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Columnista - 20 septiembre, 2019

¡No lo echen en saco roto!

Me he alegrado mucho por la designación del doctor Luis Rodríguez Ospino en una de las más altas dignidades del poder ejecutivo como lo es la Dirección de Planeación Nacional. Me alegro por varias razones del nombramiento de Lucho, así le dicen todos los allegados y yo soy uno de ellos, porque está casado con […]

Me he alegrado mucho por la designación del doctor Luis Rodríguez Ospino en una de las más altas dignidades del poder ejecutivo como lo es la Dirección de Planeación Nacional. Me alegro por varias razones del nombramiento de Lucho, así le dicen todos los allegados y yo soy uno de ellos, porque está casado con mi bella sobrina Andrea “La Tímida”, le decimos sus tíos, porque desde el Cielo su padre el inolvidable exgobernador y prominente dirigente político Luis Rodríguez Valera, “Lucho” también debe estar feliz viendo triunfar al último de su descendencia, me alegro por María Luisa su hermana, alta dignataria en la Universidad Nacional, me alegro porque el Cesar como nunca está bien representado en las altas esferas y más que todo me alegro por él, que hoy ve recompensados todos los esfuerzos y sacrificios que ha hecho Stellita, su mamá para verlo llegar a la cima, realmente se merece un gran homenaje y me alegro por muchas cosas más que vislumbro y pienso que se pueden hacer realidades en este gobierno bienintencionado del Presidente Iván Duque con el departamento del Cesar.

Lucho de la mano del Presidente Duque y en llave con el Doctor Mondragón quien hoy funge como Ministro de Vivienda y Medio Ambiente pueden hacer mucho por esta región y con seguridad van a poner a funcionar la Represa del Ranchería que será la redención de La Guajira y lo mismo estoy seguro, que iremos a poner la primera piedra de la Represa de Los Besotes, escogido un modelo de los tantos estudios que se han hecho. Eso tiene que ser una realidad pues los recursos mineros desaparecen y solo nos queda la tierra para explotarla, pero para eso hay que adecuarlas con agua para obtener buenas producciones, pues agricultura se escribe con agua.

Ojalá los señores Congresistas se pellizquen y en un solo bloque con los Guajiros impulsen estas obras redentoras para la comunidad y en compañía de los gobernadores y alcaldes de turno las veamos hechas realidad.

Que esta columna sea el primer grano de arena y que a la pila se sumen millones de granos convertidos en pesos, la plata y la buena voluntad que es lo que ha faltado en nuestras dirigencias para que por fin en estas regiones haya una obra de esa clase que en el Huila, Tolima, Antioquia, Valle y otros departamentos existen por todas partes con óptimos resultados.

Doctores Iván Duque, Rodríguez y Mondragón en sus manos está liderar esta iniciativa, pues nunca en la historia se habían dado las circunstancias tan favorables que hoy tenemos para hacerlas realidad. La Guajira y El Cesar o El Cesar y La Guajira no tendrán como pagarles, pero los recordarán como uno de sus principales benefactores. No lo olviden, no lo echen en saco roto.

Columnista
20 septiembre, 2019

¡No lo echen en saco roto!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Me he alegrado mucho por la designación del doctor Luis Rodríguez Ospino en una de las más altas dignidades del poder ejecutivo como lo es la Dirección de Planeación Nacional. Me alegro por varias razones del nombramiento de Lucho, así le dicen todos los allegados y yo soy uno de ellos, porque está casado con […]


Me he alegrado mucho por la designación del doctor Luis Rodríguez Ospino en una de las más altas dignidades del poder ejecutivo como lo es la Dirección de Planeación Nacional. Me alegro por varias razones del nombramiento de Lucho, así le dicen todos los allegados y yo soy uno de ellos, porque está casado con mi bella sobrina Andrea “La Tímida”, le decimos sus tíos, porque desde el Cielo su padre el inolvidable exgobernador y prominente dirigente político Luis Rodríguez Valera, “Lucho” también debe estar feliz viendo triunfar al último de su descendencia, me alegro por María Luisa su hermana, alta dignataria en la Universidad Nacional, me alegro porque el Cesar como nunca está bien representado en las altas esferas y más que todo me alegro por él, que hoy ve recompensados todos los esfuerzos y sacrificios que ha hecho Stellita, su mamá para verlo llegar a la cima, realmente se merece un gran homenaje y me alegro por muchas cosas más que vislumbro y pienso que se pueden hacer realidades en este gobierno bienintencionado del Presidente Iván Duque con el departamento del Cesar.

Lucho de la mano del Presidente Duque y en llave con el Doctor Mondragón quien hoy funge como Ministro de Vivienda y Medio Ambiente pueden hacer mucho por esta región y con seguridad van a poner a funcionar la Represa del Ranchería que será la redención de La Guajira y lo mismo estoy seguro, que iremos a poner la primera piedra de la Represa de Los Besotes, escogido un modelo de los tantos estudios que se han hecho. Eso tiene que ser una realidad pues los recursos mineros desaparecen y solo nos queda la tierra para explotarla, pero para eso hay que adecuarlas con agua para obtener buenas producciones, pues agricultura se escribe con agua.

Ojalá los señores Congresistas se pellizquen y en un solo bloque con los Guajiros impulsen estas obras redentoras para la comunidad y en compañía de los gobernadores y alcaldes de turno las veamos hechas realidad.

Que esta columna sea el primer grano de arena y que a la pila se sumen millones de granos convertidos en pesos, la plata y la buena voluntad que es lo que ha faltado en nuestras dirigencias para que por fin en estas regiones haya una obra de esa clase que en el Huila, Tolima, Antioquia, Valle y otros departamentos existen por todas partes con óptimos resultados.

Doctores Iván Duque, Rodríguez y Mondragón en sus manos está liderar esta iniciativa, pues nunca en la historia se habían dado las circunstancias tan favorables que hoy tenemos para hacerlas realidad. La Guajira y El Cesar o El Cesar y La Guajira no tendrán como pagarles, pero los recordarán como uno de sus principales benefactores. No lo olviden, no lo echen en saco roto.