El periodista Toño Sánchez Jr. habló en la Feria del Libro de Valledupar de sus orígenes, ascensos y caídas. Sánchez no solo los investigó: fue amigo cercano de Carlos Castaño, el más visible de los tres.
Los paramilitares Fidel, Carlos y Vicente Castaño Gil marcaron a sangre y fuego la historia reciente de Colombia. El periodista Toño Sánchez Jr. habló en la Feria del Libro de Valledupar de sus orígenes, ascensos y caídas. Sánchez no solo los investigó: fue amigo cercano de Carlos Castaño, el más visible de los tres.
A partir de esa cercanía, el autor de ‘Hermanos de sangre’, ‘Historias de un país herido’ y ‘¿Quién fue el verdadero Caín?’, reconstruyó un relato incómodo que interpela la historia oficial y plantea preguntas sobre el perdón, la ética y la verdad.
En una declaratoria en la Corte Suprema me preguntaron por mi amistad con Carlos Castaño. Y yo le dije: ‘Magistrado, se lo voy a responder con mucho respeto. En Colombia no existe el delito de la amistad, ni el delito de la foto. Tenía una relación fuente-periodista con Carlos Castaño. Yo venía trabajando en mi primer libro: ‘Las crónicas que no me dejaban contar’, y él me ayuda como fuente. De ahí empezó a ser mi fuente’.
El delito de la amistad no existe, eso genera problema a otros. Yo no he delinquido, por qué me voy a preocupar.
Yo amo la historia. Si le diéramos la importancia no estaríamos viviendo lo que estamos sufriendo. A la izquierda y a la derecha le gusta hacer la guerra con los hijos ajenos.
Dos cosas. Carlos Castaño nunca ordenó ni insinuó un delito cuando yo estaba presente. Y otra cosa, el 16 de abril de 2004 me salvó la vida. Él me había citado a ‘Rancho al hombro’ para que me quedara allí. Y él me dice que no vaya el jueves. Por eso no estuve ese viernes (día del asesinato de Carlos Castaño) en Rancho al Hombro.
La gente tiene cierta obsesión por no creer que muchos no están muertos. Fidel Castaño está muerto. Murió el 6 de enero de 1994. Por curiosidad, el 2 de diciembre de 1993 fue abatido Pablo Escobar. Y un mes y 4 días después muere Fidel Castaño. Lo que ha generado comentario es la forma en que muere.
Él sale de la ‘Finca la 35’, ubicada en Urabá, a ver un ganado. A las 11:00 de la mañana empiezan a decir que había una emboscada de las Farc por el municipio Santa Catalina. Le hacen un disparo, él muere. Y aparece un tipo llamado ‘alias Salvador’. El cuerpo de Fidel lo llevan a la 35. Carlos Castaño estaba en Cali celebrando con el Cártel de Cali, los cuales financiaron muchas cosas de Los Pepes. Carlos dice por llamada: ‘Dígale a ‘Móvil 5’ que haga lo que sabe hacer’. Eso era matar gente y enterrarla. Entonces deciden que se convertiría en un secreto que a Fidel Castaño lo mataron. Luego se dijo que Carlos Castaño tuvo que ver con Salvador, el asesino de Fidel, que antes fue escolta de Pablo Escobar.
Esa es una historia enredada, pero lo cierto es que Carlos y Fidel mueren peleados por una mujer. Fidel Castaño tenía dos mujeres, una en Europa y otra en Colombia. Carlos Castaño enamora a la que se apellida Escobar, una mujer que según los testigos era hermosa. Fidel se entera y desaparece a la mujer. Ahí sale esa pelea con Carlos. Luego viene la muerte de Carlos porque Vicente ordenó matarlo.
No he podido documentar una prueba que demuestre que Carlos mandó a matar a Fidel. Lo cierto es que Fidel amaba a Carlos y lo bautiza como ‘El pelao’ y lo convierte en una máquina de guerra al llevarlo al curso de Yair Klein en el Magdalena Medio. Se querían, pero pelearon por una mujer. Lo cierto es que Carlos mató a Salvador, el asesino de Fidel.
Hay verdades que nunca se conocerán, otras quizás. ¿Para qué se quiere la verdad? Si la verdad ataca a un segmento, unos dicen que cómo creerle, pero si ataca a otro lado piden resultados ya.
De lo que he podido documentar, puedo decir que los Castaño fueron una familia que apostó a la guerra. Carlos Castaño era un paraestatal. Carlos fue informante del DAS bajo dos alias. Le hacía favores al Ejército, el Gobierno nacional, la Policía…
Ese hecho cambia la directriz de Carlos Castaño y señala que cada bloque responde por lo que haga. El fiscal general era Gómez Mendez y el vicefiscal era Pablo González. Mandan una delegación de la Fiscalía. Carlos Castaño permite que su correo electrónico llegue a las madres de esas personas desaparecidas y empiezan a escribirles. Después que se van con los de la Fiscalía, habla con los de CICR y les dice: ‘Qué problema echarme unos muertos que yo no ordené’. Él escribió a Jorge 40 que dijera dónde estaban los cadáveres. Siempre dijo que no tenía que ver con eso.
Siempre le pregunté varias veces: ‘¿Tuviste que ver en el atentado del avión de Avianca?’. El tipo me responde: ‘¿Usted por qué me pregunta eso?’. Le dije: ‘Porque tengo el expediente en el que alias ‘El arete’ dice eso. Me dijo que no tuvo nada que ver con eso. Tiempo después volví y se lo pregunté y me dijo que no le preguntara más eso.
Mi libro inicia mostrando a Carlos en el aeropuerto cuando sale el avión de Avianca. Él tuvo que ver con la muerte de Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo y Jaime Pardo Leal. Eso eran listados que le entregaba.
La peor decisión que tomó para hacerle un favor a los militares. Es verdad que José Miguel Narváez Martínez habla con Carlos Castaño. El argumento de los militares que estuvieron detrás de eso era que Garzón era pariente lejano de ‘Romaña’. Lo empezaron a mostrar como si negociara secuestros, pero eso no era verdad.
Carlos Castaño tomó una de las peores decisiones. Después de la muerte de Garzón, viene una guerra terrible. Ellos nunca se imaginaron lo que pasaría después de matar a Garzón.
Es el que mata a Carlos Castaño. Manuel Salvador Ospina era jornalero desde los 9 años. Trabajaba en finca de gente muy poderosa de Medellín hasta que un domingo, en el parque principal de Segovia, pasa un señor y lo invita a trabajar en su finca. El señor era Jesús Castaño, el padre de los Castaño.
Fidel Castaño estaba trabajando en Medellín y se lleva a Manuel Salvador Ospina, ‘Alias Móvil 5’, uno de los tipos que más mató gente en las autodefensas. Es el que mata a Carlos Castaño por orden de Vicente Castaño.
Cuando tiene sentado a Carlos sentado en un taburete le dice: ‘Qué hubo socito, qué se siente estar así’. Luego le hace un rafagazo y lo remata para que no sufriera. Esa fue la fuente que demoré 13 años buscando.
En La Picota. Le diagnosticaron cáncer y la primera quimioterapia se la hicieron a los 11 meses. No aguantó y murió.
El periodista Toño Sánchez Jr. habló en la Feria del Libro de Valledupar de sus orígenes, ascensos y caídas. Sánchez no solo los investigó: fue amigo cercano de Carlos Castaño, el más visible de los tres.
Los paramilitares Fidel, Carlos y Vicente Castaño Gil marcaron a sangre y fuego la historia reciente de Colombia. El periodista Toño Sánchez Jr. habló en la Feria del Libro de Valledupar de sus orígenes, ascensos y caídas. Sánchez no solo los investigó: fue amigo cercano de Carlos Castaño, el más visible de los tres.
A partir de esa cercanía, el autor de ‘Hermanos de sangre’, ‘Historias de un país herido’ y ‘¿Quién fue el verdadero Caín?’, reconstruyó un relato incómodo que interpela la historia oficial y plantea preguntas sobre el perdón, la ética y la verdad.
En una declaratoria en la Corte Suprema me preguntaron por mi amistad con Carlos Castaño. Y yo le dije: ‘Magistrado, se lo voy a responder con mucho respeto. En Colombia no existe el delito de la amistad, ni el delito de la foto. Tenía una relación fuente-periodista con Carlos Castaño. Yo venía trabajando en mi primer libro: ‘Las crónicas que no me dejaban contar’, y él me ayuda como fuente. De ahí empezó a ser mi fuente’.
El delito de la amistad no existe, eso genera problema a otros. Yo no he delinquido, por qué me voy a preocupar.
Yo amo la historia. Si le diéramos la importancia no estaríamos viviendo lo que estamos sufriendo. A la izquierda y a la derecha le gusta hacer la guerra con los hijos ajenos.
Dos cosas. Carlos Castaño nunca ordenó ni insinuó un delito cuando yo estaba presente. Y otra cosa, el 16 de abril de 2004 me salvó la vida. Él me había citado a ‘Rancho al hombro’ para que me quedara allí. Y él me dice que no vaya el jueves. Por eso no estuve ese viernes (día del asesinato de Carlos Castaño) en Rancho al Hombro.
La gente tiene cierta obsesión por no creer que muchos no están muertos. Fidel Castaño está muerto. Murió el 6 de enero de 1994. Por curiosidad, el 2 de diciembre de 1993 fue abatido Pablo Escobar. Y un mes y 4 días después muere Fidel Castaño. Lo que ha generado comentario es la forma en que muere.
Él sale de la ‘Finca la 35’, ubicada en Urabá, a ver un ganado. A las 11:00 de la mañana empiezan a decir que había una emboscada de las Farc por el municipio Santa Catalina. Le hacen un disparo, él muere. Y aparece un tipo llamado ‘alias Salvador’. El cuerpo de Fidel lo llevan a la 35. Carlos Castaño estaba en Cali celebrando con el Cártel de Cali, los cuales financiaron muchas cosas de Los Pepes. Carlos dice por llamada: ‘Dígale a ‘Móvil 5’ que haga lo que sabe hacer’. Eso era matar gente y enterrarla. Entonces deciden que se convertiría en un secreto que a Fidel Castaño lo mataron. Luego se dijo que Carlos Castaño tuvo que ver con Salvador, el asesino de Fidel, que antes fue escolta de Pablo Escobar.
Esa es una historia enredada, pero lo cierto es que Carlos y Fidel mueren peleados por una mujer. Fidel Castaño tenía dos mujeres, una en Europa y otra en Colombia. Carlos Castaño enamora a la que se apellida Escobar, una mujer que según los testigos era hermosa. Fidel se entera y desaparece a la mujer. Ahí sale esa pelea con Carlos. Luego viene la muerte de Carlos porque Vicente ordenó matarlo.
No he podido documentar una prueba que demuestre que Carlos mandó a matar a Fidel. Lo cierto es que Fidel amaba a Carlos y lo bautiza como ‘El pelao’ y lo convierte en una máquina de guerra al llevarlo al curso de Yair Klein en el Magdalena Medio. Se querían, pero pelearon por una mujer. Lo cierto es que Carlos mató a Salvador, el asesino de Fidel.
Hay verdades que nunca se conocerán, otras quizás. ¿Para qué se quiere la verdad? Si la verdad ataca a un segmento, unos dicen que cómo creerle, pero si ataca a otro lado piden resultados ya.
De lo que he podido documentar, puedo decir que los Castaño fueron una familia que apostó a la guerra. Carlos Castaño era un paraestatal. Carlos fue informante del DAS bajo dos alias. Le hacía favores al Ejército, el Gobierno nacional, la Policía…
Ese hecho cambia la directriz de Carlos Castaño y señala que cada bloque responde por lo que haga. El fiscal general era Gómez Mendez y el vicefiscal era Pablo González. Mandan una delegación de la Fiscalía. Carlos Castaño permite que su correo electrónico llegue a las madres de esas personas desaparecidas y empiezan a escribirles. Después que se van con los de la Fiscalía, habla con los de CICR y les dice: ‘Qué problema echarme unos muertos que yo no ordené’. Él escribió a Jorge 40 que dijera dónde estaban los cadáveres. Siempre dijo que no tenía que ver con eso.
Siempre le pregunté varias veces: ‘¿Tuviste que ver en el atentado del avión de Avianca?’. El tipo me responde: ‘¿Usted por qué me pregunta eso?’. Le dije: ‘Porque tengo el expediente en el que alias ‘El arete’ dice eso. Me dijo que no tuvo nada que ver con eso. Tiempo después volví y se lo pregunté y me dijo que no le preguntara más eso.
Mi libro inicia mostrando a Carlos en el aeropuerto cuando sale el avión de Avianca. Él tuvo que ver con la muerte de Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo y Jaime Pardo Leal. Eso eran listados que le entregaba.
La peor decisión que tomó para hacerle un favor a los militares. Es verdad que José Miguel Narváez Martínez habla con Carlos Castaño. El argumento de los militares que estuvieron detrás de eso era que Garzón era pariente lejano de ‘Romaña’. Lo empezaron a mostrar como si negociara secuestros, pero eso no era verdad.
Carlos Castaño tomó una de las peores decisiones. Después de la muerte de Garzón, viene una guerra terrible. Ellos nunca se imaginaron lo que pasaría después de matar a Garzón.
Es el que mata a Carlos Castaño. Manuel Salvador Ospina era jornalero desde los 9 años. Trabajaba en finca de gente muy poderosa de Medellín hasta que un domingo, en el parque principal de Segovia, pasa un señor y lo invita a trabajar en su finca. El señor era Jesús Castaño, el padre de los Castaño.
Fidel Castaño estaba trabajando en Medellín y se lleva a Manuel Salvador Ospina, ‘Alias Móvil 5’, uno de los tipos que más mató gente en las autodefensas. Es el que mata a Carlos Castaño por orden de Vicente Castaño.
Cuando tiene sentado a Carlos sentado en un taburete le dice: ‘Qué hubo socito, qué se siente estar así’. Luego le hace un rafagazo y lo remata para que no sufriera. Esa fue la fuente que demoré 13 años buscando.
En La Picota. Le diagnosticaron cáncer y la primera quimioterapia se la hicieron a los 11 meses. No aguantó y murió.