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Columnista - 31 mayo, 2017

‘Pepe’ Castro descomunal

La primera impresión que brillaba al conocerlo era su sencillez que a su vez ocultaba a un personaje con una capacidad de trabajo inconmensurable. El joven que el destino le deparó levantar a sus hermanos ante la temprana e intempestiva partida de su padre. La necesidad imperiosa lo forjó en el mundo selvático de la […]

La primera impresión que brillaba al conocerlo era su sencillez que a su vez ocultaba a un personaje con una capacidad de trabajo inconmensurable. El joven que el destino le deparó levantar a sus hermanos ante la temprana e intempestiva partida de su padre. La necesidad imperiosa lo forjó en el mundo selvático de la época y así desmontó terrenos incultos y globos extensos, para fundar una de las mejores ganaderías de la región.

Su empuje, dedicación y laboriosidad, su condición servicial y generosa, lo catapultó a la formación de su propio liderazgo curtido en sus vivencias que constituyeron las cátedras de la universidad de su vida y de su crecimiento como un dirigente singular.

‘Pepe’ Castro diseñó la cátedra de la acción y de las realizaciones en sus actos gubernamentales con la frase: “los buldozer adelante y los abogados detrás”, para enarbolar las banderas de la eficiencia, en un país amante de la tramitología en la gestión oficial.

Con esta tesis, construyó innumerables obras desde la Alcaldía de Valledupar y durante su gestión en la Gobernación, como la apertura de doble via de la avenida 19 desde La Ceiba, hasta la glorieta del Terminal; la ampliación de la carrera 9ª y la construcción de la carretera desde Manaure hasta la frontera venezolana en Sabana Rubia.

‘Pepe’ Castro el coloso, el descomunal, su indeclinable probidad en sus actos públicos y privados la acompañaba con su capacidad de compenetrarse con las necesidades de los más humildes, con quien entablaba, además, expeditamente una estrecha amistad.

Sus detractores y enemigos políticos de turno, le enrostraban su carencia de preparación universitaria; sin embargo, siempre logró salir victorioso y derrotar a sus contendores electorales más ilustrados. A ‘Pepe’ lo ultrajaban comparándolo injustamente con un asno y en altoparlantes colocaban: “Va a hablar Pepe y sonaba el rebuzno de un burro”.

El inmenso y descomunal ‘Pepe’ Castro no se inmutaba. Al ser interrogado por un periodista sobre el insulto del cual era objeto, ‘Pepe’ contestó: “No me molesta, porque el burro es un animal biblico que acompañó a Jesús en su entrada para nacer en Belén, es el compañero servicial y permanente de los campesinos que bajan de la sierra; es el animal más resistente, de allí que este asno que les habla le produjo una contundente derrota electoral a mis adversarios políticos”.

Finalmente, se encargó de demostrar su intelectualidad al escribir varios libros en narrativa de la historia de Valledupar, como ‘Los cuentos de ‘Pepe’.

Su legado es la edificación del éxito en el sector pecuario y politico, como una vida integra al servicio de sus semejantes, sin intereses de provecho personal de ninguna indole.

‘Pepe’ Castro hoy es una leyenda de nuestro acervo histórico, folclórico y cultural, al ser objeto de una composicion denominada el “Cristo de Mariangola”, de la autoría de Rafael Escalona.

Por Eduardo Dangond Castro

 

Columnista
31 mayo, 2017

‘Pepe’ Castro descomunal

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo Dangond Castro

La primera impresión que brillaba al conocerlo era su sencillez que a su vez ocultaba a un personaje con una capacidad de trabajo inconmensurable. El joven que el destino le deparó levantar a sus hermanos ante la temprana e intempestiva partida de su padre. La necesidad imperiosa lo forjó en el mundo selvático de la […]


La primera impresión que brillaba al conocerlo era su sencillez que a su vez ocultaba a un personaje con una capacidad de trabajo inconmensurable. El joven que el destino le deparó levantar a sus hermanos ante la temprana e intempestiva partida de su padre. La necesidad imperiosa lo forjó en el mundo selvático de la época y así desmontó terrenos incultos y globos extensos, para fundar una de las mejores ganaderías de la región.

Su empuje, dedicación y laboriosidad, su condición servicial y generosa, lo catapultó a la formación de su propio liderazgo curtido en sus vivencias que constituyeron las cátedras de la universidad de su vida y de su crecimiento como un dirigente singular.

‘Pepe’ Castro diseñó la cátedra de la acción y de las realizaciones en sus actos gubernamentales con la frase: “los buldozer adelante y los abogados detrás”, para enarbolar las banderas de la eficiencia, en un país amante de la tramitología en la gestión oficial.

Con esta tesis, construyó innumerables obras desde la Alcaldía de Valledupar y durante su gestión en la Gobernación, como la apertura de doble via de la avenida 19 desde La Ceiba, hasta la glorieta del Terminal; la ampliación de la carrera 9ª y la construcción de la carretera desde Manaure hasta la frontera venezolana en Sabana Rubia.

‘Pepe’ Castro el coloso, el descomunal, su indeclinable probidad en sus actos públicos y privados la acompañaba con su capacidad de compenetrarse con las necesidades de los más humildes, con quien entablaba, además, expeditamente una estrecha amistad.

Sus detractores y enemigos políticos de turno, le enrostraban su carencia de preparación universitaria; sin embargo, siempre logró salir victorioso y derrotar a sus contendores electorales más ilustrados. A ‘Pepe’ lo ultrajaban comparándolo injustamente con un asno y en altoparlantes colocaban: “Va a hablar Pepe y sonaba el rebuzno de un burro”.

El inmenso y descomunal ‘Pepe’ Castro no se inmutaba. Al ser interrogado por un periodista sobre el insulto del cual era objeto, ‘Pepe’ contestó: “No me molesta, porque el burro es un animal biblico que acompañó a Jesús en su entrada para nacer en Belén, es el compañero servicial y permanente de los campesinos que bajan de la sierra; es el animal más resistente, de allí que este asno que les habla le produjo una contundente derrota electoral a mis adversarios políticos”.

Finalmente, se encargó de demostrar su intelectualidad al escribir varios libros en narrativa de la historia de Valledupar, como ‘Los cuentos de ‘Pepe’.

Su legado es la edificación del éxito en el sector pecuario y politico, como una vida integra al servicio de sus semejantes, sin intereses de provecho personal de ninguna indole.

‘Pepe’ Castro hoy es una leyenda de nuestro acervo histórico, folclórico y cultural, al ser objeto de una composicion denominada el “Cristo de Mariangola”, de la autoría de Rafael Escalona.

Por Eduardo Dangond Castro