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Columnista - 6 octubre, 2019

San Francisco de la Paz

San Francisco fue el primero que cantó a la ecología, y le dio al sol cofradía con la luna y los luceros; también cantó al aguacero, al árbol y a las cenizas, a las aves, a las brisas, a los hermosos paisajes, y amansó un lobo salvaje que le brindaba sonrisas. Con la paciencia de […]

          I

San Francisco fue el primero
que cantó a la ecología,
y le dio al sol cofradía
con la luna y los luceros;
también cantó al aguacero,
al árbol y a las cenizas,
a las aves, a las brisas,
a los hermosos paisajes,
y amansó un lobo salvaje
que le brindaba sonrisas.

          II

Con la paciencia de orfebre
y la constancia del necio,
allá en la Ermita de Grecio
levanta el primer pesebre.
Veinticuatro de diciembre,
mil doscientos veintitrés,
a San Francisco se ve
celebrando el Nacimiento,
y los vecinos contentos
rezaban llenos de fe.

         III     

San Francisco el misionero,
evangelista capaz,
los cristianos de La Paz
son creyentes verdaderos.
En la fe no hay forasteros,
la oración nos hace hermanos,
dijo este Santo italiano,
predicador del amor;
y es el Padre fundador
de todos los franciscanos.

            IV

En el cielo andan remeros
pilotean nimbos de ubres,
y siempre el cuatro de octubre
se derrama un aguacero.
Y los devotos sinceros
lucen su ropa elegante,
con la fe son caminantes
de la santa procesión:
San Francisco es el patrón
de propios y visitantes.

Columnista
6 octubre, 2019

San Francisco de la Paz

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

San Francisco fue el primero que cantó a la ecología, y le dio al sol cofradía con la luna y los luceros; también cantó al aguacero, al árbol y a las cenizas, a las aves, a las brisas, a los hermosos paisajes, y amansó un lobo salvaje que le brindaba sonrisas. Con la paciencia de […]


          I

San Francisco fue el primero
que cantó a la ecología,
y le dio al sol cofradía
con la luna y los luceros;
también cantó al aguacero,
al árbol y a las cenizas,
a las aves, a las brisas,
a los hermosos paisajes,
y amansó un lobo salvaje
que le brindaba sonrisas.

          II

Con la paciencia de orfebre
y la constancia del necio,
allá en la Ermita de Grecio
levanta el primer pesebre.
Veinticuatro de diciembre,
mil doscientos veintitrés,
a San Francisco se ve
celebrando el Nacimiento,
y los vecinos contentos
rezaban llenos de fe.

         III     

San Francisco el misionero,
evangelista capaz,
los cristianos de La Paz
son creyentes verdaderos.
En la fe no hay forasteros,
la oración nos hace hermanos,
dijo este Santo italiano,
predicador del amor;
y es el Padre fundador
de todos los franciscanos.

            IV

En el cielo andan remeros
pilotean nimbos de ubres,
y siempre el cuatro de octubre
se derrama un aguacero.
Y los devotos sinceros
lucen su ropa elegante,
con la fe son caminantes
de la santa procesión:
San Francisco es el patrón
de propios y visitantes.