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Miércoles sin moto, más bueno que malo

Todas las acciones que se implementen para mejorar la movilidad, combatir la ilegalidad en el transporte público y disminuir la inseguridad, siempre serán bienvenidas y apoyadas por este medio de comunicación. El alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, acaba de tomar la decisión de implementar mediante un decreto un día a la semana sin motocicletas, medida que tiene el apoyo de unos y el rechazo de otros.

Cuando el mandatario de los alcaldes dio a conocer que los miércoles serían sin motos, como medio de comunicación preguntamos a nuestra audiencia, a través de nuestra página web y redes sociales, si estaban de acuerdo con la medida: 427 personas nos respondieron que Sí estaban de acuerdo y 348 dijeron que No compartían tal decisión.

La ciudadanía vallenata en una sola voz ha reclamado a las autoridades, especialmente a los alcaldes de turno, una mejor movilidad y más seguridad. Esta es una respuesta a la petición y se debe asumir con las implicaciones que esta trae, en el pasado ya se había hecho lo mismo y funcionó y seguramente si se hubiera continuado con la medida del día sin moto, ya estaría acostumbrada la ciudad a ese escenario.

La medida de ‘miércoles sin motos’ es buena, tiene varias ventajas y bondades. En primer lugar disfrutaremos de una ciudad despejada, se evitarán accidentes en motocicletas, los atracos incluso, porque la mayoría de estos los perpetran delincuentes en moto, los desplazamientos serán más rápido y la contaminación también disminuirá.

La medida de ‘miércoles sin moto’ también es mala, tiene algunas desventajas sobre todo en Valledupar que no cuenta con un parque automotor en buenas condiciones, ni en número ni técnicamente hablando. Tiene razón las personas que usan la moto como medio de transporte para rechazar la medida, si no está garantizado el transporte público, que en la última década prácticamente lo ha liderado el mototaxismo.

El alcalde Ramírez Uhía sustentó bien el Decreto 001040, con cifras del parque automotor, con datos de las afectaciones que sufren los conductores y parrilleros de las motos. Hay que darle el voto de confianza al mandatario y se debe desde la comunidad también aportar para que funcione, ya otras ciudades de la Costa Atlántica tiene implementado el día sin moto, incluso el día sin parrillero, y en Valledupar también se puede tener.

Es una medida antipopular y lloverán críticas a la administración municipal, pero era hoy o mañana. Las más de 50 mil motos que circulan por las calles de Valledupar, la mayoría como mototaxistas, necesitan control, la ciudad no puede ser tierra de nadie, donde hacen y deshacen, y la policía tiene un gran reto, al que esperamos no sean inferiores.

Nuestro llamado hoy es a la mesura, al respeto a la autoridad, rechazamos la violencia y las formas salvajes de protesta.

Categories: Editorial
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