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Editorial - 17 septiembre, 2020

Se acaba el túnel verde de las carreteras

Al iniciar la semana, por la caída de unos árboles se registró un hecho que interrumpió la vía entre San Diego y Codazzi, cerca de esta, por la Hacienda Las Flores.

Al iniciar la semana, por la caída de unos árboles se registró un hecho que interrumpió la vía entre San Diego y Codazzi, cerca de esta, por la Hacienda Las Flores. 

Los árboles tan paisajísticos dieron en esa carretera de qué hablar, pero no hubo heridos por fortuna y esta vez hubiera sido un árbol sobre un carro y no, lo que ha sido frecuente en las vías del Cesar: un carro contra un árbol.

Un carro contra un árbol ha sido noticia, desde que los gobiernos decidieron para hacer más hermoso el tráfico, promover la siembra de estos últimos a la orilla y hacer unos verdaderos túneles verdes. Se oía a los turistas del interior en su desplazamiento vehicular hacia Santa Marta acercarse a El Copey y Caracolicito maravillados por una vegetación de sombra, en una región tan golpeada por el sol.  Pero hemos publicado cientos de muertos en accidentes sobre el tronco de un frondoso árbol.

El hecho de Codazzi se ha dado también por inadecuadas, cuando no tardías, podas de Electricaribe, pues entre ellos se tendieron las redes eléctricas. También sucedió, que en el pasado en esas líneas, sin que podamos afirmar hoy si estaban energizadas o no, se posaban los pájaros y botaban sus excrementos con semillas que fueron generando nuevas plantaciones debajo. 

Con las carreteras de concesión, con especificaciones de la ley 105, de calzadas de 7,30 metros y bermas de más de un metro, y las doble calzadas de alta velocidad,  se empezaron a retirar los árboles de las carreteras, como una condición necesaria de seguridad vial. Las autopistas, a las que se les ha llamado de primera hasta las próximas de quinta generación, contratadas por la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, no contemplan esa vegetación vertical y lo podemos apreciar en la doble calzada Valledupar Bosconia, de la que ya están listos por entregar y al servicio abrir (no aperturar, como se inventó decir ahora) 20 de los 90 kilómetros de doble calzada.  A los amigos del árbol, toca razonablemente entenderlo.

Sí mostramos que esos concesionarios, como Yuma, al obtener las autorizaciones ambientales, se comprometen a compensar los impactos ambientales negativos y la herramienta más usual es la modalidad de sembrar árboles. Tenemos conocimiento de que las corporaciones ambientales del Cesar y El Magdalena habrían concertado que esa compensación de Yuma, responsable de la Ruta del Sol III, se oriente a preservar y recuperar la cuenca del río Ariguaní, límite  entre los dos departamentos.

El palo e’ mango de la plaza y sus compañeros

A raíz de que la plaza Alfonso López ya ha completado 3 años de intervenciones, obras, vibraciones, polvo y ruido y sus vecinos están que no aguantan más, cuando no se fueron y cerraron, como el Café Plaza Mayor, pa’ remate el confinamiento del coronavirus, se ha notado por integrantes de la Mesa del Árbol, como Martín Mendoza,  el ‘stress’ a que ha sido sometido el nuevo arbolado, y la tristeza que exhibe el palo de mango. Un llamado a la ciudad y a su alcaldía. El alcalde mostró su disposición a hacer lo conducente. No debemos cejar en el empeño de la preservación y crecimiento, ahora que se van a sembrar en una hilera otros más.

Editorial
17 septiembre, 2020

Se acaba el túnel verde de las carreteras

Al iniciar la semana, por la caída de unos árboles se registró un hecho que interrumpió la vía entre San Diego y Codazzi, cerca de esta, por la Hacienda Las Flores.


Al iniciar la semana, por la caída de unos árboles se registró un hecho que interrumpió la vía entre San Diego y Codazzi, cerca de esta, por la Hacienda Las Flores. 

Los árboles tan paisajísticos dieron en esa carretera de qué hablar, pero no hubo heridos por fortuna y esta vez hubiera sido un árbol sobre un carro y no, lo que ha sido frecuente en las vías del Cesar: un carro contra un árbol.

Un carro contra un árbol ha sido noticia, desde que los gobiernos decidieron para hacer más hermoso el tráfico, promover la siembra de estos últimos a la orilla y hacer unos verdaderos túneles verdes. Se oía a los turistas del interior en su desplazamiento vehicular hacia Santa Marta acercarse a El Copey y Caracolicito maravillados por una vegetación de sombra, en una región tan golpeada por el sol.  Pero hemos publicado cientos de muertos en accidentes sobre el tronco de un frondoso árbol.

El hecho de Codazzi se ha dado también por inadecuadas, cuando no tardías, podas de Electricaribe, pues entre ellos se tendieron las redes eléctricas. También sucedió, que en el pasado en esas líneas, sin que podamos afirmar hoy si estaban energizadas o no, se posaban los pájaros y botaban sus excrementos con semillas que fueron generando nuevas plantaciones debajo. 

Con las carreteras de concesión, con especificaciones de la ley 105, de calzadas de 7,30 metros y bermas de más de un metro, y las doble calzadas de alta velocidad,  se empezaron a retirar los árboles de las carreteras, como una condición necesaria de seguridad vial. Las autopistas, a las que se les ha llamado de primera hasta las próximas de quinta generación, contratadas por la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, no contemplan esa vegetación vertical y lo podemos apreciar en la doble calzada Valledupar Bosconia, de la que ya están listos por entregar y al servicio abrir (no aperturar, como se inventó decir ahora) 20 de los 90 kilómetros de doble calzada.  A los amigos del árbol, toca razonablemente entenderlo.

Sí mostramos que esos concesionarios, como Yuma, al obtener las autorizaciones ambientales, se comprometen a compensar los impactos ambientales negativos y la herramienta más usual es la modalidad de sembrar árboles. Tenemos conocimiento de que las corporaciones ambientales del Cesar y El Magdalena habrían concertado que esa compensación de Yuma, responsable de la Ruta del Sol III, se oriente a preservar y recuperar la cuenca del río Ariguaní, límite  entre los dos departamentos.

El palo e’ mango de la plaza y sus compañeros

A raíz de que la plaza Alfonso López ya ha completado 3 años de intervenciones, obras, vibraciones, polvo y ruido y sus vecinos están que no aguantan más, cuando no se fueron y cerraron, como el Café Plaza Mayor, pa’ remate el confinamiento del coronavirus, se ha notado por integrantes de la Mesa del Árbol, como Martín Mendoza,  el ‘stress’ a que ha sido sometido el nuevo arbolado, y la tristeza que exhibe el palo de mango. Un llamado a la ciudad y a su alcaldía. El alcalde mostró su disposición a hacer lo conducente. No debemos cejar en el empeño de la preservación y crecimiento, ahora que se van a sembrar en una hilera otros más.