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Premios CPV, homenaje a la fauna y flora

Las fiestas siempre tienen dos cosas, los gozones que van a eso, y los criticones que también van a eso, pero con ñapa. En los 33 años del Círculo de Periodistas de Valledupar, CPV, la cosa estuvo buena. Excelente espacio social, buena cena, wisky y música que es lo importante. En la entrega de premios los presentadores deben tener, además de su oficio, una pizca de humor para no parecer tan fríos; en los montajes del acto, faltaron intentos de cine, no apagaron luces, faltó bembé. Y claro cada año tiene su propio sello.

Los mandatarios presentes, con ese olor a nostalgia de poder, lucieron sus trapos como si nada, las primeras damas en su mundo: la municipal impuso un amarillo impecable, mientras la departamental se bañó de fucsia con lacito amarillo de regalo; la entrante Laura Sierra, de Mello Castro, con cortísimo rojo escarlata pisó fuerte, mientras sus esposos estaban normalitos, Franco Ovalle, por ejemplo, nos recordó con su vestido blanco algo de himno del amor amor… los bollos calientes, pal gobernador. ¡Uy no!

Los jurados son quienes deciden las calificaciones finales, dieron su veredicto, del cual muchas veces no estoy de acuerdo, pero respeto sus decisiones, al fin es su función. Me extrañé mucho con la presencia de Nico Duba ahí, a sabiendas de lo que representa para la comunidad. ¿Quién lo invitó?

Los caballeros periodistas, parece  salían de cualquier velorio y se metieron ahí, sin medir distancias; salvó la patria Humberto Carrillo, muy serio y muy majo con swing elegante, Jairo Jiménez cogió muy a pecho el concepto naranja, hasta en gafas, camisas y medias. ¡Por Favor!

Otro que salió a pagar algún recibo y de una se coló fue Rafa Infante Moreno,  con ese bolsito adquirido en mercado viejo, aprovechó para llenarlo de mentas y chicles que los organizadores pusieron en los baños. Ya no aprenden.

A propósito con el viajeteo impuesto por la Radiodifusora Nacional con sus periodistas, ya no saben en qué lugar están: Tatiana Orozco lució piel  de tigresa en verano, algunos de la mesa principal alcanzaron a asustarse, por su parte Liliana Vanegas hizo un justo homenaje a las selvas del Caquetá y Vichada incluido Chiribiquete, eso había amarillo y azul combinado por toneladas.

Otra colega Irina Fernández optó por llamar la atención con la quema de la selva amazónica, su vestido con hojas de todos los verdes, sin dejar flores, raíces, tallos y ramas, fue sensación, toda la noche. A pocos pasos de ella, la querida María Ruth Mosquera con su vestido noche del pacifico descartó a más de uno, mientras Annelise Barriga se tiró encima once kilos de un brillante fucsia para adornar la velada. ¡Otra sorpresa!

Sorpresa e impacto causó Griselda Gómez, mi querida capitana, en agradecimiento a su empresa Agrosavia se forró con toda la savia, las flores y abejas de la granja experimental, con un azul lluvia ganó aplausos y ojalá aumento de salario con su promoción. Destacamos a Libia Orozco, fue regia, impactante, sencilla y elegante, ella y Lina Fuenmayor- dice el jurado- empataron en 9.5 puntos, quedó la duda si el vestido de la guajira era propio, entonces ganó Libia. Al llegar la prueba, podría cambiar la cosa.

Daniela Marbello con un azul eléctrico y falta puntiaguda gustó, pero dejó dudas. Por su parte Stephani Gámez entusiasmó con su amarillo pollito. A propósito, quien molió baldosa fue William Rosado Rincones, tirando pases que para su edad deja preocupación, porque un resbalón a esas horas va directo a la Erasmo. En cambio Carlos Cadena soltó su habilidad de cumbiambero, con los mismos tres pases de siempre. ¿A quién impresionaría?

Decentes estuvieron Mariché Núñez, Clara Inés Araujo, Irina Celedón, noté ausencia de su hermana Lolita que siempre es vanguardista,  Mildreth Zapata con rallas y flores incombinables, pero el perfume “La Vida es bella” que rociaba cada 10 minutos salvó el rato y fue la ganadora en aromas. Su hija  vestida de  amarillo cobrizo, pero con altura y juventud, fue la nota entre juveniles.

Entre las fundadoras del CPV Nubia Mejía con anticipo anunció ausencia por problemas cordales, pero prestó dos vestidos,  por supuesto se notaron entre dos colegas muy queridas. Felicitamos de Igual manera a Margarita Saade, de Drummond, su vestido de flores largas y amarillas fue piropeado hasta por Mauricio Babilonia, ese bolso adquirido a las mujeres microempresarias de la zona minera le bajó puntos, parecía una jaulita de loritos en cautiverio. ¡Pordios!

En zapatos y bolsos, la cosa estuvo grave. Los mismos zapatos que usan para inaugurar parques y primeras piedras, quisieron lucirlos en esa fiesta, y no vale. O al menos úsenla para los premios de la revistas AvisosGrama.

Rosana Cabas olvidó su vallenatía y trató de impresionar con una cartera homenaje a Bochica y no funcionó, perdió puntos. Shirly Rico, Martha Ariño, Mónica González y Kelly Cervantes se dejaron meter una panga de Ocha Rosado, la periodista del año, con un vestido verde vinomanzana barrió. Rosa Helena me recordó los tiempos de la Anapo con María Eugenia Rojas de Moreno Díaz. ¡Sorpresa! Mary su hermana, al contrario, durmió toda la noche, ni la bulla de Rafa Pérez logro despertarla.

Daniela Cárdenas, ganadora en prensa como Plan B, se colgó un vestido color pitón amazónico que no combinaba con su blanquísima piel, se le aceptó, pero asustó a más de uno. En la misma fuente culebrera anduvo Estiven Meneses de Diario del Cesar. ¡Que irrespeto!

Qué pudo pasarle a Karina Rincón, a su combinación uva y fucsia le faltó la cereza pal coctel. Adriana Palomo y Yohomar Navarro, ¿oye que les pasó? ¡Horror!

Wendy Peralta, Ludys Ovalle, Tatiana Vivas, Ninoska Reyes, Lizeth Pana, Taryn Escalona, si pueden cambiar de modistas sería aconsejable. Aclaro que sus perfumes sí eran finos, pero se echaron muy poquito, se notó que no lo querían agotar. ¿Prestados?

Toda la tarde los jurados vieron en salones y lugares de alquiler de fiestas a las colegas Katia Ospino, Damaris Rojas, Sandra Santiago, Sandra Machado, Elba Bonet, Karelys Rodríguez, Lina Castellar, pero encontraron los mismos del año anterior, dizque la moda va y viene.

¡No aceptaron! Los directivos del CPV, Arnol Murillo, Sergio López y Jorge Laporte, como si fueran a la entrega de cuentas del Área Metropolitana. ¡Por Dios señores, pongan el ejemplo, esto es de elegancia y no de andar repitiendo vestidos y menos cuando manejan la imagen de todos

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