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Columnista - 27 septiembre, 2016

El plebiscito entre la antidemocracia y la abstención

La democracia plena, directa y abierta en un país donde la política y los gobiernos son clientelistas no existe. El modelo colombiano es ultra clientelista, por lo tanto, la democracia colombiana es una fantasía. Ahora con el plebiscito ha surgido el “matoneo democrático”. Los que están por el SI que son los intelectuales de alto […]

La democracia plena, directa y abierta en un país donde la política y los gobiernos son clientelistas no existe. El modelo colombiano es ultra clientelista, por lo tanto, la democracia colombiana es una fantasía. Ahora con el plebiscito ha surgido el “matoneo democrático”.

Los que están por el SI que son los intelectuales de alto perfil gritan, ofenden, injurian, a los que están con el NO. Y los del NO, no se quedan atrás. Pero otros que están con el NO, han optado por callarse, especialmente los que verdaderamente han sufrido con creces la violencia generada por las Farc.

De tal manera que tácitamente se encuentran los del SI y los del NO enfrentados y no democráticamente sino violentamente, y todo porque los argumentos profundos de lo que será el pos conflicto no tiene nada claro. Una cosa son los acuerdos en el papel y otra será la ejecución y aplicación de esos acuerdos en manos de un emporio clientelista manejando a una población carente de conocimientos políticos, económicos y jurídicos.

Si se habla de democracia, es respetar la decisión del pensamiento personal y autónomo del sujeto, y esa decisión se establece mediante un voto. Hoy en los Estados Unidos, donde la democracia es peste, supuestamente, miles de republicanos han decido votar con la señora Hilary Clinton, todo porque ven al candidato Trump como un político débil mentalmente para dirigir a una potencia como las de los gringos. Desde luego, también habrá demócratas que votarán por el candidato Trump. Pero esa es la democracia plena y respetuosa. Y los gringos no salen a matarse ni encerrarse por temor a las represalias de los contrarios. Los gringos saben y la tienen clara que aun ganando con el voto se puede salir perdiendo. Desde luego que en Colombia, se pierde más ganando el NO. Porque sería una barrera muy grande para consolidar el proceso de paz. Pero no quiere decir, que los que voten por el NO son los que quieren que la guerra continúe.

Los medios de comunicaciones y en las redes sociales, hoy hacen más ecos en las diatribas de los defensores del SI y del NO, que una pedagogía por la verdadera democracia plena y abierta. Bajo el significado que en la acción democrática solo interviene el pensamiento, la auto argumentación y la actitud del votante. Ese es un patrimonio personal que aunque no les guste a los otros, debe ser respetado y escuchado, pero no ofendido e irrespetado. ¿Ese lenguaje beligerante de muchos congresistas, ministros y los discursos del presidente Santos junto con César Gaviria frente a Pastrana, Uribe y otros, en qué han contribuido a la construcción democrática?

De mis pocos conocimientos estadísticos, y sin muchas elucubraciones matemáticas, el resultado del plebiscito favorece al SI indudablemente. Pero el porcentaje de abstención es el más preocupante. Esa abstención, es la que verdaderamente quiere la guerra, esa abstención es que quiere que todo siga igual como venía. Por lo tanto, ganando el SI o el NO, no hay parte de victoria democrática directa o real, si la abstención supera al total de votos depositado en las urnas el 2 de octubre. Lo importante es votar y votar por su conciencia y sin clientelismo, a eso invito. El SI y el NO tienen validez si derrotan a la abstención.

P.D. Mentiras piadosas-. Ante el expresidente Gaviria, el hijo de Jorge 40 dijo “que los acuerdos del gobierno Uribe con los paracos se hizo bajo mentiras”. Se le olvidó que el primer mentiroso con Pablo Escobar, entre los acuerdos de gobiernos con criminales, fue César Gaviria. Pero de todas maneras con mentiras, se logró acabar con la máquina de producir muertos, desapariciones y secuestros. Eso mismo hay detrás del proceso de La Habana, parar toda esa brutal criminalidad. Las verdades y las mentiras se verán en el pos conflicto.

Columnista
27 septiembre, 2016

El plebiscito entre la antidemocracia y la abstención

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gonzalo E. Quiroz Martínez

La democracia plena, directa y abierta en un país donde la política y los gobiernos son clientelistas no existe. El modelo colombiano es ultra clientelista, por lo tanto, la democracia colombiana es una fantasía. Ahora con el plebiscito ha surgido el “matoneo democrático”. Los que están por el SI que son los intelectuales de alto […]


La democracia plena, directa y abierta en un país donde la política y los gobiernos son clientelistas no existe. El modelo colombiano es ultra clientelista, por lo tanto, la democracia colombiana es una fantasía. Ahora con el plebiscito ha surgido el “matoneo democrático”.

Los que están por el SI que son los intelectuales de alto perfil gritan, ofenden, injurian, a los que están con el NO. Y los del NO, no se quedan atrás. Pero otros que están con el NO, han optado por callarse, especialmente los que verdaderamente han sufrido con creces la violencia generada por las Farc.

De tal manera que tácitamente se encuentran los del SI y los del NO enfrentados y no democráticamente sino violentamente, y todo porque los argumentos profundos de lo que será el pos conflicto no tiene nada claro. Una cosa son los acuerdos en el papel y otra será la ejecución y aplicación de esos acuerdos en manos de un emporio clientelista manejando a una población carente de conocimientos políticos, económicos y jurídicos.

Si se habla de democracia, es respetar la decisión del pensamiento personal y autónomo del sujeto, y esa decisión se establece mediante un voto. Hoy en los Estados Unidos, donde la democracia es peste, supuestamente, miles de republicanos han decido votar con la señora Hilary Clinton, todo porque ven al candidato Trump como un político débil mentalmente para dirigir a una potencia como las de los gringos. Desde luego, también habrá demócratas que votarán por el candidato Trump. Pero esa es la democracia plena y respetuosa. Y los gringos no salen a matarse ni encerrarse por temor a las represalias de los contrarios. Los gringos saben y la tienen clara que aun ganando con el voto se puede salir perdiendo. Desde luego que en Colombia, se pierde más ganando el NO. Porque sería una barrera muy grande para consolidar el proceso de paz. Pero no quiere decir, que los que voten por el NO son los que quieren que la guerra continúe.

Los medios de comunicaciones y en las redes sociales, hoy hacen más ecos en las diatribas de los defensores del SI y del NO, que una pedagogía por la verdadera democracia plena y abierta. Bajo el significado que en la acción democrática solo interviene el pensamiento, la auto argumentación y la actitud del votante. Ese es un patrimonio personal que aunque no les guste a los otros, debe ser respetado y escuchado, pero no ofendido e irrespetado. ¿Ese lenguaje beligerante de muchos congresistas, ministros y los discursos del presidente Santos junto con César Gaviria frente a Pastrana, Uribe y otros, en qué han contribuido a la construcción democrática?

De mis pocos conocimientos estadísticos, y sin muchas elucubraciones matemáticas, el resultado del plebiscito favorece al SI indudablemente. Pero el porcentaje de abstención es el más preocupante. Esa abstención, es la que verdaderamente quiere la guerra, esa abstención es que quiere que todo siga igual como venía. Por lo tanto, ganando el SI o el NO, no hay parte de victoria democrática directa o real, si la abstención supera al total de votos depositado en las urnas el 2 de octubre. Lo importante es votar y votar por su conciencia y sin clientelismo, a eso invito. El SI y el NO tienen validez si derrotan a la abstención.

P.D. Mentiras piadosas-. Ante el expresidente Gaviria, el hijo de Jorge 40 dijo “que los acuerdos del gobierno Uribe con los paracos se hizo bajo mentiras”. Se le olvidó que el primer mentiroso con Pablo Escobar, entre los acuerdos de gobiernos con criminales, fue César Gaviria. Pero de todas maneras con mentiras, se logró acabar con la máquina de producir muertos, desapariciones y secuestros. Eso mismo hay detrás del proceso de La Habana, parar toda esa brutal criminalidad. Las verdades y las mentiras se verán en el pos conflicto.