Neymar Alvarado, nacido en El Banco, Magdalena, pero adoptado por Valledupar, aún tiene mucho futuro y talento para aportar al país y al deporte.
En 2011, un joven brasileño desconcertaba al mundo con sus goles y gambetas vistiendo la camiseta del mítico Santos de Brasil, Neymar Junior, el nombre del delantero que emergió de las canchas de fútbol sala para ser un consagrado en su club y la selección.
El mundo se acostumbraba a las gambetas atrevidas de aquel delgado jugador, las cuales enamoraron a los románticos del fútbol, a tal punto que por todo el mundo miles de niños fueron bautizados con ese nombre. Uno de esos bebés actualmente es una promesa en el balompié del Cesar.
Neymar Alvarado Hostia nació un 5 de noviembre del 2011 en el municipio de El Banco, Magdalena, pero desde temprana edad vino a la tierra del Cacique Upar para comenzar a ganarse un lugar en los sitiales de las promesas del fútbol cesarense. Como le pasa al 90 % de las estrellas cuando inician, su llegada a Valledupar no fue fácil, pues tuvo que atravesar situaciones complicadas.
Empezó a mostrar su talento acompañado de una ‘melena’ similar a la de una de las glorias del fútbol colombiano, Carlos Valderrama, sin embargo, el lateral banqueño no estaba destinado para entregar asistencias, sino para hacer desbordes por la banda derecha, como su homónimo brasileño.
“Mis inicios fueron en el equipo Valle Club, donde el profesor Yoldri Hernández me dio la oportunidad”, comenta. Y con una sonrisa pícara, como si de alguna travesura se acordara, Neymar Alvarado señala que en sus inicios solía jugar en las calles con amigos hasta que tuvo la posibilidad de llegar al fútbol formativo. Allí sus destacadas actuaciones comenzaron a llamar la atención de distintos entrenadores que le auguraban un futuro promisorio.
En Valle Club comenzaría a destacarse como un lateral derecho habilidoso, pero que también podía cumplir otros roles siempre y cuando su equipo lo necesitara. Por eso también se adaptó a jugar en el medio campo como volante central, lo que hacía que cada día más creciera el interés por el jugador.
Pero no todo era color de rosa. Mientras la gente disfrutaba de sus gambetas y largas corridas por la banda derecha, tuvo que afrontar duros desafíos como dejar la escuela por falta de recursos y dedicarse a otras actividades, eso sí, sin dejar de lado su pasión por el deporte.
Esa pasión le permitió participar en diferentes torneos del orden nacional y viajar a ciudades como Barranquilla y Cartagena. “La verdad siempre me apasioné por el fútbol, nunca dejé de pensar en jugar porque sabía que tendría una oportunidad y así se me fueron dando las cosas, fui viajando y compartiendo en diferentes torneos, algo que me hace muy feliz porque yo siempre trato de dar el máximo de mí en cada partido”, mencionó el deportista.
En el fútbol es bien aplicada la frase bíblica de que “serán muchos los llamados, pero pocos los escogidos”. Más de 500 jugadores se presentaron en las diversas convocatorias en las que solo los mejores 25 fueron elegidos. En esa lista reducida brilla un nombre difícil de olvidar: Neymar Alvarado Hostia.
El encargado de darle el visto bueno fue el entrenador Silvestre Maestre, una de las voces autorizadas a la hora de hablar de veedurías.
“La preparación de esta selección ha sido muy meticulosa, en todo: la escogencia, mirar a cada uno de los jugadores, hasta elegir el grupo final. Entre esos está el chico Neymar, es un gran jugador, habilidoso y esperamos que siga creciendo y aprendiendo al ritmo que lo hace. De seguir así será un gran futbolista”, mencionó el entrenador Silvestre Maestre.
En el marco de la presentación de la Selección Cesar de fútbol masculino categoría sub-13, el jugador Neymar Alvarado recibió una importante noticia y es que volverá a las aulas de clases. La continuidad de su formación académica será en el
El menor recibió una beca educativa que le permitirá concentrarse exclusivamente en el estudio mientras adelanta su proceso como jugador, además, estará bajo la supervisión de la entidad académica para que pueda ejercer sus labores estudiantiles de la mejor forma posible.
Neymar Alvarado es la muestra que, con perseverancia, pasión por lo que se hace y mucha dedicación se pueden cumplir sus sueños. El joven futbolista nacido en El Banco, Magdalena, pero adoptado por Valledupar, aún tiene mucho futuro y talento para aportar al país y el deporte.
POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN
Neymar Alvarado, nacido en El Banco, Magdalena, pero adoptado por Valledupar, aún tiene mucho futuro y talento para aportar al país y al deporte.
En 2011, un joven brasileño desconcertaba al mundo con sus goles y gambetas vistiendo la camiseta del mítico Santos de Brasil, Neymar Junior, el nombre del delantero que emergió de las canchas de fútbol sala para ser un consagrado en su club y la selección.
El mundo se acostumbraba a las gambetas atrevidas de aquel delgado jugador, las cuales enamoraron a los románticos del fútbol, a tal punto que por todo el mundo miles de niños fueron bautizados con ese nombre. Uno de esos bebés actualmente es una promesa en el balompié del Cesar.
Neymar Alvarado Hostia nació un 5 de noviembre del 2011 en el municipio de El Banco, Magdalena, pero desde temprana edad vino a la tierra del Cacique Upar para comenzar a ganarse un lugar en los sitiales de las promesas del fútbol cesarense. Como le pasa al 90 % de las estrellas cuando inician, su llegada a Valledupar no fue fácil, pues tuvo que atravesar situaciones complicadas.
Empezó a mostrar su talento acompañado de una ‘melena’ similar a la de una de las glorias del fútbol colombiano, Carlos Valderrama, sin embargo, el lateral banqueño no estaba destinado para entregar asistencias, sino para hacer desbordes por la banda derecha, como su homónimo brasileño.
“Mis inicios fueron en el equipo Valle Club, donde el profesor Yoldri Hernández me dio la oportunidad”, comenta. Y con una sonrisa pícara, como si de alguna travesura se acordara, Neymar Alvarado señala que en sus inicios solía jugar en las calles con amigos hasta que tuvo la posibilidad de llegar al fútbol formativo. Allí sus destacadas actuaciones comenzaron a llamar la atención de distintos entrenadores que le auguraban un futuro promisorio.
En Valle Club comenzaría a destacarse como un lateral derecho habilidoso, pero que también podía cumplir otros roles siempre y cuando su equipo lo necesitara. Por eso también se adaptó a jugar en el medio campo como volante central, lo que hacía que cada día más creciera el interés por el jugador.
Pero no todo era color de rosa. Mientras la gente disfrutaba de sus gambetas y largas corridas por la banda derecha, tuvo que afrontar duros desafíos como dejar la escuela por falta de recursos y dedicarse a otras actividades, eso sí, sin dejar de lado su pasión por el deporte.
Esa pasión le permitió participar en diferentes torneos del orden nacional y viajar a ciudades como Barranquilla y Cartagena. “La verdad siempre me apasioné por el fútbol, nunca dejé de pensar en jugar porque sabía que tendría una oportunidad y así se me fueron dando las cosas, fui viajando y compartiendo en diferentes torneos, algo que me hace muy feliz porque yo siempre trato de dar el máximo de mí en cada partido”, mencionó el deportista.
En el fútbol es bien aplicada la frase bíblica de que “serán muchos los llamados, pero pocos los escogidos”. Más de 500 jugadores se presentaron en las diversas convocatorias en las que solo los mejores 25 fueron elegidos. En esa lista reducida brilla un nombre difícil de olvidar: Neymar Alvarado Hostia.
El encargado de darle el visto bueno fue el entrenador Silvestre Maestre, una de las voces autorizadas a la hora de hablar de veedurías.
“La preparación de esta selección ha sido muy meticulosa, en todo: la escogencia, mirar a cada uno de los jugadores, hasta elegir el grupo final. Entre esos está el chico Neymar, es un gran jugador, habilidoso y esperamos que siga creciendo y aprendiendo al ritmo que lo hace. De seguir así será un gran futbolista”, mencionó el entrenador Silvestre Maestre.
En el marco de la presentación de la Selección Cesar de fútbol masculino categoría sub-13, el jugador Neymar Alvarado recibió una importante noticia y es que volverá a las aulas de clases. La continuidad de su formación académica será en el
El menor recibió una beca educativa que le permitirá concentrarse exclusivamente en el estudio mientras adelanta su proceso como jugador, además, estará bajo la supervisión de la entidad académica para que pueda ejercer sus labores estudiantiles de la mejor forma posible.
Neymar Alvarado es la muestra que, con perseverancia, pasión por lo que se hace y mucha dedicación se pueden cumplir sus sueños. El joven futbolista nacido en El Banco, Magdalena, pero adoptado por Valledupar, aún tiene mucho futuro y talento para aportar al país y el deporte.
POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN