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Editorial - 28 diciembre, 2015

¿Para qué es el Archivo Departamental?

Mientras con bombos y platillos el gobierno de Luis Alberto Monsalvo inauguró la plazoleta de las banderas ‘María Concepción Loperena’, frente al palacio departamental Alfonso López Michelsen, que costó más de 14 mil millones de pesos, otra obra, quizás, de mayor importancia para la historia del Cesar también veía la luz. Se trata del Archivo […]

Mientras con bombos y platillos el gobierno de Luis Alberto Monsalvo inauguró la plazoleta de las banderas ‘María Concepción Loperena’, frente al palacio departamental Alfonso López Michelsen, que costó más de 14 mil millones de pesos, otra obra, quizás, de mayor importancia para la historia del Cesar también veía la luz. Se trata del Archivo Departamental que queda ubicada entre el Palacio de Justicia y la Escuela de Bellas Artes en Valledupar.

Una obra que fue adjudicada en el 2013 al Consorcio Archivo del Cesar, por valor de 6.887 millones, cuyo representante legal es Fernando Valderrama Cordero, con una interventoría externa que costó 482 millones. Su construcción se dio poco a poco, y hace seis días fue inaugurada de manera tímida.

Aunque desde el gremio de la ingeniería del Cesar son muchos los cuestionamientos al gobierno Monsalvo por su énfasis en obras de infraestructura con contratistas foráneos, esta es una obra que hacía falta en la capital del departamento porque la historia tiene que guardarse y cuidarse como un tesoro.

Algunos ciudadanos que pasan por la calle 14 y observan el edificio blanco comentan que se trata de un nuevo centro médico o quizás de una nueva clínica, no tienen ni idea qué es un Archivo Departamental y si alcanzan a leer el nombre de la obra, preguntan ¿y eso para qué es?

La Ley 594 del año 2000 establece claramente las reglas y principios generales que regulan la función archivística del Estado, que comprende a la administración pública en sus diferentes niveles, las entidades privadas que cumplen funciones públicas y los demás organismos regulados por la presente ley, en el entendido que el Archivo es el “conjunto de documentos, sea cual fuere su fecha, forma y soporte material, acumulados en un proceso natural por una persona o entidad pública o privada, en el transcurso de su gestión, conservados respetando aquel orden para servir como testimonio e información a la persona o institución que los produce y a los ciudadanos, o como fuentes de la historia. También se puede entender como la institución que está al servicio de la gestión administrativa, la información, la investigación y la cultura”. Así reza en dicha Ley. Los archivos pueden ser públicos, privados de interés público, total.

Es obligación, en adelante, del gobernador de turno, presidir la junta directiva para garantizar que los 25 municipios del Cesar archiven su documentación aquí. Esa gestión servirá para recuperar y mantener en buen estado todos los documentos que por años han reposado en el sótano de la Gobernación del Cesar.

Los archivos de gestión de los municipios se quedan en las alcaldías, pasan al Archivo Departamental los documentos históricos que servirán de consulta para la ciudadanía, a los investigadores, periodistas, estudiantes, en fin a todo aquel que quiera conocer procesos y hechos ocurridos en este territorio.

Este edificio bautizado con el nombre del dirigente liberal ‘Aníbal Martínez Zuleta’ debe cuidarse y valorarse para lo que fue creado.

Editorial
28 diciembre, 2015

¿Para qué es el Archivo Departamental?

Mientras con bombos y platillos el gobierno de Luis Alberto Monsalvo inauguró la plazoleta de las banderas ‘María Concepción Loperena’, frente al palacio departamental Alfonso López Michelsen, que costó más de 14 mil millones de pesos, otra obra, quizás, de mayor importancia para la historia del Cesar también veía la luz. Se trata del Archivo […]


Mientras con bombos y platillos el gobierno de Luis Alberto Monsalvo inauguró la plazoleta de las banderas ‘María Concepción Loperena’, frente al palacio departamental Alfonso López Michelsen, que costó más de 14 mil millones de pesos, otra obra, quizás, de mayor importancia para la historia del Cesar también veía la luz. Se trata del Archivo Departamental que queda ubicada entre el Palacio de Justicia y la Escuela de Bellas Artes en Valledupar.

Una obra que fue adjudicada en el 2013 al Consorcio Archivo del Cesar, por valor de 6.887 millones, cuyo representante legal es Fernando Valderrama Cordero, con una interventoría externa que costó 482 millones. Su construcción se dio poco a poco, y hace seis días fue inaugurada de manera tímida.

Aunque desde el gremio de la ingeniería del Cesar son muchos los cuestionamientos al gobierno Monsalvo por su énfasis en obras de infraestructura con contratistas foráneos, esta es una obra que hacía falta en la capital del departamento porque la historia tiene que guardarse y cuidarse como un tesoro.

Algunos ciudadanos que pasan por la calle 14 y observan el edificio blanco comentan que se trata de un nuevo centro médico o quizás de una nueva clínica, no tienen ni idea qué es un Archivo Departamental y si alcanzan a leer el nombre de la obra, preguntan ¿y eso para qué es?

La Ley 594 del año 2000 establece claramente las reglas y principios generales que regulan la función archivística del Estado, que comprende a la administración pública en sus diferentes niveles, las entidades privadas que cumplen funciones públicas y los demás organismos regulados por la presente ley, en el entendido que el Archivo es el “conjunto de documentos, sea cual fuere su fecha, forma y soporte material, acumulados en un proceso natural por una persona o entidad pública o privada, en el transcurso de su gestión, conservados respetando aquel orden para servir como testimonio e información a la persona o institución que los produce y a los ciudadanos, o como fuentes de la historia. También se puede entender como la institución que está al servicio de la gestión administrativa, la información, la investigación y la cultura”. Así reza en dicha Ley. Los archivos pueden ser públicos, privados de interés público, total.

Es obligación, en adelante, del gobernador de turno, presidir la junta directiva para garantizar que los 25 municipios del Cesar archiven su documentación aquí. Esa gestión servirá para recuperar y mantener en buen estado todos los documentos que por años han reposado en el sótano de la Gobernación del Cesar.

Los archivos de gestión de los municipios se quedan en las alcaldías, pasan al Archivo Departamental los documentos históricos que servirán de consulta para la ciudadanía, a los investigadores, periodistas, estudiantes, en fin a todo aquel que quiera conocer procesos y hechos ocurridos en este territorio.

Este edificio bautizado con el nombre del dirigente liberal ‘Aníbal Martínez Zuleta’ debe cuidarse y valorarse para lo que fue creado.