El presidente Juan Manuel Santos sancionó ayer la Ley Estatutaria de Salud, con la que anunció que ya los usuarios del débil sistema de salud de Colombia no sufrirán más por la mala atención. Palabras más, palabras menos, dijo Santos, “se acabará el paseo de la muerte, las excusas para interrumpir tratamientos, los abusos en los precios de los medicamentos”, entre otros puntos.
Con esta Ley, con la que el gobierno nacional consagra la salud como un derecho fundamental, más no un simple servicio, se espera que el famoso ‘paseo de la muerte’ también termine, junto con el odiado listado de medicamentos que incluía el POS (Plan Obligatorio de Salud).
En Valledupar la Personería Municipal emplea gran parte de su esfuerzo institucional a acompañar a los ciudadanos que no pueden acceder a los servicios de salud, sino por medio de tutela. Si esta Ley se aplica tal como está en el papel, las cosas deberán cambiar y ese trabajo que hace la Defensoría puede reorientarse para garantizar otros derechos que son vulnerados.
Una radiografía igual a la de Valledupar se da en otros municipios colombianos, porque los pacientes que no encuentran una respuesta efectiva de parte de sus EPS o sus regímenes de salud, acuden al Ministerio Público. Por eso debe ser el mismo Ministerio Público la que se encargue de garantizar la aplicación de la Ley de Salud, que según el gobierno y las asociaciones de pacientes, parte en dos la historia de la salud en Colombia.
En el Cesar existen varias organizaciones ciudadanas que defienden el derecho a la salud, las asociaciones de usuarios de los hospitales públicos o los veedores que pacientemente hacen su trabajo, y deben ser estas las primeras en entender esta Ley y luego explicárselas a los demás usuarios del servicio de salud, especialmente porque esta fusiona el régimen contributivo con el subsidiado; es decir, nadie será excluido del servicio médico.
Se resalta de esta Ley Estatutaria, la primera que reglamenta un derecho fundamental en Colombia, después de la Constitución del 91, que en el futuro los servicios médicos deben garantizar la promoción, la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la recuperación, la rehabilitación y la paliación de una enfermedad, y no podrán ser fragmentados o suspendidos los beneficios.
Pero mucho más interesante la parte de los derechos y deberes, porque aquí el paciente tiene el deber de cuidar su salud, seguir las recomendaciones de los médicos, cumplir con las normas y actuar con solidaridad.
¿Será que con esta Ley pronto los colombianos presenciarán el fin del paseo de la muerte?