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Cesar - 9 mayo, 2025

Miguel Valmoris encuentra descanso en Tamalameque tras años de desaparición forzada

Gracias a la labor de la UBPD, la familia Valmoris pudo dar una sepultura digna junto a su ser querido.

Sepultura de Valmoris Miguel en Tamalameque, Cesar, donde finalmente descansa en paz tras 14 años de búsqueda. Foto: UBPD.
Sepultura de Valmoris Miguel en Tamalameque, Cesar, donde finalmente descansa en paz tras 14 años de búsqueda. Foto: UBPD.
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Después de 14 años de incertidumbre, el cuerpo de Miguel Valmoris regresó finalmente a su hogar en Tamalameque, Cesar, para recibir una despedida digna. En una emotiva ceremonia católica, familiares y amigos se reunieron para rendir homenaje a quien fue un ser muy querido, recordándolo con su fotografía, flores y palabras que honraron su memoria.

Leer: “No se los dejen quitar vivos”: la orden que selló el destino de Consuelo Araújo, según magistrada de la JEP

Valmoris, quien se dedicaba al comercio de frutas en el sur del Huila, desapareció en medio del conflicto armado en la vereda Versalles, municipio de Pitalito. Su familia lo buscó incansablemente, pero su cuerpo permaneció enterrado como no identificado en un cementerio local. Tras dos años de investigación, la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) logró recuperar su cuerpo en diciembre de 2024, junto con otros veinte restos, a pesar de las difíciles condiciones del lugar.

Hermano mío, por fin vas a descansar en paz. Vuelvo al alto, hermanito, vuelvo al alto, por fin llegaste a tu tierra”, expresó Glenda Gómez Hidalgo, hermana buscadora de la familia Valmoris.

Planes Regionales de Búsqueda (PRB)

El reconocimiento y entrega del cuerpo de Valmoris Miguel es un ejemplo concreto del trabajo que realizan los Planes Regionales de Búsqueda, una estrategia clave para localizar a personas desaparecidas en distintas zonas del país. Estos planes son diseñados y ejecutados por la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) en conjunto con las familias de las víctimas y las comunidades locales. Su objetivo es organizar la búsqueda de manera ordenada, teniendo en cuenta las particularidades de cada región, como su historia, cultura y contexto social, para aumentar las posibilidades de encontrar a las personas desaparecidas y brindar respuestas a sus seres queridos.

Los Planes Regionales de Búsqueda se enfocan en lugares específicos que tienen relevancia forense o histórica y utilizan métodos científicos para analizar la información recolectada. Además, promueven la participación activa de las familias durante todo el proceso, respetando sus tradiciones y formas culturales para asegurar que las entregas se realicen de manera digna y significativa. En el caso de Valmoris, esta colaboración permitió organizar una ceremonia acorde con las creencias afrocolombianas de su familia, honrando su memoria y cerrando un ciclo de dolor.

Este tipo de procesos no solo ayudan a dar paz a las familias, sino que también reflejan la magnitud del reto que representa la desaparición forzada en Colombia, donde más de 126 mil personas siguen desaparecidas, incluyendo a más de 5.000 en departamentos como Cesar y La Guajira. 

Cesar
9 mayo, 2025

Miguel Valmoris encuentra descanso en Tamalameque tras años de desaparición forzada

Gracias a la labor de la UBPD, la familia Valmoris pudo dar una sepultura digna junto a su ser querido.


Sepultura de Valmoris Miguel en Tamalameque, Cesar, donde finalmente descansa en paz tras 14 años de búsqueda. Foto: UBPD.
Sepultura de Valmoris Miguel en Tamalameque, Cesar, donde finalmente descansa en paz tras 14 años de búsqueda. Foto: UBPD.
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Después de 14 años de incertidumbre, el cuerpo de Miguel Valmoris regresó finalmente a su hogar en Tamalameque, Cesar, para recibir una despedida digna. En una emotiva ceremonia católica, familiares y amigos se reunieron para rendir homenaje a quien fue un ser muy querido, recordándolo con su fotografía, flores y palabras que honraron su memoria.

Leer: “No se los dejen quitar vivos”: la orden que selló el destino de Consuelo Araújo, según magistrada de la JEP

Valmoris, quien se dedicaba al comercio de frutas en el sur del Huila, desapareció en medio del conflicto armado en la vereda Versalles, municipio de Pitalito. Su familia lo buscó incansablemente, pero su cuerpo permaneció enterrado como no identificado en un cementerio local. Tras dos años de investigación, la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) logró recuperar su cuerpo en diciembre de 2024, junto con otros veinte restos, a pesar de las difíciles condiciones del lugar.

Hermano mío, por fin vas a descansar en paz. Vuelvo al alto, hermanito, vuelvo al alto, por fin llegaste a tu tierra”, expresó Glenda Gómez Hidalgo, hermana buscadora de la familia Valmoris.

Planes Regionales de Búsqueda (PRB)

El reconocimiento y entrega del cuerpo de Valmoris Miguel es un ejemplo concreto del trabajo que realizan los Planes Regionales de Búsqueda, una estrategia clave para localizar a personas desaparecidas en distintas zonas del país. Estos planes son diseñados y ejecutados por la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) en conjunto con las familias de las víctimas y las comunidades locales. Su objetivo es organizar la búsqueda de manera ordenada, teniendo en cuenta las particularidades de cada región, como su historia, cultura y contexto social, para aumentar las posibilidades de encontrar a las personas desaparecidas y brindar respuestas a sus seres queridos.

Los Planes Regionales de Búsqueda se enfocan en lugares específicos que tienen relevancia forense o histórica y utilizan métodos científicos para analizar la información recolectada. Además, promueven la participación activa de las familias durante todo el proceso, respetando sus tradiciones y formas culturales para asegurar que las entregas se realicen de manera digna y significativa. En el caso de Valmoris, esta colaboración permitió organizar una ceremonia acorde con las creencias afrocolombianas de su familia, honrando su memoria y cerrando un ciclo de dolor.

Este tipo de procesos no solo ayudan a dar paz a las familias, sino que también reflejan la magnitud del reto que representa la desaparición forzada en Colombia, donde más de 126 mil personas siguen desaparecidas, incluyendo a más de 5.000 en departamentos como Cesar y La Guajira.