, ambientales y financieros del proyecto para definir una alternativa del diseño que pase a la fase dos del proyecto. Es ahí donde se requiere entrar de manera definitiva al territorio para poder determinar las condiciones físicas reales del suelo, la topografía, entre otros. Entonces esa etapa de prefactibilidad lo que concluyó fue que los caudales que hoy tiene el río Guatapurí no va alcanzar para garantizar una demanda permanente y confiable para la ciudad, entonces eso obliga a almacenar agua y hacerles regulación a los caudales al río. Y el proyecto dado su carácter multi- propósito puede abastecer agua para la población principalmente, pero podría potencialmente usarse en el agro, en generación de energías y como importante atractivo turístico. 

¿Esa deficiencia del caudal del río Guatapurí en cuánto tiempo podría hacerse crítica y no garantizar el abastecimiento para la ciudad?

La proyección que nosotros tenemos, con base en unos pronósticos en términos poblacionales de la ciudad, estamos considerando que podría ser de unos 12 a 15 años.

¿Y en cuántos años podría quedar listo el proyecto del embalse de Los Besotes?

Tomando experiencias similares y exitosas, como el reciente embalse de Bucaramanga en el rio Tona, podemos llegar a un tiempo de ejecución, construcción propiamente dicha, cercano a los cuatro años. 36 o 48 meses después de todo el trámite de legalización del proyecto. Hay que decir que la fase más compleja es la planeación, financiación y contratación del proyecto, eso es fundamental para los tiempos de ejecución del mismo.

¿El proyecto Los Besotes es la única opción o hay otras alternativas como aguas subterráneas?

Precisamente esa etapa de prefactibilidad lo que buscó es definir el problema, la necesidad, y las mejores alternativas para garantizar la solución de un posible desabastecimiento de un producto hídrico para el futuro. Se miraron soluciones como las de las aguas subterráneas pero esa es una de las soluciones temporales y marginales frente a la conveniencia de una solución estructural, y dadas las condiciones sobre las que hoy se está planteando el caudal del río Guatapurí. 

Al analizar las alternativas se siguió el criterio de que ellas fueran costo-eficientes. En el caso de la alternativa hídrica de aguas profundas hay que incluir costos como los de bombeo, mantenimiento y operación del sistema. 

Por eso se está diseñando un proyecto integral que incluye todos los componentes como el ambiental, cultural y social que contemple todas las opciones a las que podría recurrirse. 

¿Más estudios? ¿Por qué, si se han adelantado estudios ahora se ejecutan estos?

Porque los estudios tienen más de 12 años de haberse ejecutado, las normas técnicas han cambiado y es necesario actualizarlos a la luz de esos nuevos requerimientos y las cosas hoy. Digamos para ilustrar solo un aspecto, que las normas sismoresistentes cambiaron en el año 2012. 

¿Y qué estudios seguirían?

Son fundamentales los ambientales, por ejemplo, el Estudio de Impacto Ambiental, la Consulta previa y los estudios de detalle fase III, pero sino terminamos la factibilidad no se puede ni financiar un proyecto ni precisar los impactos ambientales para poderlos mitigar, incluso no sería fácil la Consulta Previa que hay que adelantar con las comunidades étnicas.

 El tema ambiental es clave y sabemos que todo proyecto genera unos impactos, claro, una afectación, pero se trata de atenuarlos, mitigarlos. Y por supuesto hay que preservar y recuperar la cuenca de manera sostenida. 

Ahora, en el caso de los estudios de detalle se está contemplando que el contratista constructor los adelante, al inicio en la pre – construcción sin que se aumente el costo de la factibilidad. 

¿Como el modelo del metro de Bogotá? 

Exactamente. Justo uno de los consultores nuestros en este contrato trabajó en la estructuración del diseño del Metro (la consultoría de Besotes la ejecuta un consorcio conformado por Ingetec S.A.S y Proyectos Técnicos CPT S.A. ).

Y si hay una empresa de servicios públicos de agua en la ciudad, Emdupar, con debilidad financiera y operacional, ¿operaría el proyecto?

La mejor modalidad de operación y gestión del proyecto multi – propósito lo arrojarían los estudios; aún no se puede recomendar qué sea lo mejor.   

Río Guatapurí.

¿Cuál es el mensaje final sobre la viabilidad y posibilidad de que se ejecute el proyecto, es alentador o de preocupación?

Primero: que es una prioridad del presidente Duque que estos estudios se den en su etapa de factibilidad para que realmente la región no siga reclamando esa necesidad grande que tiene, Segundo: estamos trabajando articuladamente con los gobiernos locales y departamentales para sacar este proyecto adelante. Tercero: no desconocemos la importancia que tienen las comunidades indígenas de la región en la preservación del agua y el medio ambiente y que por eso queremos contar con el aval y del apoyo de ellos tanto para etapa de factibilidad como en las etapas de construcción y posconstrucción. Y cuarto: decirles que nada se va a hacer sin la concertación y sin el visto bueno del gobernador, el alcalde y de las autoridades indígenas, invitarlos a que nos permitan hacer por lo menos esta etapa de factibilidad para buscar esa alternativa conveniente para la solución de la problemática.

REDACCIÓN/ EL PILÓN