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Editorial - 18 mayo, 2019

Queremos campañas respetuosas

Las campañas sucias son inevitables y mucho más en las elecciones regionales, así lo muestra la historia. Sin embargo, exhortamos a los candidatos y a sus séquitos a que busquen los votos con propuestas programáticas que le generen esperanza al pueblo, que no cultiven odios. Si eso se logra, tendremos una democracia más participativa. Esta […]

Las campañas sucias son inevitables y mucho más en las elecciones regionales, así lo muestra la historia. Sin embargo, exhortamos a los candidatos y a sus séquitos a que busquen los votos con propuestas programáticas que le generen esperanza al pueblo, que no cultiven odios. Si eso se logra, tendremos una democracia más participativa.

Esta invitación la hacemos porque ya empiezan a tomar fuerza las pujas políticas con la proximidad de las elecciones regionales, por lo que consideramos necesario recordarles a los candidatos a cargos de elección popular que deben debatir en el marco del respeto con sus contendores.

Se presentó un primer ‘round’ mediático entre Alfredo Ape Cuello y Claudia Margarita Zuleta, luego del coaval que el partido Conservador le dio a la hija de Poncho Zuleta para impulsar la candidatura de ella a la Gobernación del Cesar, pero que el congresista refutó y logró que el apoyo de los azules quedara en el aire, pues solo se definirá en los próximos días en un pulso interno.

Estas diferencias son normales en el ejercicio democrático, pero notamos en el cruce de mensajes a través de redes que se exacerbaron los ánimos entre los dos bandos políticos y ante eso esperamos que las diferencias ideológicas se mantengan en el marco del respeto, un llamado necesario aunque sea utópico.

Las diferencias políticas no tienen deberían convertirse en marcos de violencia verbal ni mucho menos física. Por el contrario, deben generarse espacios de sana discusión, donde haya disposición para la confrontación de ideas, no de insultos ni improperios como ha ocurrido en otrora.

En ese contexto, debemos tener presente que el Cesar afronta dos procesos eleccionarios importantes, antes de las votaciones regionales para elegir gobernador y 25 alcaldes, se realizará la consulta estamentaria para la elección de rector de la Universidad Popular del Cesar, la institución de educación superior más importante del departamento, la cual debería dar ejemplo de pulcritud y sano debate.

En ambos entornos sabemos que es poca la diferencia de estrategias, con algunas prácticas no santas. Pero, aunque la política genera apasionamientos deben respetarse a los opuestos y los resultados aunque no favorezcan a determinados intereses.

Esperamos que la inconformidad por los resultados del 14 de junio en la UPC y del 30 de octubre en los comicios regionales, no exacerben los ánimos porque hay que ser conscientes de que en política algunas veces se gana y otras se pierde.

Si algo ha caracterizado la historia de Colombia ha sido la violencia política, pero es hora de cambiarla.

Editorial
18 mayo, 2019

Queremos campañas respetuosas

Las campañas sucias son inevitables y mucho más en las elecciones regionales, así lo muestra la historia. Sin embargo, exhortamos a los candidatos y a sus séquitos a que busquen los votos con propuestas programáticas que le generen esperanza al pueblo, que no cultiven odios. Si eso se logra, tendremos una democracia más participativa. Esta […]


Las campañas sucias son inevitables y mucho más en las elecciones regionales, así lo muestra la historia. Sin embargo, exhortamos a los candidatos y a sus séquitos a que busquen los votos con propuestas programáticas que le generen esperanza al pueblo, que no cultiven odios. Si eso se logra, tendremos una democracia más participativa.

Esta invitación la hacemos porque ya empiezan a tomar fuerza las pujas políticas con la proximidad de las elecciones regionales, por lo que consideramos necesario recordarles a los candidatos a cargos de elección popular que deben debatir en el marco del respeto con sus contendores.

Se presentó un primer ‘round’ mediático entre Alfredo Ape Cuello y Claudia Margarita Zuleta, luego del coaval que el partido Conservador le dio a la hija de Poncho Zuleta para impulsar la candidatura de ella a la Gobernación del Cesar, pero que el congresista refutó y logró que el apoyo de los azules quedara en el aire, pues solo se definirá en los próximos días en un pulso interno.

Estas diferencias son normales en el ejercicio democrático, pero notamos en el cruce de mensajes a través de redes que se exacerbaron los ánimos entre los dos bandos políticos y ante eso esperamos que las diferencias ideológicas se mantengan en el marco del respeto, un llamado necesario aunque sea utópico.

Las diferencias políticas no tienen deberían convertirse en marcos de violencia verbal ni mucho menos física. Por el contrario, deben generarse espacios de sana discusión, donde haya disposición para la confrontación de ideas, no de insultos ni improperios como ha ocurrido en otrora.

En ese contexto, debemos tener presente que el Cesar afronta dos procesos eleccionarios importantes, antes de las votaciones regionales para elegir gobernador y 25 alcaldes, se realizará la consulta estamentaria para la elección de rector de la Universidad Popular del Cesar, la institución de educación superior más importante del departamento, la cual debería dar ejemplo de pulcritud y sano debate.

En ambos entornos sabemos que es poca la diferencia de estrategias, con algunas prácticas no santas. Pero, aunque la política genera apasionamientos deben respetarse a los opuestos y los resultados aunque no favorezcan a determinados intereses.

Esperamos que la inconformidad por los resultados del 14 de junio en la UPC y del 30 de octubre en los comicios regionales, no exacerben los ánimos porque hay que ser conscientes de que en política algunas veces se gana y otras se pierde.

Si algo ha caracterizado la historia de Colombia ha sido la violencia política, pero es hora de cambiarla.