Un incremento del 17 % o 20 % en el recaudo de impuestos de los entes territoriales significaría la aprobación de la nueva ley de licores, que fue aprobada en pasados días por el Senado de la República y que pasó a sanción presidencial.
Así lo explicó el líder del programa de Gestión Tributaria del Cesar, Aristóbulo Cortes Flórez, acotando que esta ley le apuesta al fortalecimiento en los ingresos departamentales por el consumo de licores, que incluyen los vinos, aguardientes, whiskys, aperitivos y cervezas. Igualmente entraría a fortalecer el monopolio rentístico de los departamentos y generaría una protección en cuanto a los licores nacionales.
“En el caso de las empresas de Antioquia, Caldas, Cundinamarca, que tienen sus licoreras, se les derogaría el derecho de excluir otros licores entren al departamento, lo que se ha convertido en un monopolio. No es el caso del Cesar porque aquí no hay licoreras. Lo que otorga el departamento son permisos para la comercialización de licores del orden extranjero y nacional”, precisó el funcionario.
¿Cómo está el Cesar a nivel de impuestos?
De acuerdo con Cortes Flórez, el departamento del Cesar percibe unos impuestos significativos por concepto de la cerveza, tanto nacional como extranjera. Tanto es así que es el impuesto de mayor redundancia en los ingresos corrientes de libre destinación del departamento, que significa casi un 70 % del total de los impuestos.
“El departamento le apunta a unos 60.000 millones de pesos al año por concepto de impuesto de cerveza. En estos momentos estamos por encima de los 43.000 millones de pesos, donde el promedio mensual es de 5.000 millones de pesos aproximadamente. Mientras que por otros licores el porcentaje es de casi 4.500 millones de pesos al año”, manifestó el líder del programa de Gestión Tributaria del Cesar.
Agregó que la cerveza extranjera ha aumentado significativamente ante la campaña agresiva de algunos productos, que se encuentran en todas las tiendas a precios competitivos, mientras que antes eran cervezas exclusivas de clubes.
Licor de contrabando
“La cerveza nacional se mantiene en un buen nivel, aunque falta la época decembrina que es cuando se dispara, pero venimos con un comportamiento similar al del año pasado. Tenemos el problema que hay presencia de licor extranjero de contrabando, pero hay que advertir que se está presentando la adulteración. Mucha gente está consumiendo licor adulterado sin darse cuenta, exponiendo la salud, la vida y poniendo en juego los ingresos que se destinan para la salud, el deporte y desarrollo de la región”, advirtió Aristóbulo Cortes.
Esta problemática la están combatiendo la Policía Fiscal y Aduanera, Polfa; la Policía y el Ejército Nacional. De forma paralela capacitan a líderes comunales y comerciantes para que comercialicen y consuman productos de manera legal.
Cortes Flores invitó a la comunidad a consumir productos legales, argumentando que “cuando se compra un producto debidamente estampillado va a consumir un producto legal, de buena procedencia y que cumple con los requerido por el Invima. Si por alguna circunstancia le genera un problema de salud debido a la ingesta de la bebida, la estampilla que está adherida a la botella le garantiza el tratamiento. Es un seguro que se tiene cuando adquiere el licor de manera legal”.
Sobre la Ley
Un aspecto clave de la nueva ley de licores es la nueva estructura impositiva de los licores, ya que la actual pone “en desventaja” a los nacionales frente a los importados, según el proyecto. Actualmente se rigen por un solo gravamen específico, según el grado alcoholimétrico de los mismos, de 297 pesos si es inferior a los 35 grados y de 487 pesos si es superior, por botella de 750 centímetros cúbicos.
“El cambio de esquema establece una combinación de un impuesto específico de 220 pesos por grado alcoholimétrico y un impuesto ‘ad-valoren’ del 25 %. De esta manera se “nivela la cancha”, puesto que los licores importados, que son más caros por ser de alta gama, pagarán proporcionalmente más de lo que venían cancelando. Para los vinos el impuesto específico quedó en 150 pesos por grado alcoholimétrico y un impuesto ‘ad-valoren’ del 20 %”, explicó el director de la Federación Nacional de Departamentos, FNP, Amylkar Acosta, enfatizando que el incremento en los impuestos que se van a pagar es el que le permitirá a los territorios tener más ingresos para salud y educación.
La principal fuente de ingresos propios de los territorios es el impuesto a licores, que representa el 41,2 % de los recaudos, según la FND. Los departamentos pasarían de recibir $1,4 billones a $1,8 billones. Adicionalmente, la Federación precisó que habrá otro ingreso por concepto del 2 % por derecho de explotación, el cual será incluido en los contratos que se firmen con los distribuidores.
Acosta aseguró que aplicar impuestos más altos a los licores es una “tendencia universal”. “En todas partes del mundo se está haciendo en la medida en que se sabe que el consumo de alcohol es dañino. Por eso entre más porcentaje debe tener más impuesto”, subrayó.
Acosta destacó como la “novedad más importante” es el cambio de esquema impositivo de los licores, al pasar de dos tarifas fijas a un sistema mixto, manifestando que “se va a ver afectada la demanda, pero no significativamente porque el que quiere gusto paga gusto. Al que le gusta el whisky lo compra”.
Al respecto, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sostuvo que la nueva ley permitirá que los padres de familia estén “más tranquilos porque se encarece el consumo de bebidas alcohólicas”. Así mismo, dijo, se “corrige una inequidad enorme” porque la champaña y el whisky de alta gama pagaban menos impuesto que las bebidas nacionales. “Aquí ganan los departamentos, gana la industria nacional, y gana la salud pública”, enfatizó.
Inconforme
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, Guillermo Botero, se mostró en desacuerdo con la Ley de licores, afirmando que “entre más precio menos ventas, y entre más impuestos, más contrabando, falsificación y adulteración”. Con esto descartó que la ley sirva para enfrentar la ilegalidad. “Todo lo contrario, lo que hace es fomentarla de manera indirecta”, aseguró.
Los licores que más se venden en Colombia son el aguardiente y el ron. Fenalco reportó que en el 2014 se consumieron más de siete millones de cajas de aguardiente y alrededor de un millón 200.000 de ron.
La nueva Ley de licores entraría en vigencia en el 2017.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN