En el barrio Candelaria Norte se localiza el parque didáctico de Valledupar, que desde el pasado mes de octubre se encuentra a merced de la delincuencia por la falta de vigilancia permanente y administración de la ludoteca, que funciona dentro de sus instalaciones.

De acuerdo con el líder social, Darwin Salas, infortunadamente el centro de recreación se ha convertido en la guarida predilecta de jóvenes consumidores de alucinógenos, quienes permanecen tanto en las mañanas como en las tardes y las noches exhibiendo públicamente su adicción.

“Hay dos de esos jóvenes, de los 20 que llegamos a contar, que ahora viven en el parque porque sus papás los echaron de sus casas, cocinan y lavan ahí. La comunidad no está acudiendo al parque por temor y tampoco dejan ir a sus hijos, mientras que en las casas aledañas ya no se soportan los olores a marihuana que se sienten todo el día”, explicó.

Aseguró que en marzo llegaron nuevos vigilantes contratados por el Municipio, sin embargo no sabían exactamente qué debían cuidar ya que las llaves de la ludoteca, donde se encuentran muchas herramientas para trabajos lúdicos con los niños que asistan al parque, nunca se las entregaron. “Llegan a celar la ludoteca, pero como no había coordinadora, les tocó estar ahí afuera sin saber qué es lo que están celando, nadie les ha hecho entrega de inventario y hasta el pasado jueves hubo servicio de celaduría”, indicó.

Para la comunidad del barrio Candelaria Norte es preocupante esta situación, pues ya han ocurrido robos en la ludoteca. “El año pasado se metieron para robarse computadores, un televisor, una cámara fotográfica y material didáctico, por eso nos preocupa que se vuelvan a meter ya que los jóvenes que están yendo a consumir drogas al parque tienen antecedentes judiciales y han estado presos”, explicó.

Darwin Salas manifestó ser consciente de que criticar no va a generar soluciones, por ello propuso que la policía comunitaria y la Oficina de Gestión Social apoyen en la rehabilitación de los drogadictos que acuden al parque didáctico, “de pronto están en eso porque no les han dado acompañamiento. Se necesitan sicólogos, un programa educativo técnico que les permita ser útiles a la sociedad”, expresó.

EL PILÓN intentó dialogar con la jefe de la Oficina de Gestión Social, María Margarita Ustáriz, sobre la falta de contratación de un coordinador para la ludoteca, pero no contestó las llamadas.

La ludoteca que funciona dentro del parque didáctico se encuentra sin coordinación desde hace siete meses.

Por Jennifer Del Río Coronell

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