En una clínica de Valledupar falleció José Joaquín Claro Carrascal, un campesino de 49 años de edad, que ingerió insecticida en la finca San Fernando de su propiedad, ubicada en el municipio de San Calixto, Norte de Santander.
Los familiares del campesino manifestaron que él había estado ingiriendo licor desde el domingo 22 de mayo hasta el miércoles 25 del mismo mes. Al parecer, en medio de la borrachera ingirió el veneno que tenía para controlar los insectos en su finca.
“Él acostumbraba a tomar los fines de semana como todos los campesinos, pero esa vez lo hizo por más tiempo. Entonces, el miércoles bajó al pueblo y compró el veneno para después tomárselo, lo llevamos al hospital y luego lo remitieron para la Clínica Arenas de Valledupar”, manifestó Willington Claro, hijo del agricultor que murió la madrugada de ayer en la unidad de cuidados intensivos.
Los especialistas manifestaron que el veneno le causó graves daños en los pulmones y riñones. Inicialmente estaba consciente y su salud decayó a partir del 1 de junio.
Los parientes de Claro Carrascal manifestaron que desconocen los motivos por los cuales decidió tomar el veneno.
Redacción Judicial / EL PILÓN