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Editorial - 11 julio, 2019

¿Reducción de la deforestación?

El Sistema Informativo Regional de la Presidencia de la República publicó ayer un balance de reducción del 17 % de la deforestación de árboles en Colombia.

El Sistema Informativo Regional de la Presidencia de la República publicó ayer un balance de reducción del 17 % de la deforestación de árboles en Colombia. En el informe, basado en informaciones emitidas por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el Gobierno Nacional asegura haber “quebrado la curva ascendente de la deforestación en Colombia”.

Cabe destacar que medios nacionales informaron este semestre, por datos del mismo Ideam, que en Colombia se deforestaron 197.159 hectáreas de bosque, frente a las 219.973 hectáreas perdidas en 2017. Considerable disminución.

Por supuesto, para la Mesa del Árbol que lidera EL PILÓN es una noticia satisfactoria aunque con algunas reservas pues pese a la reducción reportada son muchas las hectáreas de bosque seco tropical afectadas. Desde este medio de comunicación y consideramos que esto tendrá que ver con la labor que hace el Grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía Nacional, que se vale del artículo 310 del Código Penal para capturar a todo aquel que cometa el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales. Este año 121 capturados por este delito.

Por otro lado, tan solo en el Cesar, este año, se han decomisado 518 metros cúbicos de madera, generalmente hurtada de los bosques para venderla a aserraderos. Vale la pena destacar que esta cifra podría no reflejar la magnitud del problema en el departamento.

Insistimos en los resultados positivos que presenta el Gobierno nacional pero nuestro compromiso con los árboles no cede y consideramos que un 17 % de reducción de la deforestación, aunque no es despreciable, debe aumentar.

Según este informe, en cuatro de las cinco regiones del país disminuyó la deforestación: Amazonas, Andina, Caribe y Pacífico. Específicamente, la Andina presentó la mayor reducción de superficie deforestada con el 23,5 %, es decir, 8.656 hectáreas menos que en 2017, pasando de 36.745 hectáreas a 28.089 hectáreas.

En la Amazonía, la deforestación disminuyó en 5.971 hectáreas, pasando de 144.147 hectáreas deforestadas a 138.176 hectáreas en 2018. Así mismo, Caribe tuvo una reducción de 4.288 hectáreas (27,3 %) y el Pacífico de 6.020 hectáreas (44,6 %).

Y es importante señalar que las causas de la deforestación, según el informe, son la praderización orientada a la usurpación y acaparamiento de tierras, siembra de cultivos de coca, malas prácticas de ganadería extensiva, extracción ilícita de minerales y madera, construcción de vías no autorizadas por el Estado, ampliación de la frontera agrícola en áreas no permitidas, quemas e incendios provocados.

Es pertinente destacar que la mayoría de estas prácticas hacen presencia en nuestro departamento , pero no se menciona el número de árboles que se derriban por las obras que sí están autorizadas por el Estado, que aunque generalmente tienen un plan de reforestación, no conocemos el alcance y el seguimiento. Aterricemos a Valledupar.

Queremos seguir revisando el manejo de los árboles en la capital del Cesar, la preocupación no abandona a los defensores de las especies y seguiremos trabajando para establecer el impacto que se ha causado a los mangos, cañaguates, campanos, algarrobillos entre otros que están plantados en todo el municipio., y que son riqueza y orgullo de los vallenatos.

Editorial
11 julio, 2019

¿Reducción de la deforestación?

El Sistema Informativo Regional de la Presidencia de la República publicó ayer un balance de reducción del 17 % de la deforestación de árboles en Colombia.


El Sistema Informativo Regional de la Presidencia de la República publicó ayer un balance de reducción del 17 % de la deforestación de árboles en Colombia. En el informe, basado en informaciones emitidas por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el Gobierno Nacional asegura haber “quebrado la curva ascendente de la deforestación en Colombia”.

Cabe destacar que medios nacionales informaron este semestre, por datos del mismo Ideam, que en Colombia se deforestaron 197.159 hectáreas de bosque, frente a las 219.973 hectáreas perdidas en 2017. Considerable disminución.

Por supuesto, para la Mesa del Árbol que lidera EL PILÓN es una noticia satisfactoria aunque con algunas reservas pues pese a la reducción reportada son muchas las hectáreas de bosque seco tropical afectadas. Desde este medio de comunicación y consideramos que esto tendrá que ver con la labor que hace el Grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía Nacional, que se vale del artículo 310 del Código Penal para capturar a todo aquel que cometa el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales. Este año 121 capturados por este delito.

Por otro lado, tan solo en el Cesar, este año, se han decomisado 518 metros cúbicos de madera, generalmente hurtada de los bosques para venderla a aserraderos. Vale la pena destacar que esta cifra podría no reflejar la magnitud del problema en el departamento.

Insistimos en los resultados positivos que presenta el Gobierno nacional pero nuestro compromiso con los árboles no cede y consideramos que un 17 % de reducción de la deforestación, aunque no es despreciable, debe aumentar.

Según este informe, en cuatro de las cinco regiones del país disminuyó la deforestación: Amazonas, Andina, Caribe y Pacífico. Específicamente, la Andina presentó la mayor reducción de superficie deforestada con el 23,5 %, es decir, 8.656 hectáreas menos que en 2017, pasando de 36.745 hectáreas a 28.089 hectáreas.

En la Amazonía, la deforestación disminuyó en 5.971 hectáreas, pasando de 144.147 hectáreas deforestadas a 138.176 hectáreas en 2018. Así mismo, Caribe tuvo una reducción de 4.288 hectáreas (27,3 %) y el Pacífico de 6.020 hectáreas (44,6 %).

Y es importante señalar que las causas de la deforestación, según el informe, son la praderización orientada a la usurpación y acaparamiento de tierras, siembra de cultivos de coca, malas prácticas de ganadería extensiva, extracción ilícita de minerales y madera, construcción de vías no autorizadas por el Estado, ampliación de la frontera agrícola en áreas no permitidas, quemas e incendios provocados.

Es pertinente destacar que la mayoría de estas prácticas hacen presencia en nuestro departamento , pero no se menciona el número de árboles que se derriban por las obras que sí están autorizadas por el Estado, que aunque generalmente tienen un plan de reforestación, no conocemos el alcance y el seguimiento. Aterricemos a Valledupar.

Queremos seguir revisando el manejo de los árboles en la capital del Cesar, la preocupación no abandona a los defensores de las especies y seguiremos trabajando para establecer el impacto que se ha causado a los mangos, cañaguates, campanos, algarrobillos entre otros que están plantados en todo el municipio., y que son riqueza y orgullo de los vallenatos.