Faltan cuatro días para la celebración del “Día de las brujitas” o “Halloween”, como también se le conoce. Probablemente usted, amigo lector(a), que lee atentamente este escrito, habrá comprado ya el disfraz que lucirá su hijo(a), junto con la calabaza naranja, donde guardará las golosinas que logre recaudar. Seguramente usted, que tienen la fortuna de estar en edad juvenil y disfrutando de feliz soltería, tiene planeado irse de rumba con su novia(o) y allegados, a la discoteca, que estará decorada con telaraña artificial, murciélagos, calabazas y juego de luces y donde, obviamente, no faltará el trago y la música a todo volumen.
La historia nos recuerda, que el Halloween es una celebración pagana, de origen Celta (actual Irlanda, Escocia, Inglaterra y el norte de Francia), que data de hace más de 3.000 años basada en la creencia de que el 31 de octubre, la línea divisoria del mundo terrenal con el más allá, se estrecha, haciendo posible tener contacto con seres de grata recomendación y de espantar espíritus malignos, con el uso de antifaces. Lo que comenzó como una fiesta pagana poco a poco, se extendió como una diáspora a medio mundo, donde la gente ingenuamente la considera, como una celebración para el disfrute de los niños.
Sin lugar a dudas, usted ya escuchó las reiteradas recomendaciones del Comandante de la Policía: Faiber Hugo Martínez Jiménez, en el sentido de estar vigilantes con nuestros hijos(as), a efectos de evitar, que se extravíen o consuman dulces en mal estado. De todas maneras, particularmente quiero informarles, que el próximo 31 de octubre, tendrá lugar la fiesta más importante de los cultos demoníacos, pues se dará inicio a un nuevo año satánico. “Es como celebrar el cumpleaños del diablo”. El comentario, no lo hago yo. Lo hace la astróloga: Cristina Kneer Vidal, residente en México, quien confiesa haber pertenecido a una secta satánica, y haber renunciado al demonio, para reencontrarse con el Señor Jesús. Esta astróloga de profesión, señala que la noche del 31 de octubre, por lo general se escogen niños para, cumplir con ellos, ritos satánicos que consisten en sacrificarlos para honrar con sus vidas al Príncipe de las Tinieblas. Pero ¿Por qué niños y no adultos? Se preguntarán ustedes, que me siguen leyendo con atención. Pues según ella, por dos razones: (I) Porque los niños se encuentran libres de pecado y (II) Porque son los elegidos de Dios. Así que les aconsejo tener cuidado con el ¡Haloween! darioarregoces@hotmail.com