Para el país político la nueva realidad es ex presidente libre o detenido. Para el país deportivo James Rodríguez ahora es del otro equipo, se llama Everton, para el país económico el préstamo de Avianca, para el país Rosa, es que Marbelle no conozca a su nieto y Ana Del Castillo saque otra perla, propia de su mar perlero eterno. Otros, sin oficio conocido, preguntando donde adquieren boletos para el Festival vallenato virtual y si hay pases de cortesía para unas amigas que vienen del extranjero.
Así comenzó septiembre, con nuevas realidades. En educación los temas de tecnología y entrenamiento insuficiente tanto en maestros como en alumnos, en salud con viejos problemas agravados por deudas al sistema, atrasos salariales y posiciones sindicales – algunas del siglo pasado-. En las administraciones seccionales y locales por los mismos poderes de siempre, los que están no quieren salir y los que entran, quieren quedarse, si es eterno, mejor.
Ya sabemos de los viejos problemas ganaderos, de arroceros y cafeteros, son los mismos que repetimos de memoria. Bajos precios de la leche, abigeatos, escasez de agua, importación del grano, renovación de cafetales. Mejor dicho, ahora que consumimos más leche, arroz y café encerrados, la maquinaria amarilla que promete abrir caminos de esperanza, sigue en trochas ganaderas particulares y viceversa. Eso nunca se acaba, como la cosecha de mujeres.
Y más quejas. Falta de autoridad que reclaman, pero cuando la policía, para poner un solo ejemplo, retiene a un delincuente, entonces nos quejamos, que el pobrecito no estaba haciendo nada y que por un celular usado no había necesidad de tanta bulla. Y cuando matan por un celular, preguntamos que donde estaba la policía. En eso nos la pasamos.
Hay una tragedia visible, probable, silenciosa, notoria, triste, preocupante y hasta la fecha sin soluciones, y es la cantidad de personas que recorren casa a casa, barrio a barrio pidiendo casi con uniformes y a horas reglamentarias en las puertas todos los días. Muchos con niños en brazos, otros en grupos mañaneros, otros al mediodía, todos con el mismo tema, pedir. Es una tragedia, es una forma de vida, es una práctica que está tomando caminos incontrolables. El gobierno te ruega mantenerte en casa, por salud, pero hay miles en la calle sin control de nada, ni de nadie. No es el solo el caso de los vecinos venezolanos, son de aquí, gente nuestra que vemos hace mucho tiempo en las mismas condiciones. La gran cantidad de limpiavidrios ya son parte del paisaje, las carretas con alto volumen en ventas callejeras ya son parte del sonido de la ciudad.
Todas son tragedias sociales, todas crean desazón y desesperanza, todos tienen causas y soluciones desde el punto de vista de expertos sociológicos y estadísticos. Todo al fin tiene soluciones políticas, no politiqueras. Ya en las próximas campañas de nuevo escucharemos temas como NINI, es decir que ni estudian, ni trabajan, o la industria sin chimeneas, economía naranja, reinventarse, resilientes, homicidios selectivos, nuevas realidades. Mejor dicho quién le pone el cascabel al gato. Ya ni cascabeles hay y los gatos tienen todo el derecho que las mascotas ganaron, falta salir a la calle a reclamar mejores condiciones en los alimentos procesados, como aquella vieja novela,-muy de crítica política- Rebelión en la granja de George Orwell del siglo pasado.
Rogamos permanecer en casa, si usted se asoma a la ventana, además de pedirle, solo preguntaran: ¿Qué sabes tú de la terna a la gobernación?