En pleno Festival, a los vallenatos que viven en la ciudad, como a los que la visitan para esta fecha, se les da por evaluar la tierra que los vio nacer en todos sus aspectos. Es algo apenas lógico, el Festival Vallenato es nuestro símbolo de identidad por excelencia. Del 26 a 30 de abril, millones de ojos nos miran hacia el epicentro de la música vallenata desde todos los rincones del universo.
Dedos acusadores señalan los lunares en cada festival y este año vuelve y juega el tema de la movilidad hacia el Parque de la Leyenda, escenario que se construyó precisamente para albergar una mayor cantidad de público ya que la Plaza Alfonso López resultaba insuficiente. El tema de falta de vías de acceso para llegar hasta el majestuoso escenario se volvió recurrente.
No cabe duda que la expansión urbanística de la ciudad nos habla de un proceso de transición que pide a gritos la construcción de mejores carreteras en esa ruta imparable de desarrollo, pero ese desarrollo debe ir acompañado de planeación y la ejecución en los megaproyectos, como por ejemplo el Parque de la Leyenda. Recordemos que el estadio Metropolitano de Barranquilla, obligó a un rediseño y reconstrucción de todo su entorno, incluso a la reubicación de muchas viviendas del sector para la construcción de puentes y ampliación de calzadas y carriles.
El tema de movilidad, es pan de cada día en Valledupar, pero en Festival es cuando se pone el dedo en la llaga, cuando la gota rebosa la copa. Por más que traten las autoridades de controlar la situación esta se vuelve inmanejable. Entre una y dos horas se tarda un vehículo en llegar del centro de la ciudad al Parque de la Leyenda en horario nocturno previo a los eventos de la final.
Este problema afecta de manera directa al gremio de taxistas, quienes en su desespero por ganarle la batalla al tiempo, elevan el precio de las carreras con cobros exagerados bajo el argumento de que el embotellamiento los hace perder tiempo y por ende, esto repercute en sus ganancias.
El alcalde Fredys Socarrás, ha pedido al gobierno nacional apoyo para el sostenimiento del acueducto y el alcantarillado de la ciudad y ha dicho que este es el punto de partida para que se recupere la malla vial de la Valledupar. Incluso para trazar nuevas calles. Pero ¿cuánto tiempo tardarán estas obras? ¿Cuándo veremos esas vías alternas que descongestionen la ciudad hacia el norte?
Esperamos que se solucione lo del sistema del acueducto para que mejore el servicio de agua que en Valledupar se presta de manera pésima, pero lo de la movilidad es algo urgente. No esperemos la restricción de circulación de vehículos o la implementación del pico y placa.
En ese ‘rosario’ de evaluaciones que propios y extraños hacen en estos días, EL PILON resalta la labor Interaseo. El personal ubicado en los sitios de concurrencia recoge las basuras en tiempo record, aplicando un plan de contingencia que hasta ahora, ha funcionado.