Según el ingeniero eléctrico de la Universidad Nacional y coordinador regulatorio de Ser Colombia, Héctor Taticuán, estos proyectos reducen el costo de la energía al consumidor a largo plazo.
En la costa colombiana, la presencia de plantas de energía solar como la de La Loma podría sugerir una reducción en las tarifas de energía debido a la generación de energía renovable. Sin embargo, varios factores explican por qué esto no ocurre de manera inmediata. Según Héctor Taticuán, coordinador regulatorio de SER Colombia, “la energía entra al sistema, pero realmente yo no sé de dónde viene la energía porque al final de cuenta es algo que se ha hablado mucho que al final todos son electrones”. Esto significa que los consumidores no reciben directamente la energía solar, sino una mezcla de todas las fuentes disponibles.
SER Colombia es la Asociación de Energías Renovables de Colombia, una entidad privada sin ánimo de lucro fundada en marzo de 2016. Cuyo objetivo principal es promover y desarrollar las Fuentes No Convencionales de Energías Renovables (FNCER) en el país, agrupando a más de 90 compañías locales y globales que apuestan por estas energías.
Además, Taticuán destaca que “los precios de energía van a empezar a bajar a largo plazo lo que al final le va a servir” a medida que más proyectos de energía solar se integren al sistema, pero esto depende de la estabilidad financiera de los comercializadores para firmar contratos de largo plazo. Sin estos contratos, los proyectos no pueden avanzar, lo que limita la capacidad de reducir las tarifas.
Taticuán también menciona que “para que eso se logre se necesita acelerar el tema de trámites con operadores de red”, lo que actualmente actúa como un cuello de botella para la implementación de nuevos proyectos.
La regulación actual también juega un papel importante, ya que la remuneración por confiabilidad es más baja para las energías renovables que para las fuentes térmicas, lo que las hace menos competitivas. Taticuán enfatiza que “lo que se necesita de forma urgente son dos cosas, las subastas de largo plazo… y el otro tema es el tema de que no haya discriminación cuando se habla de energía solar en términos de confiabilidad”.
Así, aunque la energía solar es beneficiosa, su impacto en las tarifas de energía en la Costa es indirecto y requiere de una mayor integración al sistema, estabilidad financiera de los comercializadores, y mejoras en la regulación para que puedan influir significativamente en la reducción de las tarifas.
Por: Katlin Navarro Luna / EL PILÓN
Según el ingeniero eléctrico de la Universidad Nacional y coordinador regulatorio de Ser Colombia, Héctor Taticuán, estos proyectos reducen el costo de la energía al consumidor a largo plazo.
En la costa colombiana, la presencia de plantas de energía solar como la de La Loma podría sugerir una reducción en las tarifas de energía debido a la generación de energía renovable. Sin embargo, varios factores explican por qué esto no ocurre de manera inmediata. Según Héctor Taticuán, coordinador regulatorio de SER Colombia, “la energía entra al sistema, pero realmente yo no sé de dónde viene la energía porque al final de cuenta es algo que se ha hablado mucho que al final todos son electrones”. Esto significa que los consumidores no reciben directamente la energía solar, sino una mezcla de todas las fuentes disponibles.
SER Colombia es la Asociación de Energías Renovables de Colombia, una entidad privada sin ánimo de lucro fundada en marzo de 2016. Cuyo objetivo principal es promover y desarrollar las Fuentes No Convencionales de Energías Renovables (FNCER) en el país, agrupando a más de 90 compañías locales y globales que apuestan por estas energías.
Además, Taticuán destaca que “los precios de energía van a empezar a bajar a largo plazo lo que al final le va a servir” a medida que más proyectos de energía solar se integren al sistema, pero esto depende de la estabilidad financiera de los comercializadores para firmar contratos de largo plazo. Sin estos contratos, los proyectos no pueden avanzar, lo que limita la capacidad de reducir las tarifas.
Taticuán también menciona que “para que eso se logre se necesita acelerar el tema de trámites con operadores de red”, lo que actualmente actúa como un cuello de botella para la implementación de nuevos proyectos.
La regulación actual también juega un papel importante, ya que la remuneración por confiabilidad es más baja para las energías renovables que para las fuentes térmicas, lo que las hace menos competitivas. Taticuán enfatiza que “lo que se necesita de forma urgente son dos cosas, las subastas de largo plazo… y el otro tema es el tema de que no haya discriminación cuando se habla de energía solar en términos de confiabilidad”.
Así, aunque la energía solar es beneficiosa, su impacto en las tarifas de energía en la Costa es indirecto y requiere de una mayor integración al sistema, estabilidad financiera de los comercializadores, y mejoras en la regulación para que puedan influir significativamente en la reducción de las tarifas.
Por: Katlin Navarro Luna / EL PILÓN