Tras el seguimiento hecho por la Contraloría General de la Nación a los contratos de alimentación escolar en La Guajira, el Ministerio de Educación Nacional celebró la actuación del ente del control que estableció seis hallazgos fiscales por $16.792 millones, con recursos del departamento provenientes del sistema general de regalías.

El Ministerio afirmó que este es el resultado de las denuncias formuladas el 30 de octubre de 2015 donde se evidenció que “el departamento de La Guajira no aceptó recibir durante 2015 los recursos destinados por la cartera educativa para alimentación escolar, pero de forma paralela ejecutaron recurso propios y de regalías para el mismo fin, generando así falta de concurrencia, coordinación en la prestación del servicio y dificultando el seguimiento de los recursos de regalías”.

Bajo este mismo escenario el Ministerio evidenció e informó que el número de raciones entregadas en el departamento, superaba casi en cuatro veces la matrícula oficial.

Así mismo en 2016 la Ministra de Educación denunció una red de alimentación escolar que ha venido operando por años, por empresas que hacen variaciones en su representación legal y que en muchas ocasiones no cumplen con los estándares y lineamientos para prestar el servicio.

Como parte de esta red se denunciaron organizaciones como Fundación Kábala, Corporación Wakusari, Asociación de Manipuladores de Alimentos del Cesar, entre otras, las cuales tienen como líderes a Katia Elena Rosado Murillo, Ivis Rosado Robles y María Angélica Araujo, organizaciones y personas que se encuentran relacionadas en el informe de la Contraloría sobre ejecución de los contratos con dineros de regalías para la alimentación escolar en el departamento de La Guajira.

Este informe evidencia que el frente común constituido para combatir las mafias detrás de los dineros de la alimentación escolar está dando resultados.

El Ministerio de Educación afirmó que seguirá vigilante y atento para cerrar las puertas a los mercaderes de la educación, porque ni un solo peso para la alimentación de las menores se puede perder.

Por Redacción EL PILÓN