Quince restos recuperados de posibles víctimas del conflicto armado fue el resultado que dejó la ardua intervención de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, UBPD, en el cementerio de Curumaní, centro del Cesar.

Durante las labores de varios días en el lugar intervinieron un osario familiar, nueve osarios comunes y exploraron un área que anteriormente era del campo santo. Para ello, utilizaron tecnologías como el radar de penetración terrestre – GPR y la reconstrucción multidimensional 3D con uso de drones y scanner terrestre de escena.

En los osarios tuvieron que tomar medidas de protección como el sellamiento para evitar que sean manipulados, y la solicitud de un cuidado especial que los resguarde de la filtración de agua o la presencia de plagas. Aun así, en el análisis de estos dos resultaron de interés para la búsqueda.

La UBPD estima que en los osarios comunes pudieron recuperar al menos 14 estructuras que podrían corresponder a personas desaparecidas en el marco del conflicto armado.

Asimismo, tomaron muestras a 70 familiares para perfiles genéticos con el fin de agilizar la labor de identificación de los cuerpos entregados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses

Los trabajos se prolongaron a otros municipios del Cesar como en Agustín Codazzi, Becerril, Chimichagua, Chiriguaná, Curumaní, El Paso, La Jagua de Ibirico, Pailitas, Pelaya y Tamalameque, además de El Banco, Magdalena.  

Para la entidad, en el departamento del Cesar habría 1.685 personas dadas por desaparecidas, según el cruce de 30 fuentes oficiales y no oficiales, entre ellas las bases de datos de la Jurisdicción Especial para la Paz, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, el Centro Nacional de Memoria Histórica, la Fiscalía General de la Nación, el Registro Único de Víctimas, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, el SIRDEC y organizaciones de la sociedad civil.

En los once municipios que hacen parte de este plan regional de búsqueda está concentrado el 45% de las desapariciones en el departamento de Cesar, estimadas por el Centro Nacional de Memoria Histórica en 3.665 a lo largo de 44 años.

El periodo en que más se reflejó el fenómeno fue del año 1996 a 2006, con un total de 2.874 casos, de ahí sigue el periodo comprendido entre 1987 y 1995 con 565 víctimas.

La UBPD ha recibido 136 solicitudes de búsqueda de personas desaparecidas, quienes en su mayoría se dedicaban a labores del campo.  De igual manera, recibió 30 solicitudes de búsqueda durante una jornada de trabajo adelantada en los corregimientos de Rincón Hondo, en Chiriguaná, y Casacará, en Agustín Codazzi, así como también en los municipios de Curumaní, Becerril y Valledupar. Para eso, realizaron entrevistas a los familiares para ampliar la información sobre los lugares donde podrían haber sido inhumados los cuerpos de personas no identificadas.

“Entre más personas podamos tener asociadas a estrategias para encontrar a las personas desaparecidas, mayor será la posibilidad de atender el enorme desafío que implica buscar un universo de personas tan importante de personas, en una práctica que fue sistemática, prolongada en el tiempo y generalizada en el territorio”, señaló Luz Marina Monzón Cifuentes, directora de la Unidad de Búsqueda.