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Editorial - 17 noviembre, 2019

Nuevo Concejo, nuevas preocupaciones

Valledupar tiene 14 nuevos concejales y deberían ser 16 cuando se resuelvan controversias de normas partidistas que ya han generado polémica al interior del recinto de la corporación, un Concejo Municipal que ha estado marcado por complejas circunstancias; perece ser que hasta el final del periodo dará de qué hablar.

Valledupar tiene 14 nuevos concejales y deberían ser 16 cuando se resuelvan controversias de normas partidistas que ya han generado polémica al interior del recinto de la corporación, un Concejo Municipal que ha estado marcado por complejas circunstancias; perece ser que hasta el final del periodo dará de qué hablar.

Lo que hoy nos motiva es una creciente preocupación por varios aspectos de gran relevancia para el bienestar del municipio que no deben ser tratados a la ligera. La primera circunstancia es el hecho de que solo tres concejales con experiencia de este periodo, Guido Castilla, Wilber Hinojosa, Dorismel Celedón, deberán estudiar proyectos y debatir temas cruciales junto con un grupo de nuevos ediles que aunque tienen méritos profesionales no poseen pericia en las lides de la corporación, excepto Ricardo Vives, Luis Cabello Donado y Fredy Gámez, que ya ocuparon el cargo: los dos primeros en el periodo 2012- 2015 y el tercero en periodos anteriores; también ejerció como diputado.

Solo faltan 45 días para que se acabe el año, son pocas las horas que tendrán los concejales para evaluar algunos proyectos como el presupuesto municipal del 2020, por $768.387 millones; política pública comunal, proyecto viviendas lote Idema, regulación del incremento de salario del contralor.

Y como si fuera poco, la nueva junta directiva tendrá que reanudar la elección de personero de Valledupar, y esto incluye elegir operador pues el contrato con la Corporación Universitaria de la Costa, CUC, fue cancelado unilateralmente por las irregularidades que se presentaron durante el proceso, uno de los más controversiales de la historia de la capital del Cesar.

También la elección de contralor municipal, a través de convocatoria abierta, y en este nos podemos detener con análisis que darían para otros editoriales. Es este uno de los asuntos más espinosos y de cuidado que los concejales entrantes deben tener en cuenta, pues ponen en marcha el proceso para que el siguiente Concejo elija contralor de una terna. La elección del secretario general del Concejo también está entre los temas importantes.

Consideramos que aquí hay que acompañar al Concejo Municipal, ser propositivos, pero también muy atentos a cuestionar pues lo que está en juego no es cualquier cosa, son quizá algunos de los temas más fundamentales del desarrollo y funcionamiento del municipio.

En este momento, el Concejo de Valledupar no solo debe pensar en la importancia de los proyectos que les caen en las manos, la necesidad de obrar con sabiduría, sino también con transparencia y rectitud. Los errores del pasado nos han salido caros y Valledupar no puede detener la marcha de progreso por improvisaciones.

Editorial
17 noviembre, 2019

Nuevo Concejo, nuevas preocupaciones

Valledupar tiene 14 nuevos concejales y deberían ser 16 cuando se resuelvan controversias de normas partidistas que ya han generado polémica al interior del recinto de la corporación, un Concejo Municipal que ha estado marcado por complejas circunstancias; perece ser que hasta el final del periodo dará de qué hablar.


Valledupar tiene 14 nuevos concejales y deberían ser 16 cuando se resuelvan controversias de normas partidistas que ya han generado polémica al interior del recinto de la corporación, un Concejo Municipal que ha estado marcado por complejas circunstancias; perece ser que hasta el final del periodo dará de qué hablar.

Lo que hoy nos motiva es una creciente preocupación por varios aspectos de gran relevancia para el bienestar del municipio que no deben ser tratados a la ligera. La primera circunstancia es el hecho de que solo tres concejales con experiencia de este periodo, Guido Castilla, Wilber Hinojosa, Dorismel Celedón, deberán estudiar proyectos y debatir temas cruciales junto con un grupo de nuevos ediles que aunque tienen méritos profesionales no poseen pericia en las lides de la corporación, excepto Ricardo Vives, Luis Cabello Donado y Fredy Gámez, que ya ocuparon el cargo: los dos primeros en el periodo 2012- 2015 y el tercero en periodos anteriores; también ejerció como diputado.

Solo faltan 45 días para que se acabe el año, son pocas las horas que tendrán los concejales para evaluar algunos proyectos como el presupuesto municipal del 2020, por $768.387 millones; política pública comunal, proyecto viviendas lote Idema, regulación del incremento de salario del contralor.

Y como si fuera poco, la nueva junta directiva tendrá que reanudar la elección de personero de Valledupar, y esto incluye elegir operador pues el contrato con la Corporación Universitaria de la Costa, CUC, fue cancelado unilateralmente por las irregularidades que se presentaron durante el proceso, uno de los más controversiales de la historia de la capital del Cesar.

También la elección de contralor municipal, a través de convocatoria abierta, y en este nos podemos detener con análisis que darían para otros editoriales. Es este uno de los asuntos más espinosos y de cuidado que los concejales entrantes deben tener en cuenta, pues ponen en marcha el proceso para que el siguiente Concejo elija contralor de una terna. La elección del secretario general del Concejo también está entre los temas importantes.

Consideramos que aquí hay que acompañar al Concejo Municipal, ser propositivos, pero también muy atentos a cuestionar pues lo que está en juego no es cualquier cosa, son quizá algunos de los temas más fundamentales del desarrollo y funcionamiento del municipio.

En este momento, el Concejo de Valledupar no solo debe pensar en la importancia de los proyectos que les caen en las manos, la necesidad de obrar con sabiduría, sino también con transparencia y rectitud. Los errores del pasado nos han salido caros y Valledupar no puede detener la marcha de progreso por improvisaciones.